Jorge Sebastián: 'Incluir los nombres de Harvard y RCC como parte de tu firma te da un plus de atención'

  • Gabinete de la Rectora
  • 17 enero de 2024
 
Jorge Sebastian

Jorge Sebastián es profesor del departamento de Historia del Arte de la Universitat de València, y ha recibido becas de investigación del Real Colegio Complutense de Harvard University (RCC Harvard) en 2017 y 2018. Su investigación como historiador abarca diversos campos, como la representación visual del género en la monarquía hispánica de la Edad Moderna, o los estudios sobre la pintora Sofonisba Anguissola. Desde 2018, es Technical Manager de SILKNOW, un proyecto de investigación financiado por la Comisión Europea (programa Horizon2020).

¿Cómo conociste la existencia del Real Colegio Complutense en Harvard University?

Para ser historiador del arte, tengo una memoria realmente nefasta. En fin, que no lo recuerdo con claridad. Creo haber visto algo en un envío general de la Universitat. Pero ya hace tiempo, la verdad. La solicitud para mi primera estancia fue en primavera de 2016.

¿Qué te llevó a presentarte a la beca para estancias largas del RCC Harvard?

La cercanía a un profesor de historia del arte en Harvard, el que luego sería el “sponsor” de mis estancias, como dicen allí. Él me había dado clase hace bastantes años, y afortunadamente se acordaba de mí. Sin un aval de un miembro de su profesorado, no puedes presentarte. No es nada fácil conseguir que alguien de allí esté dispuesto a avalarte como investigador invitado, porque constantemente reciben solicitudes de todo el mundo. Pero si alguien te avala, y además consigues financiación con la beca del RCC, realmente es una oportunidad como para aprovecharla.

En tu caso, es la segunda vez que se te concede la beca para estancias largas. ¿Qué fue lo que te motivó volver a presentarte?

Bueno, había avanzado mucho en la consulta bibliográfica de mi proyecto pero seguían saliendo fuentes y derivaciones interesantes. Tanto en ese campo como en el de humanidades digitales, el escenario de congresos, eventos y publicaciones era (y sigue siendo) vibrante en toda la zona de la costa noreste: Boston, Nueva York, y muchos otros centros. Me fueron surgiendo contactos y posibilidades de colaboración interesantes, que me animaron a volver a intentarlo. El propio RCC entiende que cuesta tiempo establecer redes con instituciones de élite, no suele consistir en charlar una vez en un congreso y ya está. Así que tenía sentido ahondar en el surco ya abierto. Y ya sabía cómo funcionaban las cosas, era sencillo volver a intentarlo.

¿Puedes contarnos los principales puntos de tu investigación?

Mi proyecto principal es un libro sobre Sofonisba Anguissola, una pintora italiana que pasó 13 años en España, en la corte de Felipe II. Aunque fue una celebridad durante su vida, y su arte es particularmente interesante, luego cayó en el olvido, y ahora se la está recuperando. El Prado le dedica una exposición, con la que colaboro, en otoño de 2019.

También he dedicado tiempo a otros proyectos, en el área de humanidades digitales.

¿Qué ha podido aportar tus estancias en el RCC Harvard University a tu investigación?

Más allá de lo comentado en otros puntos, me ha permitido dar a conocer mi trabajo a colegas o editoriales que, de otra manera, pienso que me habrían prestado menor atención. Yo he notado que incluir los nombres Harvard y RCC como parte de tu firma te da un plus de atención. No es una regla absoluta, y por supuesto solo lo haces mientras estás allí. Pero se hace de notar.

¿Cómo valorarías en general la estancia en el RCC Harvard University?

Mi balance es muy positivo, pero hay que ser consciente de todos sus aspectos. Económicamente, es una inversión. Hay que poner dinero para examinarse del TOEFL, y sacarse el visado. Según departamentos y escuelas, te pueden pedir además un fee por aceptarte como usuario de sus recursos. Y como el nivel de vida allí es muy alto, aunque la dotación de la beca es buena, al final de todo, acabas poniendo algo de dinero. Dicho todo esto, una vez estás allí, la experiencia investigadora y académica compensa con creces esos sacrificios.

¿Qué ha sido lo más positivo de tus becas?

Bueno, en cualquier estancia, el hecho de apartarte (no tanto como querrías) de las tareas cotidianas de las clases y la gestión te ayuda a avanzar en investigación. Aparte de eso, el acceso a excelentes bibliotecas, y la actualización mediante congresos, eventos, conferencias... La vida cultural e intelectual en el campus (y en la región en general) es muy intensa, y siempre hay gente de primer nivel mundial que está allí de profesor invitado, dando unas conferencias, etc.

¿Y lo más duro?

¡El clima! Massachusetts, entre febrero y abril, definitivamente tiene poco que ver con Valencia. Tampoco hay que exagerar, todo está perfectamente acondicionado, pero para este mediterráneo, salir a la calle mientras nieva, o con hielo en las aceras… te hacen echar mucho de menos la terreta.

Por otra parte, para poder irme de Valencia tres meses tuve que acumular la mayor parte de mi docencia en un solo cuatrimestre, y claro, ese fue muy intenso.

¿Qué le dirías a otros compañeros que estén planteándose la posibilidad de realizar una beca como la tuya?

Evidentemente, depende mucho de cada persona, sus circunstancias familiares, sus temas de investigación, los recursos que necesite... Como idea general, si tiene o puede ir consiguiendo un aval de algún profesor de Harvard en su disciplina, le diría que adelante, mi experiencia es muy positiva.

¿Qué perspectivas de futuro tienes?

En las dos estancias que tuve, pude montar en el RCC unos mini-simposios sobre mi periodo y campo de investigación, para el público de la zona de Boston y alrededores. Salieron muy bien, teniendo en cuenta que es una iniciativa modesta. Este año ha sido la tercera edición, y esto va creciendo, así que espero poder hacerlo algo estable. Así serviría como una ocasión anual para acercar investigadores en temas hispánicos y artísticos, provenientes de ambas orillas del Atlántico.

Confío en que estos contactos también llevarán a que investigadores de allí vengan a Valencia. Es algo que todavía no se ha concretado, pero pienso que antes o después sucederá. Hay interés por nuestra historia y nuestro arte, así que, si facilitas vías de contacto, eso abre oportunidades también en la dirección inversa.