La apuesta por una programación variada que incluya nuevas propuestas escénicas emergentes es sin duda uno de los atractivos de esta primera edición de la Bienal, que subió el telón a las 17:30 horas, con Assaig, Grup de Teatre de la Universitat de València y un fragmento de En defensa de la cultura 1937-2018. El director y dramaturgo valenciano Javier Sahuquillo homenajea, a través de esta obra, el ochenta aniversario del II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, que se celebró en Valencia en plena guerra civil en 1937 y que congregó a más de un centenar de intelectuales internacionales en la ciudad del Turia, entonces capital de la Segunda República. 

El Aula de Teatro de la Universidad de Alicante representó la obra En defensa. Un concierto de despedida, de Lola Blasco, a les 18:15 horas. La dramaturga alicantina, Premio Nacional de Literatura Dramática 2016, toma como referente las Tristia de Ovidio y presenta una obra con un fuerte componente reflexivo, que aborda la incertidumbre y la frustración que viven los jóvenes marcados por la precariedad laboral, el exilio y la aceptación de la mediocridad.

La antigua Grecia tuvo su espacio en la Bienal a partir de las 19 horas. El Aula de Teatro de la Universidad Pompeu Fabra representó Antígona, de Sófocles, y trasladó a nuestros días los eternos dilemas humanos merecedores de un análisis actual, como son la oposición de ley y moral y la de sensatez e ideales.

A las 19:45 horas fue el turno del Grupo de Teatro de la Universidad Miguel Hernández de Elche con la función Una mirada, un pensament, basada en poemas de Vicent Andrés Estellés. El director, Adán Rodríguez, ha emprendido el reto de transformar la poesía en teatro con este espectáculo, que enarbola un canto antifascista y una fuga a través del teatro y de la poesía que alterna las imágenes de la represión y de la desesperanza con las del amor y la dignidad humana.

Qué es i qué no es arte es la pregunta que plantea el Grupo de Teatro de la Universidad Internacional de Cataluña con la obra Quin Quadre!!!, que se representó en La Nau a las 20:45 horas. La obra, de redacción colectiva, transmite un mensaje vital cargado de juventud, música y humor, que cuestiona los límites de la consideración artística en la sociedad.

Ya a las 21:30 horas, la maratón de teatro cerró el programa de este año con la obra Mary de Frankestein, una adaptación libre de Frankenstein o el Prometeo moderno, de la dramaturga británica Mary Shelley. El Aula de Teatro de la Universidad Politécnica de Valencia contó la historia de un engendro femenino, creado por un monstruo, de nombre Mary. Una historia de soledad, desolación e ira como única forma de defender la dignidad.

Esta primera edición de la Bienal también ha creado un espacio de formación teatral. Así, los grupos de teatro universitarios compartieron conocimientos, experiencias y se formaron a través de diferentes talleres y cursos que se organizarán en el marco de la actividad.