El Palau de Cerveró de la Universitat acoge una exposición sobre los tóxicos del entorno

  • Vicerectorado de Cultura y Sociedad
  • 3 abril de 2019
 
Instalación 'El baño' Resina acrílica y plástico.
Instalación 'El baño' Resina acrílica y plástico.

El Palau de Cerveró de la Universitat de València inauguró el día 2 de marzo, en el Palau de Cerveró de la Universitat de València ‘Tóxicos (in)visibles’, una exposición que conjuga proyectos de investigación en historia de la ciencia, salud pública y arte alrededor de los tóxicos que día a día continúan en nuestro entorno, aunque pasen a menudo desapercibidos. La exposición está organizada por el Vicerrectorado de Cultura y Deporte de la Universitat y el Instituto Interuniversitario López Piñero con la colaboración de la Societat Catalana d’Història de la Ciència i de la Tècnica.

Comisariada por los profesores Ximo Guillem Llobat, Antonio García Belmar e Imma Mengual, la exposición es el resultado de un proyecto de investigación que combina una aproximación histórica, desarrollada por un equipo interdisciplinario de profesores de las Universidades de València y Alicante y de investigadoras de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO) y otro artístico hecho a ocho manos por los artistas, investigadores e investigadoras de la Universidad Miguel Hernández Imma Mengual, M.ª José Zanón, Juan Fco. Martínez Gómez de Albacete y David Vila.

A través de materiales como el mercurio, el amianto, los plaguicidas o los humos contaminantes, Tóxicos (in)visibles indaga en el carácter contingente y socialmente construido de la toxicidad. Quiere así desvelar algunos de los mecanismos a través de los cuales los diversos protagonistas, bajo la presión de fuertes intereses políticos, económicos y académicos, interaccionan para visibilizar la toxicidad de una sustancia o, por el contrario, por invisibilizarla, mediante la producción activa de ignorancia sobre sus efectos en la salud y el medio ambiente. La exposición combina la reflexión general sobre los tóxicos con el análisis detallado de ejemplos concretos, especialmente significativos, como la intoxicación por mercurio de Minamata (Japón), el arseniato de plomo del primer franquismo, los conflictos provocados por los humos onubenses a finales del siglo XIX y el desarrollo de la empresa Uralita durante el siglo XX.

Estos ejemplos muestran que la definición y la percepción de la toxicidad de cada uno de estos productos han cambiado en el espacio y el tiempo, y que estos cambios a menudo han llevado a peligrosas e innecesarias exposiciones a tóxicos de amplios sectores de la población y especialmente de aquellos más vulnerables. La exposición asigna un papel destacado a las diferentes formas de resistencia de las víctimas y a la especial vulnerabilidad de determinados sectores, como por ejemplo la población infantil, trabajadores y trabajadoras, clases populares, etc. Pero también trata la connivencia entre las élites políticas y económicas en el establecimiento de regulaciones que favorecen la desigual distribución del riesgo tóxico.

Las instalaciones artísticas producidas por el equipo dirigido por la profesora Imma Mengual combinan materiales como polímeros, plomo, resinas, bronce, latón... y tratan de interpelar el público con objeto de provocar una reflexión sobre el hecho de convivir con la normalidad tóxica [in]visible que el mundo industrial ha llevado a nuestras vidas con consecuencias a muy largo plazo.

La doble mirada, histórica y artística, ofrece claves para desenmascarar los conflictos sociales que se esconden detrás la invisibilidad de los tóxicos.