La Universitat de València se suma a la tolerancia cero con la mutilación genital femenina

  • Área de Cooperación
  • 13 febrero de 2019
 
Taller de agricultura con mujeres burkinesas

La Universitat de València se suma al rechazo social generalizado por la mutilación genital a niñas y adolescentes, práctica aún no erradicada en numerosos países africanos, especialmente entre los del África Subsahariana.

Recientemente se han podido conocer nuevos casos de ablación del clítoris a menores en zonas rurales al sur de Burkina Faso; casos que afectan a la comunidad de mujeres con la que viene trabajando y colaborando la Universitat de València a través de proyectos como el de formación para el emprendimiento de mujeres del ámbito rural en Gaoua, Burkina Faso.

La ONG burkinesa APFG (Association pour la Promotion Féminine de Gaoua au Burkina Faso), organización de mujeres con la que colabora la Universitat desde 2009, alertaba el pasado mes del significativo y preocupante aumento de niñas y jóvenes de Gaoua sometidas a la ablación.
Las primeras constataciones las realizaban las autoridades educativas de la zona, al observar la ausencia repetida de muchas escolares. Los servicios sociales se desplazaron a algunos domicilios y tras la investigación correspondiente encontraron las pruebas de esta práctica de mutilación, prohibida en el país desde 1996.

Un informe elaborado con carácter de urgencia por el administrador de Asuntos Sociales de Gaoua, y que cuenta con la supervisión del Ministerio de la Mujer de Burkina, entre otros organismos e instituciones, establece que sólo se conocen los casos de las jóvenes escolarizadas (hasta 37 según denunciaba el director del centro), dado el alto número de chicas sin escolarizar, y que hace temer que la cifra supere las más de 80 afectadas. En concreto, se han detectado casos de ablación en 35 alumnas de la escuela primaria del pueblo de Kuekuera, próximo a la comuna de Périgban, al sur del país.

Hasta un total de cuatro comunas (Niamina, Kampti, Loropéni y Périgban) se han visto afectadas por este nuevo repunte en diversas de sus localidades. A través de un plan de intervención de urgencia llevado a cabo por las autoridades se ha logrado recoger a 32 de las jóvenes afectadas y se continúa buscando a nuevas afectadas para tratar de evitarles un doble sufrimiento.

Pese a la buena predisposición de las autoridades burkinesas a luchar contra esta práctica aberrante y poner los recursos de los que dispone el Estado a disposición de las víctimas, los equipos de intervención encuentras serias dificultades para ejercer su labor, especialmente a nivel económico (para sufragar los gastos de desplazamiento, cuidado, alimento y alojamiento de las víctimas, etc.).

Las perspectivas de tratamiento de estos casos de ablación pasan por diferentes acciones que incluyen formular un proyecto de apoyo y atención psicosocial de las víctimas, para garantizar su reinserción escolar; persecución a nivel judicial de los autores cómplices; refuerzo de la vigilancia en las comunidades en riesgo de esta práctica y realizar sesiones de promoción de conducta entre los líderes comunitarios (cargos electos, líderes religiosos, prensa local, etc.).

Un estudio de la Fundación Wassu afirma que 18.000 niñas residen en nuestro país procedentes de países donde se practica la mutilación genital femenina. El control de las salidas a los países de origen, así como el trabajo en talleres con sus madres y padres, intentan cambiar la mentalidad subyacente a este brutal atentado contra las mujeres de estos países.

La ablación es un acto destinado a privar de placer a las mujeres, mutilando su clítoris al llegar a la pubertad. Con la mutilación genital femenina se somete y codifica a la mujer, sin ningún tipo de justificación de tradición religiosa.

La Universitat de València muestra su rechazo más profundo a estas prácticas y reitera su compromiso con la igualdad entre la mujer y el hombre, así como con la cooperación. Con esta voluntad se está llevando a cabo un convenio en zonas en vías de desarrollo, en concreto con el Riff, destinado a que el profesorado del ámbito de la salud de la institución coopere en la mejora y desarrollo de la salud sexual de las mujeres. Solo la educación puede acabar con prácticas culturales atentatorias contra los derechos humanos de las mujeres sometidas a la brutal mutilacion y privación del placer.

Uno de los países más pobres del mundo

Burkina Faso es uno de los países más pobres del mundo. Según la ONGD Intervida, sólo el 16% de las niñas llega hasta la secundaria, una cifra que deja los niveles de alfabetismo femenino en estado crítico. El acceso al sistema educativo, rezagado debido a importantes problemas estructurales y culturales, ni siquiera es igual para los dos sexos, sino que las mujeres se traen la peor parte.

En un contexto de pobreza extrema, al cual se debe de la principal causa de abandono de la escuela, junto con costumbres y hábitos lejos de favorecer el desarrollo educativo, social y económico de la mujer, esta queda relegada, desde niña, a tareas domésticas. Matrimonios forzosos y embarazos precoces son otras de las causas que traen a las familias a sacar sus hijas del colegio.

El sur del país, en el que se encuentra la provincia de Gaoua, cuenta con una mayoría cristiana y una situación política y social pacificada respecto al norte, donde el terrorismo islámico intenta de manera sistemática, a través de amenazas y atentados, socavar el poder del gobierno del país.

No obstante, en un clima generalizado de escalada de las acciones terroristas en el país y de radicalización, el Estado se vio obligado el pasado 31 de diciembre a decretar el estado de emergencia. Como resultado, el descontento generalizado de la población, cientos de desplazados y conflictos étnicos que no se vivían desde hacía más de cuatro años.

Galería de imágenes

Archivada en: Fundació General UV