Diego González: 'En la UV somos afortunados de contar con el RCCH, una institución de la que no disponen nuestros colegas europeos'

  • Gabinete de la Rectora
  • 15 enero de 2019
 
Diego Gonzalez

El investigador postdoctoral de la UV Diego González se encuentra en el segundo año de la beca postdoctoral 2+2 del Real Colegio Complutense de Harvard (RCCH). Su tesis doctoral se centró en la teoría de la constitución, desarrollando un marco teórico innovador sobre el cambio constitucional desde una perspectiva legal. Durante su estancia en Harvard, González está desarrollando esta misma línea de investigación aplicándola a casos concretos y profundizando en su estudio en el caso concreto de EE. UU. Asimismo, se ha interesado en estudiar los modelos de democracia participativa en Nueva Inglaterra y la nueva regulación de la Iniciativa Ciudadana Europea.

¿Cómo conociste la existencia del RCCH?         

Pocos meses después de defender mi tesis doctoral, que hice en el marco del programa de doctorado del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València, recibí un correo electrónico del representante de la Universitat en el RCCH Manuel Guillén, por indicación del entonces vicerrector de Internacionalización y Cooperación, Guillermo Palao. En el mismo, Manuel me comentaba que se había puesto en contacto con todos aquellos que podíamos optar a un programa de becas del RCCH de Harvard para doctores recientes. Con este programa de becas, al que han llamado 2+2 e hicieron público por aquel entonces, se financia una estancia de dos años de investigación en Harvard y la Universitat de València asume el compromiso de reincorporar a la UV en el tercer curso académico al investigador seleccionado durante dos cursos adicionales. Manuel y Guillermo no solo se tomaron la molestia de escribirnos, sino también de llamarnos para resolver todas nuestras dudas, lo que supuso una gran ayuda desde el principio.

¿Qué te llevó a presentarte a la beca postdoctoral 2+2 del RCCH?

Poder tener la oportunidad de hacer una estancia prolongada en una de las universidades más prestigiosas del mundo es un lujo y una experiencia única. Además, mi tesis doctoral está centrada en un campo de estudio que se ha trabajado especialmente en Estados Unidos y entre los principales investigadores en la materia están algunos profesores de la Escuela de Derecho de Harvard. Que se ofrezca la oportunidad de volver al departamento de origen en la UV durante dos años hace que, por parafrasear a Marlon Brando, se trate de una oportunidad difícilmente rechazable. No me lo pensé mucho y decidí seguir esta excepcional oportunidad que me dio la UV.  Al aceptarme como investigador visitante un instituto de investigación de la Escuela de Derecho de Harvard, el Institute for Global Law and Policy, pude finalmente ser beneficiario de la beca 2+2.

¿Puedes contarnos los principales puntos de tu tesis o investigación postdoctoral?

En mi tesis doctoral estudié las variables que influyen en la apertura de un proceso de cambio constitucional y todas las vías y opciones por las que, desde una perspectiva democrática, se puede optar en cada momento del mismo. En mi tesis, entre otras cuestiones, quería demostrar que una constitución no se caracteriza únicamente por ser un conjunto de normas fundamentales que encabezan un ordenamiento jurídico y en el que, de acuerdo con la célebre formulación del artículo 16 de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, se garantizan los derechos en ella establecidos y se instituye una separación de poderes real. Desde mi punto de vista, una constitución, para ser tal, requiere de un procedimiento democrático y participativo en el que pueda hacerse efectiva la máxima según la cual una constitución es un acuerdo de la sociedad sobre cómo debe regirse y gobernarse el Estado. La legitimidad democrática de origen de una constitución es, en resumidas cuentas, un rasgo que determina lo que debe entenderse por constitución.

Esta tesis no la comparte una parte importante de la doctrina española. Sin embargo, cuando uno estudia los orígenes del constitucionalismo en Estados Unidos, y concretamente en el Estado de Massachusetts, donde está la Universidad de Harvard, o las formas por las que se procede a la reforma constitucional en los estados de Estados Unidos, podemos ver claramente la importancia central que tiene el proceso de conformación constitucional en sí mismo. Buscando entonces profundizar en el estudio que había iniciado en mi tesis doctoral y fortalecer mis planteamientos, estoy investigando aquí acerca de los procesos constituyentes estatales previos a la Constitución de EE. UU. y los mecanismos de cambio constitucional en los estados de EE. UU..

Para complementar mi investigación, y aprovechando la oportunidad que tengo al estar en Boston, he empezado también a estudiar acerca de las formas de democracia directa que hay en Nueva Inglaterra. 

Con esta misma idea de poder contribuir a pensar soluciones a la crisis de representación y de legitimidad democrática que tenemos en España y la Unión Europea, he presentado también trabajos acerca del diseño de un eventual proceso constituyente en Europa, la nueva regulación de la Iniciativa Ciudadana Europea y la reforma del Título X de la Constitución española.

¿Qué ha aportado tu estancia en el RCCH a tu investigación?

El RCCH es una de las puertas de entrada a Harvard para los investigadores de las universidades afiliadas al mismo, como es el caso de la Universitat de València. Creo que somos muy afortunados de poder contar con una institución así, de la que no disponen el resto de nuestros colegas europeos. Sin el esfuerzo que realiza su equipo directivo y el representante de la Universitat en el RCCH, siempre atentos y dispuestos a echarnos una mano, y la importante colaboración económica que realizan las universidades miembro del RCCH hubiera sido imposible para mí poder costearme una estancia de investigación de dos años en el instituto de investigación de Harvard que me aceptó como investigador visitante  En este sentido, me siento sumamente privilegiado y agradecido hacia la Universitat de València y el RCCH por haberme dado la oportunidad de poder trasladarme a uno de los mejores centros de investigación del mundo.

En el RCCH se hacen actividades académicas de interés a diario y facilitan que los investigadores españoles participemos activamente de las mismas, ya sea teniendo la oportunidad de impartir un seminario o coordinando un grupo de estudio. Ello te permite poder realizar actividades a las que otros investigadores de Harvard asistan e intercambiar puntos de vista acerca de tu trabajo, lo cual es siempre muy enriquecedor.

Llevas ya más de un año en Harvard, explícanos brevemente qué ha sido lo mejor de tu estancia.

Mi experiencia como investigador visitante en el Institute for Global Law and Policy en la Harvard Law School está siendo sumamente provechosa para mi investigación. En primer lugar, por las posibilidades que te abre a la hora de acceder a recursos, conocer a investigadores del mundo entero y tener la oportunidad de conversar con algunos de los profesores a los que se estudia. ¡Sorprende lo accesibles que son! Todo ello te permite ir tejiendo una importante red de contactos, lo cual no es solo útil para mí, sino también para la propia UV. 

¿Y lo más duro hasta la fecha?

Irse fuera conlleva inevitablemente toda una serie de quebraderos de cabeza. La engorrosa burocracia para conseguir el visado y, especialmente, la búsqueda de piso son procesos que requieren invertir bastante tiempo. En el caso concreto de Boston, apostaría a que un buen número de españoles, y sobre todo aquellos que somos de zonas cálidas, coincidimos en que el invierno se hace largo y es bastante frío. De la comida española me acuerdo casi tanto como de mi familia y mis amigos. Y, por supuesto, de València. Tengo ganas de volver a pasearla.

¿Repetirías la experiencia?

¡Desde luego! A pesar de las inclemencias del clima y la gastronomía local, mi experiencia en el RCCH y en la Harvard Law School está siendo muy positiva tanto en lo académico como en lo personal. Tener la oportunidad de investigar en una universidad de tanto prestigio y de poder crear los lazos académicos y personales que estoy creando, es una experiencia única por la que me siento muy afortunado y un privilegiado.

¿Qué le dirías a otros compañeros que estén planteándose la posibilidad de realizar una beca como la tuya?

Les diría que no se lo piensen. Tenemos la suerte de que la Universitat de València está apostando por que los jóvenes doctores podamos formarnos en una universidad como Harvard y vivir dos años en una ciudad tan interesante como Boston. Oportunidades como esta se presentan pocas veces en la vida y hay que aprovecharlas.

¿Qué perspectivas tienes de futuro?

El equipo rectoral de la Univesitat de València está comprometido con la estabilización de los jóvenes investigadores en el largo plazo en nuestra universidad, lo que nos hace poder mirar al futuro con optimismo a pesar de los continuados recortes en materia educativa e investigadora de los últimos gobiernos. Tanto la propia rectora, Mª Vicenta Mestre, como el vicerrector de Internacionalización y Cooperación, Carles Padilla, y el de investigación, Carlos Hermenegildo, han estado muy atentos a mi situación y han sido de gran apoyo desde el primer minuto, lo que les agradezco mucho. Que desde el Rectorado se apueste por programas de internacionalización y de retención del talento, apoyando el retorno y la consolidación de los jóvenes investigadores es algo clave para el futuro de la universidad pública.

En lo inmediato, por el momento, a partir del mes de septiembre volveré dos años a mi departamento en la UV, el Departamento de Derecho Constitucional y Ciencia Política y de la Administración de la Facultad de Derecho. Y, a partir de ahí, en el largo plazo, el equipo rectoral está determinado a que los jóvenes investigadores que nos hemos formado en la UV podamos tener oportunidades suficientes para estabilizarnos. Personalmente, estoy deseando poder seguir ayudando a la UV a seguir tejiendo redes y tendiendo puentes entre la facultad de derecho de Harvard y la de la UV. Y, por supuesto, espero poder seguir devolviendo durante mucho tiempo a los contribuyentes a través de mi trabajo todo el esfuerzo económico que han depositado para mi formación y trabajo académico. La universidad pública es una herramienta esencial para el desarrollo de nuestro país y me siento muy afortunado de poder formar parte de ella.