El Gobierno adelantará dos años el final de la «mili» obligatoria


[Publicado en El Mundo, 19-2-99 ]

El PP incluirá en su programa electoral el compromiso de que los últimos reclutas se incorporarán a filas a finales del año 2000

JOSE L. LOBO

MADRID.- El PP incluirá en su programa electoral para los comicios generales del 2000 la promesa de acortar dos años el final de la mili obligatoria, previsto para el 31 de diciembre del 2002. Si la cumple, los últimos reclutas forzosos se incorporarán a filas en el cuarto trimestre del próximo año.

Fuentes gubernamentales y del PP aseguraron ayer a EL MUNDO que el adelanto del fin del servicio militar obligatorio será una de las principales bazas que José María Aznar jugará en el programa electoral con el que su partido se presentará a las urnas en la primavera del año que viene.

Las citadas fuentes precisaron que, hasta entonces, el presidente del Gobierno no hará firme su compromiso ante la opinión pública, pero añadieron que la decisión política de acortar la mili ya ha sido tomada. Con un matiz: el único obstáculo que podría dar al traste con los planes de Aznar es que el ritmo de profesionalización de las Fuerzas Armadas sufra un inesperado parón a lo largo de este año.

Es cierto que en la última oferta de empleo lanzada por el Ministerio de Defensa, el pasado mes de enero, sólo se presentaron 12.500 solicitudes para cubrir las 5.800 plazas de tropa profesional disponibles, la proporción más baja desde que hace seis años se iniciara la profesionalización de las Fuerzas Armadas, con el consiguiente riesgo de que el proceso de selección sea menos riguroso, al haber menos aspirantes por plaza.

Pero, pese a este inesperado revés, Defensa sigue confiando en cumplir su objetivo: contratar a 17.500 nuevos soldados a lo largo de este año, de forma que el próximo 31 de diciembre los tres ejércitos cuenten ya en sus filas con 67.500 profesionales. Sólo en el caso de que esta previsión se torciese, el Gobierno abortaría su plan para acortar la mili y, obviamente, no incluiría esta promesa en su programa electoral del 2000.

Nueva ley

Precisamente ayer, el Pleno del Congreso aprobó, con los votos favorables del PP, CiU y Coalición Canaria, y el apoyo parcial del PSOE, IU y el PNV, el proyecto de ley de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, el marco jurídico que regula el proceso de profesionalización.

El texto aprobado ayer cifra en un total de entre 102.000 y 120.000 hombres y mujeres el número de efectivos de tropa profesional que deberán tener las Fuerzas Armadas cuando se suprima el servicio militar obligatorio. El proyecto de ley que el Gobierno envió al Congreso fijaba esa cifra, de forma inamovible, en 120.000, pero las presiones de CiU, su principal socio parlamentario, para rebajarla hasta un mínimo de 102.000, terminaron por imponerse.

Esto significa que, si se cumple el ritmo de contratación previsto, a finales de este año le faltarán al Gobierno 34.500 soldados para alcanzar el objetivo de la plena profesionalización de las Fuerzas Armadas y de la abolición de la mili, y en diciembre del 2000 sólo habrá ya 17.000 plazas vacantes de tropa profesional.

Según argumentan las fuentes consultadas, para acortar dos años el final de la mili sería suficiente con que los últimos reclutas forzosos se incorporasen a filas en el último trimestre del próximo año, pues para cuando éstos terminasen su servicio militar de nueve meses, a mediados del 2001, la cifra de soldados profesionales se aproximaría a los 95.000, rozando ya el objetivo final.

Prórrogas

Sólo faltaría, entonces, asegurar la presencia en los cuarteles, durante el segundo semestre del 2001, de apenas 10.000 soldados forzosos adicionales. Y éstos serían extraídos, según indicaron las fuentes consultadas, de la bolsa de casi 800.000 jóvenes que actualmente tienen aplazada su incorporación a filas por disfrutar de prórroga por estudios.

De esta forma, si los planes del PP y del Gobierno no se tuercen, el último sorteo de la mili tendrá lugar el próximo otoño, y los últimos reclutas forzosos se incorporarán a filas a finales del 2000. A partir de ese momento, todos los jóvenes que tengan aplazada su incorporación al servicio militar obligatorio pasarán a la reserva, según se recoge en la disposición transitoria 18ª del proyecto de ley aprobado ayer.

Una de las enmiendas que el PSOE defendió ayer, y que fue rechazada, abogaba, precisamente, por adelantar el final de la mili al 31 de diciembre del año que viene; es decir, idéntico objetivo al que el PP incluirá en su programa electoral. Pero los populares se negaron ayer a que el proyecto de ley recogiese ese compromiso, porque les deja las manos libres para echarse atrás si el ritmo de profesionalización de las Fuerzas Armadas se ralentizase. Aceptar la propuesta socialista, argumentan las fuentes consultadas, hubiese significado una pesada hipoteca.

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