Entre las conclusiones del informe se encuentra que la elección de los estudios “reproduce los estereotipos de género en las carreras STEM”. También que a medida que aumenta el rango académico, la presencia de la mujer en la universidad se reduce. Así, menos de una tercera parte de los investigadores principales en proyectos de investigación son mujeres. Por otro lado, solo una tercera parte de las tesis doctorales están dirigidas por mujeres.

El informe constata que los órganos de gobierno universitarios están masculinizados y en muchos casos las mujeres ocupan lugares con menos poder de decisión. Y que el personal de administración y servicios universitario es un colectivo feminizado, pero la mayoría de los altos cargos está ocupado por hombres.

Ante esta situación, y dando continuidad en la Declaració de Castelló firmada el 26 de noviembre de 2018 para reducir los desequilibrios y las desigualdades de género en las universidades, el Consell de la Xarxa Vives ha acordado avanzar hacia la presencia paritaria de mujeres y hombres a los órganos de la universidad y promover que a los consejos sociales de las universidades (en las que exista) y en otros órganos vinculados a la universidad también se respete esta paridad cuando se renuevan los miembros.

También se adoptaron acciones y definir políticas universitarias para corregir las desigualdades de género diagnosticadas en las universidades a través de sus planes de igualdad. E impulsar líneas de investigación sobre la relación que puede haber entre la desigualdad de género y la calidad en las universidades.

El Consell ha decidido promover normativas que facilitan una conciliación y corresponsabilidad efectivas del personal universitario, así como impulsar medidas para aumentar la participación de las mujeres en la dirección de proyectos de investigación y de tesis doctorales, y mejorar los procesos de captación, promoción y retención del talento femenino.

El informe sobre el sesgo de género se puede consultar clicando aquí.