Hábitos lectores durante el confinamiento de la COVID-19

  • Gabinete de la Rectora
  • 15 junio de 2020
 

Un estudio de la Estructura de Investigación Interdisciplinar de Lectura (ERI- Lectura) analiza los cambios en los hábitos de lectura de la población adulta española durante las primeras cuatro semanas del confinamiento a causa de la pandemia de la COVID-19.

La declaración del estado de alarma el pasado mas de marzo para frenar la expansión del coronavirus provocó el confinamiento de la población. En este contexto, el ERI-Lectura (formato por investigadores de la Universitat de València y la Universidad de Salamanca y con la colaboración de la Universidad de Padua, Italia) lanzó una investigación para evaluar los hábitos de lectura de la población durante la cuarentena.  

Ladislao Salmerón, profesor titular del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Psicología y coordinador del ERI – Lectura de la UV, explica que los resultados de cerca de 4.800 participantes indican que durante las dos primeras semanas de confinamiento hubo un incremento generalizado en el tiempo de lectura.

Los resultados se estudiaron con Modelos Lineales Mixtos y se ponderó la base de datos por género y edad para favorecer la generalización de los resultados. Respecto a las actividades de lectura, se analizó la lectura de noticias (diarios, revistas, webs, twitter, etc.), de ocio (novelas, cómico, revistas, blogs, etc.), social (Instagram, Facebook, WhatsApp, etc.) y trabajo o estudios (informes, webs, documentos, etc.).

La investigación revela que durante las cuatro primeras semanas de confinamiento, los españoles aumentaron el tiempo que dedicaban a la lectura, pasando de 4 horas y 35 minutos de lectura en el día antes del confinamiento a invertir alrededor de 5 h 45 min/día.

Además, la lectura de ocio se incrementó en las dos primeras semanas, extendiéndose de 56 min/día antes de la cuarentena a 1h 14 min/día en la primera y segunda semana a aumentar en la tercera y cuarta semana a 1 h 21 min/día. Por género, el incremento fue más grande en mujeres, mientras que por edad se aumentó la lectura de ocio entre los más jóvenes.

Respecto a la lectura de noticias de los 55 minutos diarios que los encuestados dedicaban a la lectura de noticias antes del confinamiento, a 1 h 11 min/día a la primera y segunda semana de confinamiento. Y aunque en la tercera y cuarta semana disminuyó la lectura de noticias a 1 h y 4 min/día, el nivel se mantuvo por encima de la etapa antes del confinamiento. Por género, el incremento fue mayor en mujeres. Por edad, el incremento fue más grande entre los más jóvenes. Pero, también son los que menos horas leían noticias antes del confinamiento para posteriormente, en la semana 3ª y 4ª, de nuevo vuelven a un tiempo similar al del preconfinamiento. Los mayores, de nuevo, dedican más horas que de costumbre a la lectura de noticias en las semanas 3ª y 4ª.

En la lectura social a través de las redes esta aumentó. Los encuestados afirmaron que habían pasado de 1 h 3 min/día de lectura social antes del confinamiento, a 1 h 31 min/día a la 1ª y 2ª semana y el incremento se mantuvo estable a la 3.ª y 4.ª semana de confinamiento (1 h 28 min/día). Por género, el incremento fue más grande en mujeres y el aumento fue similar entre los diferentes grupos de edad.

Finalmente, la lectura para estudio o trabajo se mantuvo estable. Si antes del confinamiento los encuestados declaran dedicar 1 h 41 min/día; durante las cuatro primeras semanas de confinamiento el tiempo que dedicaron a la lectura para estudio y trabajo fue de 1 h 50 min/día. Por género, el incremento fue más grande en hombres y respecto a la edad, el incremento fue mucho más grande entre los jóvenes.

En lo que respeta al tipo de formato de lectura (papel versus digital) durante el confinamiento, la lectura en formato digital se igualó en todos los rangos de edad, puesto que todos dedicaron un tiempo similar a la lectura de ocio en formato digital.

‘Lo más interesante viene a partir de la tercera semana de confinamiento donde dependiendo de la tipología de lectura, esta tomó diferentes caminos’, puntualiza Ladislao Salmerón. ‘La lectura de novelas continuó incrementándose, mientras que la lectura de noticias menguó a valores preconfinamiento’, añade.

Como conclusión, Ladislao Salmerón asevera que los adultos, tanto españoles como italianos, ‘cambiaron sus hábitos de lectura durante la cuarentena de manera adaptativa y se pudo maximizar los beneficios emocionales asociados a la lectura de ocio’.