Los bestiarios, que tienen una larga tradición en la literatura, son trabajos que recopilaban, catalogaban y describían un conjunto de animales o plantas. Generalmente, se acompañaban de ilustraciones, de interpretaciones visuales. En Bestiari, Guillem Vidal hace el proceso a la inversa y, partiendo de las imágenes fotográficas fruto de una mirada incesantemente buscadora, ofrece al espectador la oportunidad de crear su propio relato, su propia lectura. Un perfil en una roca, un ojo en una corteza de árbol o una cara en una raíz. Una lupa que apunta a la naturaleza para acercarnos, casi como en un juego infantil, los detalles llenos de vida imaginada que también podemos encontrar.

La muestra, con un total de 22 fotografías, se estructura en dos apartados. En el primero de ellos, Retratos, nos ofrece una serie de fotografías en las que, con el encuadre adecuado, el fotógrafo consigue no solo hacernos visibles estos personajes de la naturaleza, sino dotarlos de vida. Y en el segundo, Máscaras y miradas, Vidal trabaja las fotografías iniciales para acoplarles su simétrico con el que obtiene el personaje que quiere introducirnos. Cada pieza resultante tiene la belleza de la perfecta simetría, una belleza ideal y monstruosa que no existe en la naturaleza. Los rostros y miradas resultantes nos conectan, como un test de Rorschach, con personajes muy variados: los de la literatura fantástica de Lovecraft, los simios humanos de El planeta de los simios o los propios de culturas mayas y aztecas, orientales hindúes o africanas.

La exposición, que se puede visitar en la Sala Hort de Tramoieres del Jardí Botànic hasta el próximo 15 de octubre, ha sido producida por el Museu Blau-Museu de Ciències Naturals de Barcelona y tiene acceso libre y gratuito.

Más información: http://links.uv.es/56dkaUV