Paralelismos con la República Romana en época de pandemias

  • Gabinete de la Rectora
  • 15 mayo de 2020
 

El profesor de la Facultad de Derecho, Alejandro Valiño, explica las similitudes entre el actual estado de alarma en el que vivimos para frenar la expansión del coronavirus con las medidas extraordinarias adoptadas durante la República Romana para hacer frente a situaciones de calamidad pública.

La pandemia mundial por la COVID-19 ha provocado que desde el 14 de marzo se estableciera el estado de alarma en España que decretó el confinamiento de la población con el fin de contener la expansión del coronavirus. Situaciones extremas como ésta también se vivieron en época romana, como nos lo explica el catedrático de Derecho Romano, Alejandro Valiño.

Así, las normas dispuestas por parte de quienes ostentaban el poder político en el mundo romano cuando aparecían las frecuentes epidemias comportaban para los ciudadanos una restricción de sus derechos individuales, situación semejante a las disposiciones promovidas por el gobierno español desde la declaración del estado de alerta.

La medida más recurrente en los primeros siglos de la Republica Romana (509 a.C.-27 a.C.) fue el nombramiento de un dictador, un magistrado con poderes extraordinarios que contaba, por un tiempo máximo de seis meses, con un mayor margen de maniobra que el que era propio de las magistraturas ordinarias, cuyo ejercicio quedaba suspendido mientras el dictador siguiera en el cargo. De esta manera, se restringían temporalmente los derechos de los ciudadanos romanos, detalla el profesor de la Facultad de Derecho.

'Las causas más frecuentes que motivaban el recurso a la dictadura fueron la amenaza exterior y las convulsiones políticas internas, pero no faltan los casos en que la propagación de una epidemia obligó a la adopción de esta medida, no tanto por conferir al dictador atribuciones en el ámbito sanitario, sino con el fin de ser más eficaz en la lucha contra sus efectos devastadores’, asevera Alejandro Valiño.

Así, las fuentes informan de episodios en los que el ejército romano quedó altamente diezmado por la epidemia, quedando así expuesto a ataques exteriores que dieron ocasión al nombramiento de un dictador. En otros casos, puntualiza Valiño, el nombramiento de un dictador por causa de epidemia se producía en circunstancias de máxima desesperación. Esto se explica, según puntualiza, ‘a que las epidemias eran sentidas por los romanos como un castigo divino derivado de la impía despreocupación en el seguimiento del ritual religioso marcado por la tradición’.

La primera vía de solución para aplacar la cólera divina era de orden religioso. Como afirma el catedrático de Derecho Romano, en el año 365 A.C., por ejemplo, se recurrió a un ceremonial llamado lectisternium, que consistía en un banquete al que eran invitadas idealmente significativas deidades del Panteón romano. En aquella ocasión, sin embargo, la epidemia fue tan devastadora que, por consejo de los más ancianos, se recurrió al nombramiento de un peculiar dictador específicamente denominado clavi figendi causa (con el fin de clavar un clavo) en uno de los muros del templo de Júpiter Óptimo Máximo. Se trataba de una práctica sustentada en una lex de clavo pangendo (ley de inserción del clavo), que hacía así las veces de talismán para poner fin a una situación tan dantesca.

El nombrado fue Lucio Manlio Imperioso, quien, una vez cumplido el ritual, quiso continuar en el ejercicio de ese poder tan intenso, frente a lo cual reaccionaron los tribunos de la plebe, imponiéndole la inmediata dimisión. Alejandro Valiño señala que ‘aquel anómalo y peculiar recurso a la institución de la dictadura no constituyó un hecho aislado, pues las fuentes nos informan también de otros episodios que dieron lugar a la designación de un dictator clavi figendi causa con idéntica finalidad: aplacar la ira divina en un clima de notable superstición religiosa’.

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Este contenido ha sido elaborado por el área de comunicación institucional del Gabinete de la Rectora de la Universitat de València con la colaboración del Facultad de Derecho.