La exhibición de esta disciplina permitió conocer cuatro modalidades: esgrima histórica, esgrima escénica, esgrima deportiva y esgrima adaptada. Una experta explicó en directo en qué consisten y su importancia, así como la relevancia que tiene hoy en día para la inclusión de género y de la diversidad funcional. Entre la veintena de participantes destacaron: Laura Pérez Aguado, campeona de España de esgrima histórica, subcampeona de esgrima escénica y medallista autonómica en diversas disciplinas; Laura Ruiz Sanchis, profesora de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, maestra de esgrima y medallista internacional de esgrima deportiva (espada y florete); Cristina de Vargas Hilla, campeona del Mundo de esgrima y campeona de España en todas las categorías, y María Rosa Nicolás García, docente de la Bristish Academy of Screen and Stage Combat y en la Federación Catalana de esgrima antigua. 

De acuerdo con Marisa Vázquez de Ágredos, vicedecana de la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat y presidenta de la Comisión de Igualdad y Políticas Inclusivas del centro, la participación de la esgrima de la mujer se remonta al siglo XIX, ya que la práctica de esta disciplina le permitía acceder a determinados círculos sociales. A través de esta actividad se pretende visibilizar la esgrima como una actividad que “permite la inclusión de las mujeres y también la integración de las personas con discapacidad, de hecho durante la jornada se verá la práctica de la esgrima adaptada, lo que constituye visualizar esta disciplina como promotora de entornos sociales saludables”.

La actividad estuvo organizada por la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València, y contó con el apoyo de la institución académica a través del Vicerrectorado de Cultura y Deporte; la Unitat de Igualtat (proyecto ‘Esgrima Histórico Femenino: origen y evolución. Memoria Histórica de un deporte con Perspectiva de Género’) y el Servicio de Formación Permanente e Innovación Educativa (Plan de Innovación de Centro 2020-21). También colaboró el Club La Robera, Sala d’armes.