La Universitat participa en la descripción de los cambios genéticos en el sur de la península ibérica de hace 4.200 años

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 18 noviembre de 2021
 
Poblado fortificado de La Bastida (Totana, Murcia). Es uno de los asentamientos más grandes y mejor excavados de El Argar (2200-1550 a.n.e..). Autoría: ©ASOME-UAB
Poblado fortificado de La Bastida (Totana, Murcia). Es uno de los asentamientos más grandes y mejor excavados de El Argar (2200-1550 a.n.e..). Autoría: ©ASOME-UAB

El tercer milenio antes de nuestra era (a.n.e) produjo transformaciones sustanciales visibles en las poblaciones europeas. Un estudio publicado en Science Advances, dirigido por el Max-Planck Institute for Evolutionary Anthropology en el que participan investigadores de la Universitat de València y de la de Alicante, documenta la llegada de los ancestros genéticos de los humanos actuales al sur de la península ibérica, en el surgimiento de la cultura de El Argar, hace unos 4.200 años. En el trabajo participa Domingo C. Salazar, investigador de la Universitat de València.

“Con cada nuevo estudio de arqueogenética se va intuyendo que las poblaciones prehistóricas eran mucho más dinámicas de lo que tradicionalmente se ha considerado”, apunta Domingo C. Salazar García. “Las sociedades que desde el presente enmarcamos mentalmente de forma simplona como del Cobre o del Bronce fueron probablemente mucho más diversas y complejas de lo que nos podemos imaginar”, reflexiona el médico e historiador valenciano, que trabaja desde hace años en los yacimientos estudiados.

El tercer milenio a.n.e. es un periodo muy dinámico en la prehistoria de Europa y Asia occidental, caracterizado por cambios sociales y políticos a gran escala. En la península ibérica, la Edad del Cobre, hace unos 4.500 años, estaba en pleno apogeo, con un importante crecimiento demográfico, atestiguado por una gran diversidad de asentamientos y fortificaciones, estructuras funerarias monumentales, así como grandes asentamientos de más de 100 hectáreas. Por razones que aún no están claras, la segunda mitad del milenio experimentó un despoblamiento y el abandono de los asentamientos.

En el sureste de la península ibérica surgió, en torno al 2.200 a.n.e., una de las entidades arqueológicas más destacadas de la Edad del Bronce europea: la cultura de El Argar, una de las primeras sociedades de nivel estatal del continente europeo. Esta sociedad se identifica con sus grandes centrales en cerros, una cerámica diferenciada, armas especializadas y artefactos de bronce, plata y oro, junto con un rito funerario intramuros, con enterramientos y hábitats integrados en un mismo espacio.

El nuevo estudio ha explorado la relación entre los cambios demográficos a gran escala y los principales cambios sociales y políticos del tercer y segundo milenio a.C., mediante el análisis de los genomas de 136 individuos que vivieron hace entre 3.000 y 1.500 a.n.e. (96 de la Edad de Bronce de El Argar y otras sociedades contemporáneas, 34 de la Edad de Cobre y 6 del Bronce Tardío). Incluyendo los genomas publicados de la península ibérica, el nuevo estudio abarca datos de casi 300 individuos prehistóricos.

“Aunque sabíamos que la llamada ascendencia esteparia, que se había extendido por Europa durante el tercer milenio a.n.e., acabó llegando al norte de la península ibérica en torno al 2.400 a.n.e., nos ha sorprendido ver que todos los individuos prehistóricos del periodo de El Argar portaban una parte de esta ascendencia, mientras que en los individuos de la Edad del Cobre está ausente”, afirma el investigador del Max Planck Wolfgang Haak, autor principal e investigador del estudio.

Los datos genómicos revelan algunos de los procesos que subyacen tras este cambio genético. Mientras que el grueso del genoma muestra que los individuos de la Edad del Bronce son una mezcla de ascendencia de población local de la Edad del Cobre y una parte menor de ascendencia entrante del continente europeo, los linajes del cromosoma y heredados por vía paterna muestran un cambio completo, vinculado al movimiento de ascendencia esteparia que también es visible en otras partes de Europa.

 

Implicaciones sociales

Es posible que el cambio genético fuese provocado por diversos factores y no sólo por la migración de grupos del norte y centro de la península ibérica. Posiblemente contribuyó el deterioro climático que afectó al Mediterráneo oriental hacia el año 2.200 a.n.e. Otros de estos factores podrían ser las pandemias, como una forma temprana de la peste, que se ha evidenciado en otras regiones de Europa en esa época.

“Es lógico pensar que las personas que vivieron en esos periodos interactuaban con personas de otras culturas y lugares, si bien el tipo de interacción no queda claro del todo mediante análisis genéticos. ¿Fueron interacciones violentas, mercantiles, culturales? Para intentar responder a eso hay que recurrir al estudio del registro arqueológico”, señala Salazar García.

En este sentido, si bien el registro arqueológico del grupo de El Argar muestra una clara ruptura con las tradiciones de la Edad del Cobre anteriores, no ocurre así en el ámbito valenciano. “Hasta fechas recientes, se asumía que durante la Edad del Cobre los enterramientos en el ámbito valenciano se definían por el ritual de inhumación colectiva en el interior de cuevas naturales, mientras que, a partir de la Edad del Bronce, su número se reducía drásticamente y pasaban a localizarse en el interior de unos pocos poblados. Sin embargo, este estudio señala la perduración del ritual en cueva”, apunta Gabriel García Atiénzar, investigador de la Universidad de Alicante.

 

Artículo: Vanessa Villalba-Mouco et al. «Genomic transformation and social organization during the Copper Age-Bronze Age transition in southern Iberia». Science Advances 17 Nov 2021. Vol 7, Issue 47. DOI: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abi7038