Conte
contat, conte il·lustrat
“Vaig
tindre la sort de nàixer a Quart de Poblet, poble de
la maltractada Horta de València, allà pel desembre
del 68”.
De esta forma comienza su biografía Josep Vicó.
Dibujante e ilustrador de libros infantiles, nos ha mostrado
sus obras durante el mes del libro en la Casa de la Cultura.
Para él, aunque ha realizado exposiciones en otros lugares,
ésta es especial porque asegura que, aunque actualmente
no vive en el pueblo, Quart es “el meu poble i
em considere d’ací. Això que puguen vindre
els meus amics de tota la vida, la família, fa que em
trobe a casa.”
Así se demostró el 31 de marzo en la presentación
de Diccionario Visual, un diccionario infantil publicado por
la editorial Bromera y Algar, y que reunió a un público
de más de 150 personas. Hacía tiempo que el salón
de actos de la Casa de la Cultura no estaba tan lleno.
El
diccionario es un album ilustrado que pretende enseñar
a leer las imágenes y acercar a los niños un vocabulario
básico enmarcado en unas situaciones muy habituales.
Las horas del día, las figuras geométricas, los
colores, educación vial, etc., se muestran a través
de una familia ficticia que se va repitiendo a lo largo de las
páginas y que pasa por diferentes situaciones. Para Vicó,
este trabajo ha sido muy gratificante ya que, según asegura,
ha tenido una gran libertad a la hora de crear y poder recurrir
a imágenes basadas en su propia vida y recuerdos. Y parece
que esto funciona, ya que solo ese día se vendieron más
de 70 ejemplares del libro.
Posterior a la presentación, en el piso inferior, daba
comienzo la exposición “Conte contat, conte il•lustrat”
donde Vicó nos mostraba algunos de sus trabajos realizados
para otros libros infantiles. A pesar de una aguda afonía,
Vicó presentó su libro dando a los padres una
herramienta más para la educación de sus hijos
y a los niños una posibilidad para aprender divirtiéndose.
“La idea és que es puga jugar amb ells, que no
descobrisquen les coses en solitari, sinó que haja una
interacció i que els pares compartisquen eixe primer
contacte amb el llibre”, afirma Vicó añadiendo
que uno de los objetivos es que los niños vean
“el procés de creació d’un llibre.
Els dibuixos són una part del llibre, no una pàgina
més. Hi ha l’autor i l’il•lustrador.
Moltes vegades això es deixa a una banda.”
Quiero
dedicarme a dibujar
Pero, ¿cómo se llega a ser ilustrador de libros?
En el caso de Vicó fue una cuestión de decisión:
estudió la carrera de Geografía e Historia, rompiendo
la mano con caricaturas de los profesores, y al acabarla, simplemente,
sabía que quería dibujar. Y así lo hizo.
Con una carpeta de dibujos bajo el brazo no tuvo que esperar
mucho a que una editorial se los publicara ya que en la primera
visita le encargaron su primer libro. “Jo tenía
molt clar que el meu estil era el dibuix infantil”, añade
Vicó destacando que los dibujos “influïxen
molt als xiquets. Jo recorde els meus llibres de quan era nano
per les il•lustracions, per això a l’hora
de dibuixar no il•lustraria mai llibres que anaren en
contra de la meua coherència o que jo pensara que influïren
de manera negativa”.
En el trabajo de Vicó se incluyen obras de narrativa,
de aventuras, didácticos o de libros de texto. Cada uno
con sus características, aunque, según él
“els llibres de text són un poc la germana lletja
del tema perquè deixen molt poc lloc a la creativitat.
A pesar d’això es molt útil perquè
t’acostumes a dibuixar en molt poc d’espai moltíssimes
coses.”
Con un gran número de libros ilustrados Josep aspira
a poder ilustrar alguna vez un álbum ilustrado de gran
formato y tiene muy claro que el trabajo de un ilustrador es
el trabajo de un artista.
Su mujer es su gran apoyo y su mayor crítica
“moltes vegades he hagut de repetir un dibuix després
de mostrar-li’l perquè he vist com la seua crítica
era encertada”. Su mayor tesoro: su hijo Guillem,
quien va a tener que compartir el protagonismo de su casa dentro
de poco con una hermanita que viene en camino. Gràcias
a ellos, el artista asegura que ahora “ja sé
per a qui dibuixe”.
El
Passeig
Maig de 2006