En esta nueva sesión de los Debats del Magnànim, Cekic tratará temas de relevancia en la sociedad actual como cuáles son los orígenes del odio, como se puede gestionar el acoso y a qué dificultades se enfrenta una persona cuando intenta dialogar con sus agresores.

Cekic será presentada por Albert Mora, sociólogo y miembro del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València. La entrada será libre y gratuita hasta completar el aforo de la sala.

Cekic, exdiputada y activista danesa de origen turco, ha sido víctima de numerosas amenazas y mensajes de odio por parte de personas que no aceptaron que una mujer con su perfil fuera diputada en Dinamarca. Esto ocurre en un contexto en que un partido antiimmigración y antiislam (Danish People’s Party) obtuvo un 21’1% de los votos en las elecciones de 2015, lo cual le dio la clave para formar el gobierno de la nación. Así, Cekic tuvo que desarrollar su tarea parlamentaria en un contexto en el que el racismo estaba bien presente en la vida política danesa.

Diálogo y café contra el odio

Cekic tenía una forma muy particular de enfrentar los ataques racistas de que era objeto. Lo hacía invitando a sus agresores a tomarse un café con ella. Este hecho es todo un símbolo de las posibilidades que abre enfrentarse al odio, la persecución y el acoso con las herramientas de la razón, el diálogo y el respeto. “He aprendido a alejarme de los puntos de vista de odio sin alejarme de la persona que expresa estos puntos de vista”, explica.

La primera vez que llevó a cabo esta estrategia fue con la persona que más correos amenazantes le había enviado. Quedaron en casa de este hombre, tomaron café y descubrieron que tenían muchas cosas en común. Cekic explica que “al volver a casa, tuve sentimientos ambivalentes. Por un lado me gustó esta persona, pero no podía soportar la idea de tener tantas cosas en común con alguien que tenía puntos de vista claramente racistas”.

La visión de Cekic es especialmente atractiva en el contexto del mundo actual. Cada vez el espacio público está más dominado por los recelos, la polarización social y el odio a la persona que es diferente. Esto es alarmante en cuanto que contradice valores democráticos esenciales como la tolerancia, la comprensión y el respecto a los discursos ajenos. Por lo tanto, conocer experiencias como la de Özlem Cekic permite pensar en nuevas formas, más inteligentes y efectivas, de promover la lucha contra el racismo y la intolerancia.