Especialistas en ética y salud sexual analizan la diversidad en el I Congreso Internacional de Sexualidad

  • Gabinete de Prensa
  • 17 octubre de 2019
 
Imatge de les jornades.
Imatge de les jornades.

Especialistas en el estudio de la sexualidad de España exploran y debaten en la Universitat Jaume I de Castelló sobre las posibilidades y la realidad de la diversidad sexual en el I Congreso Internacional de la Sexualidad, organizado por el grupo SALUSEX de la Universitat Jaume I y la Universitat de València. Las sesiones se celebran los días 17 y 18 de octubre, con conferencias, debates, talleres y presentaciones con el objetivo de «servir como un escenario donde se pueda aportar y escuchar investigaciones y experiencias que muestren las múltiples formas de expresar la diversidad sexual».

El evento ha sido inaugurado por parte de la vicerrectora de Promoción Lingüística e Igualdad, Pilar Safont; el director general de la Agencia Valenciana de Igualdad en la Diversidad, José Lamo, y el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Rafael Ballester. Ballester ha sido el primero en intervenir, agradeciendo a quienes «han hecho posible este congreso», así como a las personas que han realizado ponencias, participantes, instituciones y público.

«A lo largo de los años de investigación hemos aprendido que no existe una única forma de vivir la sexualidad. La diversidad sexual es algo tan grande y tan extendido que debe pasar de ser una excepción a ser normal. Nadie tiene que pedir permiso para ser feliz y disfrutar de ella, aunque todavía hay grandes lacras y camino por recorrer», ha declarado el decano.

Por su parte, el director de la Agencia Valenciana de Igualdad ha realizado un repaso sobre las acciones que desde la Generalitat Valenciana se impulsan para «avanzar en una sociedad más justa, igualitaria y libre». Lamo Pastor también ha querido destacar el papel de las universidades en este marco. «Es importante visibilizar la diversidad desde los centros universitarios. La academia debe servir para ofrecer métodos, nombre y números a la realidad y desde las políticas públicas debemos tenerla en cuenta a la hora de tomar decisiones» ha destacado.

A continuación, Pilar Safont se ha sumado a los agradecimientos y ha asegurado que el congreso «tiene como esencia la necesidad y la importancia de expresar la diversidad y difundirla. El patriarcado en el que vivimos marca toda una serie de estereotipos y de convenciones sociales que afectan la visión que tenemos al analizar y estudiar la conducta humana. La sexualidad no es una excepción». En este sentido Safont ha apostillado que «vincular sexo y la cosificación del cuerpo femenino es lamentablemente facilísimo. Es necesario romper estereotipos y entender la diversidad de la realidad».

El catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca, Félix López Sánchez, ha iniciado la primera ponencia de las jornadas destacando la importancia de la ética en las relaciones sexuales y amorosas. «La sexualidad está en el reino de la libertad. Hay que aprender a usarla, evitar los malos hábitos y disfrutar de los buenos» ha defendido. «Venimos de una moral represiva que viene de la dictadura y de años pasados. Podemos decir que la hemos abandonado, salvo excepciones, pero no la hemos sabido sustituir por una ética de libertad, y eso causa problemas. La sexualidad se ha convertido en un campo de minas y sorpresas desagradables» añade.

Para López Sánchez, los principales delitos contra la libertad sexual son los que atacan a la autonomía, la dignidad, la igualdad y la propiedad de la vida, al cuerpo y a la intimidad sexual. Todos son «delitos destructivos tanto para la víctima como para el agresor. Es importante entender que quien usa mal la sexualidad siempre pierde y se destruye a sí mismo». La solución pasaría, para el catedrático, en buscar un «enfoque positivo» entendido como la «ética del consentimiento».

«Si analizamos estudios y datos, vemos que los resultados son preocupantes. Uno tiene la sensación, al ver telediarios, consultar la prensa o mirar alrededor, que todo son desgracias y atropellos. Pero, en mi opinión, sí que existe esperanza», ha destacado. El doctor en Psicología Sexual ha defendido que «la sexualidad humana es una dimensión maravillosa. No es algo que somos, es algo que tenemos» y ha destacado el avance que ha supuesto para la sociedad «ponerse de pie y liberar nuestros brazos y nuestras manos», puesto que tenemos posibilidades y variables infinitas dentro de la diversidad: «Podemos amar de mil formas diferentes, comunicarnos de forma diferentes».

Acompañando sus explicaciones de citas poéticas y reflexiones, López Sánchez ha profundizado sobre los que ha considerado los «grandes principios» de la ética de la sexualidad. Así, ha explicado la importancia de entender que el ser humano «es una geografía del placer y del bienestar. Nuestras zonas erógenas son zonas turísticas privilegiadas y existen posibilidades infinitas», y ha instado a los presentes a «usar la sexualidad porque tenemos un mundo maravilloso que recorrer».

En este sentido, ha asegurado que los seres humanos están hechos para el contacto y la vinculación puesto que son seres sociales y no solitarios. «Somos niños hasta la vejez, los vínculos son lo primero que se desarrolla en nuestras vidas y lo último que se pierde, ya sean amorosos, sexuales o empático-sociales. Perder vínculos es una tragedia emocional», ha declarado. También ha insistido en el factor clave de la ética y la razón: «Nuestro mejor recurso es la razón lúcida, pues es la brújula de la ética. Por esto la diversidad sexual es un tema ético, porque no hay ética sin libertad. La sexualidad no es instinto, es una pulsión».

«Durante un acto sexual, la ropa podemos tirarla donde queramos. Pero la libertad no se puede tirar al suelo ni por la ventana. Mucho menos dejarla fuera de la habitación. Debe estar presente en todo momento», ha sentenciado López Sánchez tras repasar algunos casos importantes de acoso y otras experiencias que ponen en duda la libertad de consentimiento y de identidad sexual. Junto con la libertad de consentimiento existe, también, la necesidad de lealtad con el objetivo de conseguir una relación afectiva y sexual saludable. «No hablo de fidelidad porque no es un principio universal. La lealtad sí que lo es. En las relaciones y en los vínculos que creamos existe la necesidad de ser leales, honestos, relacionarse de forma digna y evitar el lenguaje del engaño» ha afirmado.

Para concluir, el catedrático ha declarado: «Nunca hay que olvidarse de la tolerancia a la diversidad. Es necesario aceptar las diferentes formas de vivir en pareja y de entender la sexualidad, apoyar a las minorías y defenderlas». Por último, ha avisado del riesgo que corren las minorías de crear «discursos hostiles hacia lo común por estar cansados de sufrir y de su situación». También los colectivos minoritarios deben «entender identidad sexual de la mayoría y aceptarla», teniendo siempre presente la necesidad de tolerar cualquier diversidad, representada en mayor o menor medida.