La nobleza valenciana del siglo XVI era poco numerosa y menos rica que la catalana y la aragonesa

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 17 diciembre de 2019
 
Pablo Pérez García, catedrático de Historia Moderna de la Universitat de València.
Pablo Pérez García, catedrático de Historia Moderna de la Universitat de València.

Un estilo de vida ostentoso y la deficiente administración de sus bienes aceleraron la pérdida de poder económico de la nobleza en el Reino de Valencia, según una investigación llevada a cabo por Pablo Pérez García, catedrático de Historia Moderna de la Universitat de València (UV). El reforzamiento del Absolutismo también menguó la influencia de las aproximadamente 2.000 personas que formaban el estamento aristocrático o militar valenciano. La UV ha celebrado este mes un congreso dedicado a la Germanía, una gran revuelta social de cariz antinobiliario, por su 500 aniversario.

La investigación pone de manifiesto que esta delicada coyuntura económica de la aristocracia contrastaba con su poder material, dado que poseía el 67% de los municipios del Reino de Valencia, lo que representaba el 55% del territorio. En total, ejercía su autoridad señorial sobre el 47% de la población a lo largo de toda la geografía valenciana. Sin embargo, Pérez García señala que las posesiones agrarias de la nobleza aragonesa o catalana eran de mucha mayor extensión y potencial económico. 

El artículo «La nobleza valenciana del Quinientos. Dimensión social y nomenclatura», publicado en la revista e-Spania, indica las fuentes de ingresos a las cuales recorrían para conservar su elevado tren de vida, que incluían los servicios al rey, las inversiones en negocios y capitales y el arrendamiento de impuestos.

El estudio también revela las razones detrás de la crisis política que atravesaba la nobleza en el siglo XVI. A diferencia del resto de aristocracias europeas, la valenciana no participó en ninguna gran empresa militar, como la conquista de América. Además, el ascenso del absolutismo monárquico era en buena medida incompatible con las prerrogativas reservadas a la nobleza. A estos factores se suman las revueltas ciudadanas que se produjeron a principios de siglo, como las Germanías, y el fuerte impacto de la inflación secular.

El autor destaca que la nobleza articuló herramientas jurídicas para evitar una atomización de sus propiedades que pudiera repercutir en una mayor pérdida de poder de las familias nobiliarias. Particularmente, estructuraron tres mecanismos para mantener su posición social. El primero fue la herencia universal y la vinculación, es decir, la obligación de conservar los bienes de forma perpetua dentro de la familia. El segundo lo formaba la circulación de las dotes dentro de los mismos linajes. Por último, Pérez García menciona el privilegio marital, que habilitaba a los nobles viudos a retener la dote de su esposa muerta sin descendencia.

El estudio calcula que la nobleza del Reino de Valencia estaba formada por unos 2.000 jefes de linaje a comienzos del siglo XV, lo que representaba en torno a un 0.6% de la población total, hasta un 2% si contamos a todos los miembros de la familia. Este porcentaje era similar al del resto de los territorios europeos, pero menor que en Castilla, donde la nobleza podía llegar a constituir hasta un 10% de la población.

La aristocracia también sufrió una crisis cultural y de identidad, afirma el texto, puesto que no estuvo al mismo nivel que la nobleza europea y peninsular a la hora de liderar las manifestaciones culturales propias de Renacimiento, en materias como la literatura, el urbanismo, las artes o la música, entre otros. Un ejemplo de esta situación fue que la nobleza valenciana no se involucró en la conversión religiosa de sus vasallos moriscos, contribuyendo, de este modo, a legitimar su expulsión y exilio. Esta situación permitió a los nobles y señores de vasallos «socializar» sus propias pérdidas económicas como élite dominante.

La investigación también identifica una serie de diferentes tratamientos de cortesía que recibían los miembros de la nobleza, lo cual puede servir como guía para situar a los individuos de la época dentro de una jerarquía o escala social. Por ejemplo, se utilizaba el tratamiento noble don para la nobleza mayor y magnífic mossèn para la nobleza menor, los caballeros.

 

Congreso sobre la Germanía de València

La Universitat de València ha organizado entre los días 2 y 4 de diciembre el seminario de investigación titulado La Germanía, 500 años. Un conflicto entre dos épocas. Las jornadas, coorganizadas por Pablo Pérez García, abordaron las causas de esta reivindicación popular, que supuso la muerte de cerca de 12.000 personas en el campo de batalla y de un millar de condenas a muerte. La revuelta fue encabezada por los burgueses, profesionales liberales y menestrales, quienes denunciaban una naturaleza aristocratizante de la sociedad valenciana de principios del siglo XVI. Entre otros muchos objetivos, la Germanía intentó que el pueblo contara con dos representantes dentro del llamado Consejo Secreto de la ciudad, órgano de gobierno de València, hasta el momento integrado exclusivamente por miembros de la nobleza y del patriciado urbano.

 

Artículo:

Pablo PÉREZ GARCÍA «La nobleza valenciana del Quinientos: lo social y su nomenclatura», e-Spania [En línea], 34, publicado el 9 de octubre de 2019. URL: http://journals.openedition.org/e-spania/32914. DOI: 10.4000/e-spania.32914

 

Pie de foto anexo: Retrato de grupo de la nobleza valenciana que formaba parte del brazo militar, realizado al fresco por el pintor saboyano Francesco Posso (c. 1593). Salón de Corts del Palau de la Generalitat Valenciana.

Imágenes: