El documental de Gonzalo Ballester, ‘Ramón Gaya. La pintura como destino’ se emitió hace unos meses en el programa ‘Imprescindibles’ de la 2 de RTVE. Es la segunda película que este joven realizador dedica a la persona de Ramón Gaya, paisano suyo y también amigo. La primera, dedicada a los ‘Diarios venecianos’ del pintor lleva por título ‘La Serenissima’, data del 2006 y fue nominada en la categoría de “Mejor Cortometraje” en los Goya del 2007. 

Después de la proyección del documental se presentará el libro ‘Cartas a sus amigos’ (Pre-Textos, 2016) de Ramón Gaya. Muchas de estas cartas han de considerarse de la misma naturaleza e importancia que los ensayos del pintor murciano, y tal y como él mismo consideraba los dibujos de Rembrandt o de Goya respecto de los cuadros que ellos mismos pintaron. 

De acuerdo con Andrés Trapiello, “leídas de corrido, estas cartas dan la impresión de que nos hallemos ante una autobiografía, o cuando menos ante un autorretrato. Lo extraño es que esa autobiografía involuntaria (nada más alejado de Gaya que el propósito de contarnos su vida) esté hecha apenas con un puñado de cartas escritas en diferentes momentos y sin continuidad. Pese a ello, a través de ellas podemos imaginarnos toda su vida, tal y como ocurre con un pequeño fractal. Creo que el lector que no haya conocido a Ramón Gaya en vida, podrá hacerse también una idea bastante aproximada de su personalidad”. En definitiva, un conjunto que nos proporciona una secuencia cabría decir “autobiográfica” del pintor y escritor murciano. 

El acto está coorganizado por la Universitat, a través del Vicerrectorado de Cultura e Igualdad y la Editorial Pre-Textos, con motivo de su 40 aniversario. 

Sobre Ramón Gaya 
Ramón Gaya nació en Huerto del Conde (Murcia) en 1910, en el seno de una familia caracterizada por una vocación a la lectura y la cultura en general. Muy influido por esta circunstancia, dejó el colegio con tan solo diez años para dedicarse por entero a la pintura, siguiendo el consejo de los pintores murcianos Pedro Flores y Luis Garay. Entra en el mundo del arte precisamente a esa edad con una exposición colectiva regional, organizada por el Círculo de Bellas Artes de Murcia. Tuvo sus primeros contactos con el arte moderno a través de algunos pintores ingleses que traían reproducciones de lo que se hacía en París en aquel momento, como la obra de Picasso, Braque y Matisse.

En 1926 llega a Murcia el poeta Jorge Guillén, que funda con Juan Guerrero Ruiz la revista ‘Verso y Prosa’, en la que participarían muchos escritores de la llamada Generación del 27 como Lorca, Alberti, Aleixandre, Altolaguirre o Cernuda, entre otros, además del propio Gaya, quien colaboró con ilustraciones y escritos.

Durante su juventud viajó a París para conocer de cerca la obra de los vanguardistas del momento se convirtió en una tremenda decepción al tenerla delante, entonces su mirada se volvió al Museo del Prado, donde se encontraban Tiziano, Rembrandt, Velázquez o Rubens, los que son sus referencias pictóricas y maestros desde entonces.

La Guerra Civil fue uno de los acontecimientos más dramáticos a los que tuvo que enfrentarse. Desde el primer momento, se puso al servicio de la República, y participó en la mítica revista valenciana ‘Hora de España’ como único viñetista, en la que escribieron Antonio Machado, María Zambrano, Bergamín o Luis Cernuda.

El desenlace de la guerra supuso un duro golpe, ya que además de la derrota del bando republicano, sufrió la muerte de su mujer en un bombardeo. Tras pasar por un campo de concentración francés, consiguió llegar a México, donde permaneció diecisiete años en el exilio. Allí aumenta su producción artística de forma importante y realiza la mayor parte de sus homenajes a maestros como Tiziano, Picasso, Velázquez, Van Gogh, Cézanne o Rembrandt.

Gaya expuso en múltiples galerías y entre los galardones que alcanzó destacan el Nacional de Artes Plásticas, concedido en 1997, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes madrileño, el nombramiento en 1999 de Ramón Gaya como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia o el Premio Velázquez 2002. Ramón Gaya falleció en 2005 en su domicilio de Valencia.