El concierto, que empezó a las 19:30 horas, incluyó piezas de Debussy, Mozart y Schumann, y se dividió en dos partes. Una primera con la flauta travesera como instrumento central y una intervención sinfónica menor, y una segunda donde participó la plantilla completa de la Orquestra valenciana.

El ‘Preludio a la siesta de un fauno’ de C. Debussy, abrió la primera parte que continuó con el ‘Concierto para flauta y orquesta n.º 1 en sol mayor K313’. En esta pieza destacó la intervención de la valenciana Amalia Tortajada, flauta de la Orquesta Gulbenkian de Lisboa desde el 2012 y exmiembro de la Orquestra Filharmònica de la Universitat quien actúa como solista.

Mientras, en la segunda parte la Orquestra interpretó ‘Sinfonía n.º 1 (‘Primavera’) en si bemol mayor, opus 38’ de Robert Schumann, la primera de las cuatro sinfonías que compuso el autor alemán en la primera mitad del XIX.

Se trata, en definitiva, “de un repertorio muy particular que requiere una gran habilidad musical para cambiar totalmente la articulación interpretativa en cada movimiento, en cada pieza, y en tan poco intervalo de tiempo”, sostiene la directora, quien se presentó ante su segundo concierto de apertura de curso “muy ilusionada” después de un año al frente de la Filharmònica valenciana.