La presentación se ha realizado en el Centre Cultural La Nau y ha contado con la participación de Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y Deporte; Josep Vidal, jefe del Área de Sistemes Informacionales de la Universitat de València; Adrià Besó, conservador de Patrimonio Cultural de la Universitat de València y David Sánchez, técnico del área de Patrimonio Cultural de la Universitat de València. El objetivo de la Universitat es reunir todas sus colecciones de patrimonio cultural y científico en un único portal  para hacerlas accesibles a la sociedad.

“En esta primera fase inicial se presentan cuatro grandes colecciones: plantas vasculares, aves, aparatos electrónicos de la colección de historia de las TIC y la colección histórico artística, pero el número de piezas se ampliará en diferentes fases”, apunta Antonio Ariño sobre este archivo único digital creado por la Universitat de València, que ya ha incorporado 133 colecciones, cerca de 343.000 fichas documentales, 8.000 fichas con información gráfica y 10 exposiciones virtuales. Por su parte, Adrià Besó ha manifestado que “hay que destacar la función social de la plataforma, que permite que las colecciones universitarias sean conocidas y valoradas por toda la sociedad con el objetivo de visibilizar el patrimonio histórico en conjunto de la Universitat de València”.

El programa elegido para llevar a cabo el proyecto ha sido OMEKA, una plataforma de software y acceso libre de código abierto, que ha sido adaptada por el Servicio de Informática de la Universitat de València a las necesidades y objetivos propios de la institución. La aplicación  permite crear diferentes modelos de fichas de acuerdo con la naturaleza y particularidades de cada una de las colecciones. La información está alojada en servidores propios de la Universitat de València con el objetivo de implementar los protocolos de seguridad de datos electrónicos de la institución.

La plataforma presenta dos vertientes, una pública, donde se muestran campos de interés general de cada objeto, y otra de gestión, que permite almacenar gran cantidad de datos y de información y que solo es visible a nivel interno y también puede estar al alcance de las personas investigadoras que lo requieran.

Esta herramienta digital permite presentar obras tan importantes y emblemáticas de la Universitat como la Virgen María de la Sapiencia, pintada a los inicios del Renacimiento, en 1616, por Nicolau Falcó, y otras menos conocidas como dos cuadros de la serie ‘Juegos de niños’ del pintor Francisco de Goya pintados hacia 1780. La colección de aves perteneciente al Museo de Historia Natural de la Universitat muestra algunas especies procedentes de la Albufera de Valencia, disecadas a finales del siglo XIX y que han desaparecido del ecosistema. También en los registros de la colección de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación se presentan piezas como el primer computador que se instaló en la Universitat u otras de recuerdo como el Spectrum, que significó el primer acceso a la informática para muchos hogares a mitad de la década de los ochenta del siglo XX.

Después de esta primera fase, el trabajo conjunto entre diferentes unidades de la Universitat de València: el Área de Patrimonio, el Servicio de Informática y los responsables de las diferentes colecciones universitarias para inventariar y publicar todas las colecciones, continúa. Además de la calidad y singularidad de muchas de sus obras y objetos, las colecciones de la Universidad destacan por el número de registros, que se calcula que supera el millón. 

Esta herramienta permitirá, por tanto, disponer de un inventario completo del importante patrimonio cultural de la Universitat que integra colecciones de carácter heterogéneo, puesto que, por ejemplo, el patrimonio científico médico es muy importante y casi exclusivo de las universidades. Por otro lado este conocimiento permitirá poner en común el rico y poco conocido patrimonio universitario con otras comunidades universitarias españolas e internacionales, que comparten con la Universitat de València la posesión de un patrimonio cultural de características específicas.

La Declaración de Berlín de 2003 sobre el acceso abierto al conocimiento en ciencias y humanidades, subscrita a estas alturas por más de quinientas universidades europeas, entre ellas la de Valencia, planteaba el recurso a Internet como “oportunidad de construir una representación global e interactiva del conocimiento, incluyendo el patrimonio cultural, y la perspectiva de acceso a escala mundial”. El objetivo era estimular a las instituciones depositarías de patrimonio cultural a apoyar al acceso abierto y a distribuir sus recursos a través de internet. Otras instituciones como la sectorial de cultura de la Conferencia de Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) también apoyan a la visibilització del patrimonio por parte de las universidades.