Serra advierte de que España ha de aumentar sus gastos militares ante la integración europea


El ministro cree que «pensar que España ya no afronta riesgos es una idea estúpida»

[Publicado en el diario Ideal, el 17-1-99]

COLPISA • MADRID

Eduardo Serra, ministro de Defensa, es un firme defensor de la necesidad de aumentar los gastos militares, algo que será además inevitable una vez se consolide el proceso de integración europea en materia de seguridad. Serra reconoció en 'Los desayunos de Colpisa' que incrementar el presupuesto de su departamento no será popular, pero pidió a la sociedad que sea consciente de los muchos peligros que todavía nos acechan.

«Somos el país de la Alianza Atlántica que menos se gasta en defensa, con diferencia», señaló Serra. El titular de Defensa apuntó que el proceso de integración en «la comunidad de vecinos» que es Europa exigirá en breve «que las cuotas sean iguales» y «alguien acabará proponiendo un plan de convergencia en materia de seguridad y defensa para Europa». El presidente del Gobierno, José María Aznar, ya ha avanzado que, llegado ese momento, España asumirá su parte. Para Eduardo Serra, ese aumento de la inversión en Defensa es necesario. «Estados Unidos quiere reducir su presencia en Europa y está pensando que hay tres países -Alemania, Reino Unido y España- que deben tomar el relevo, y a mí no me disgusta que me metan en el grupo con ellos». Además, insistió en que esa inversión será «del todo rentable desde el punto de vista industrial y político. La inversión en defensa es la que da más dividendos». Pese a las carencias, el ministro reconoció que está encantado con el reparto de oficiales con mando en la estructura militar de la OTAN que ha conseguido España, muy similar a la de Italia. El aumento de los gastos militares «es muy impopular, pero una cosa es que sea impopular y otra es que sea malo».

Serra consideró necesario que la sociedad adquiera conciencia de que todavía hoy existen riesgos que prevenir y amenazas que combatir, «como que llegue una ogiva nuclear o bacteriológica a cualquier ciudad española, y para evitarlo hay que construir unas defensas». Y añadió que otra manera de vencer recelos al aumento de los gastos militares es preguntar a los españoles si les merece la pena defender lo que son. «Si creen que este país es una porquería iremos mal, pero cuando empiezas a saber lo que vales, que de los 200 países del mundo estamos entre los siete u ocho primeros, la sociedad empieza a ser consciente de que eso puede estar en peligro, que mañana un problema en una zona aparentemente lejana puede dejar sin recursos esenciales a media España, con la gente pasando hambre, y es cuando la Defensa empieza a cobrar un nuevo valor».

Tranquilidad estúpida

Tras señalar que, hoy en día, un pequeño grupo terrorista puede tener una cabeza nuclear o una cabeza bacteriológica y que numerosos países invierten ingentes cantidades de dinero en armamento químico y bacteriológico, el ministro Serra explicó que la gente que toma el sol en las costas españolas puede pensar que no nos puede pasar nada. «Están en su derecho a pensarlo, pero yo estoy en el mío de avisarles que un tipo tan inteligente como Unamuno, en 1935, decía que si hay algo que se ha terminado entre los españoles es el riesgo a una guerra civil». Serra subrayó que «pensar que no puede pasar nada no deja de ser una piadosa estúpida idea», y recordó que el 15% de la humanidad, repartido entre Japón, Estados Unidos y Europa, consume el 80% de lo que produce el mundo, «lo que es sin duda un factor de conflicto». En este marco, Eduardo Serra defiende con vehemencia un aumento del presupuesto militar que satisfaga las necesidades de unas Fuerzas Armadas que, a partir del 2002, serán por completo profesionales, compuestas por unos 120.000 soldados.

Profesionales y espías

El ministro rechazó cualquier recelo sobre ese Ejército profesional, que se nutrirá de voluntarios, según estudios del Ministerio procedentes de las regiones españolas menos desarrolladas, con mas índice de paro y, sobre todo, con presencia militar. Serán soldados profesionales con bajo nivel de estudios, pero, señala, «a uno que le pagas el salario mínimo, ¿de dónde le vas a coger?, no será fácil que pertenezca a la élite de la Universidad». Eduardo Serra pasará a la historia como el ministro que condujo el proceso de profesionalización del

Ejército español. Durante el mandato de Serra han decrecido las polémicas protagonizadas por la institución más sensible de cuantas controla: el Centro Superior de Información de la Defensa. «Creo -subrayó el ministro- que en el Cesid había que parar, mandar y templar, y entiendo que la sociedad ha notado que eso se está haciendo». Serra opinó que durante el mandato del actual Gobierno el único conflicto en el que se ha visto involucrado el Cesid ha sido el descubrimiento de su base operativa en Vitoria. Pero incluso ese hecho tuvo, en su opinión, un aspecto positivo, y es que, frente a otras sospechas del pasado, La Casa estaba haciendo «lo que tenía que hacer, que es tener información del terrorismo en todas sus terminales». Pese a ello, el ministro es partidario de aprobar con la mayor urgencia una ley que, asegurando el control del Cesid dé cobertura legal a sus actividades. Lo que no habrá será una nueva regulación legal de los servicios secretos. «Personalmente, no considero oportuno sacar ahora una ley general del Cesid, porque han pasado demasiadas cosas con el Cesid en los últimos años, no con este Gobierno, y es mejor que para regular una materia las aguas estén mucho más remansadas», señaló el titular de Defensa.


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