HAY QUE SEGUIR EDUCANDO HOY, SIN DESALIENTOS

Por el Doctor José Martínez-Costa

Médico de Niños y Adolescentes

                                                          

                                                                    EDUCARE OGGI, PERCHE

                                                                                                                Di Cicco

                                                                                

 

Pese a todo, seguir educando

Educar, educar sin desfallecer y como dice Di Cicco “sic et simpliciter”. D’Israeli vió claro que en esa tarea nos jugamos el porvenir de la sociedad.

Educar a los niños y a los jóvenes para la bondad es obligación para toda sociedad, cualquiera que sea su ideología.

La Educación es “el aprendizaje humano intencional y valioso” (Prof.R. Marín Ibáñez).

 

Al educar se pretende “formar hombres para los demás, conscientes de sí mismos y del mundo que les rodea y comprometidos en la tarea de su transformación hacia una sociedad fraterna y justa”.

En materias de educación hay que ser muy pragmáticos. Nosotros estamos muy influídos por nuestra práctica clínica con adolescentes sanos, normales (y con los que no lo son tanto) y creemos que –a semejanza con cualquier praxis galénica- debemos movernos entre la ciencia y el arte del « curare » (ocuparse de).

Debemos tener en cuenta los signos de los tiempos por lo cual todo sistema educativo tiene que poseer flexibilidad. El protagonista de la educación es, indiscutiblemente, el propio educando y ello nos ha sugerido dedicar un estudio en esta misma web a la autoeducación en adolescentes.

Partimos de una certeza que reiteramos por doquier : la inmensa mayoría de los adolescentes son magníficos. tienden espontánea y naturalmente a la verdad, al bien, a la belleza, a todo cuanto es moralmente laudable. Al educador corresponde actuar globalmente y unitariamente sobre las distintas facetas positivas existentes en la mayor parte de los jóvenes. Es ésta nuestra visión realista y optimista, de un médico de adolescentes.

Debemos favorecer una auténtica Comunidad Educativa formada por los Educadores, los Educandos y las Estructuras Sociales qiue deben promover la educación y sufragar los gastos que un  procedimiento tan complejo como tan delicado, produce.

 

Se pretende n los miembros de la Comunidad Educativa, que enseñen los derechos humanos, la solidaridad nacional e internacional, la defensa de la naturaleza y del medio ambiente.

 

En nuestra época de globalizaciones es tarea primordial de la Educación que el bienestar material no quede acantonado en ciertas regiones del globo, en detrimento de otras que se van empobreciendo.

 

Las circunstancias personales y sociales del adolescente pueden constituir obstáculos muy serios para la “educabilidad” que es la “posibilidad de actuación de todo agente educativo en el proceso de la educación” (Sáez Carreras).

 

Substratos neurofisiológicos

La educación es tarea para toda la vida, no queda circunscrita a determinadas edades y su substrato neurofisiológico reside en la “plasticidad” del  cerebro humano, en la neurofisiología de los aprendizajes, de la motivación, de la atención., etc. temas que han sido objeto de nuestro libro que queda reseñado en otro lugar de este mismo artículo.

 

Las enseñanzas educativas tempranas dejan profunda y permanente “huella mnéstica” en el encéfalo del adolescente. Se introducen no solo en las memorias a largo plazo, de base bioquímica , luego no fugaz como en las memorias a corto plazo, cuya explicación estriba en una mera circulación episódica en circuitos bioléctricos reverberantes. Las memorias se incorporan al sistema “satisfacción/aversión” del susodicho cerebro, originando situaciones de recompensa, gratificantes, que ennoblecen la ulterior conducta con sus componentes de bondad.

 

Clases de educación

§         Autoeducación en el adolescente.

§         Educar en valores.

§         Educación de la espiritualidad-religiosidad.

§         Educación científica para la salud.

§         E. la autoestima.

§         E. la resiliencia.

§         E. para el “Sturm und Drang” tormenta y empuje, propios del adolescente.

§         Educar contra los determinismos.

§         Educar  contra la timidez.

§         Educar a los padres.

§         Colaborar con los profesores.

§         Educar para la globalización.

 

Sistemas de educación

Teniendo que habérselas en las zonas suburbiales de países industrializados con la tropa de los  “jeunes garçons déguenillés”, (jóvenes muchachos harapientos). con los “adolescents paumés” (adols. miserables, extraviados), algunos Pedagogos insignes, con puesto, por derecho propio,en la Historia de la Pedagogía, pusieron en marcha y algunos “encarnaron” en el sentido genuino de la palabra, un Sistema Educativo Preventivo como alternativa recomendable a los sistemas represivos de la época. Hoy como ayer, en nuestras sociedades opulentas, también tenemos adolescentes que viven en precario y a quienes hay que educar con mentalidad preventiva similar. Ya su nombre indica que trata de evitar los castigos al crear en torno al educando un ambiente que le anima a exteriorizar la parte buena que lleva dentro, mediante un planteamiento educativo comprensivo, amistoso y global que induce a la manifestación plena de su mejor modo de ser, de tomar las opciones más saludables y las que potencian sus actividades vitales encomiables.

 

A lo largo del tiempo han sido muchos los Métodos o Sistemas educativos empleados en la educación del niño o adolescente. Uno de éstos es el Sistema Preventivo, inseparable de la figura de Don Bosco y de la Familia Salesiana, continuadora de su espíritu y estilo educativo.

 

Hoy, como ayer no se discute la necesidad de escuela/trabajo, sin olvidar que estamos ante jóvenes que necesitan sentirse cobijados por un ambiente primordialmente familiar, además de las exigencias lúdicas propias de estas edades.

 

Del “sistema represivo” que predominó en Italia y en otros países europeos durante el siglo XIX, nada vamos a comentar.

Es sabido que todo sistema comprende un conjunto de elementos concatenados, tan interdependientes que, la modificación de uno de ellos, repercute sobre los otros y la resultante es un sistema diferente.

Educar es ayudar a desarrollar cuanto de positivo hay en el interior de cada persona.

 

El sistema preventivo.

La base del sistema que nos ocupa es la prevención con “arte para educar en lo positivo” y propiciando el autoconocimiento interior del alumno para que se “construya” desde dentro, educándose en ciencia y virtud. Ya hemos hecho mención de la importancia educadora del ambiente familiar, de la orientación hacia lo positivo y añadimos ahora, hacia la adquisición de valores morales.

El educador parte del convencimiento que en la vida de un adolescente normal todos los desvíos pueden tener arreglo, dada la “energía del bien” inscrita en su ser, en etapa de crecimiento y maduración.

 

Siendo éste el aspecto nodal de nuestro enfoque, nos vamos a permitir ampliar y completar alguno de los puntos hace un momento esbozados.

Comprobamos que el sistema, en sus pequeños matices, se adapta bien a la mentalidad de los ámbitos geográficos y sociales en los que se aplica. 

 

Consiste en dar a conocer las prescripciones y reglamentos y vigilar después, de manera que los alumnos tengan siempre sobre sí el ojo solícito del director o de los asistentes, los cuales, como padres hablan, sirven de guía en toda circunstancia, dan consejos y corrigen con amabilidad; que es como decir poner a los alumnos en la situación emocional de cumplir el consejo educativo que se les da.

 

Este sistema preventivo exige que la presencia del educador con los jovenes sea de gran calidad liberadora, en consonancia con la ética de base de nuestra civilización y con gran dominio de la afectividad, en sistemas como el que nos ocupa, que, luego lo consideramos, tienen como uno de sus pilares, la educación emocional. Se aspira a la conjunción de una prevención, con el acompañamiento de los jóvenes en su proceso educativo.

 

Se trata pues de conseguir una correcta individuación (conciencia de sí mismo como persona) y, a la par,  una socialización del educando.

En lo referente a lo primero, se promociona el autoconocimiento, mediante intentos de responder a la pregunta ¿qué soy? y ¿cómo me conozco en mis afectos, emociones, pensamientos? ¿Estoy empeñado en aumentar y perfeccionar mis destrezas? Y mirando a nuestro interior, ¿me encuentro cómodo conmigo mismo? ¿Sufro alguna disrupción interior? ¿Tengo claros mis valores a la par que mis limitaciones? ¿Controlo mi vida? ¿Soy capaz de encarar mis responsabilidades? ¿Controlo mis emociones? ¿Preveo lo que me puede hacer perder el control?

Tener claro el modo de organizar el tiempo de ocio y protegerse de los peligros de la actual “pseudo-cultura de la noche”. Otros puntos a considerar serían: capacidad de aprovechamiento del tiempo, no dejarlo todo para más tarde (procrastinación), asumir  y tomar decisiones.

El sistema preventivo poco tiene que ver con lo que se denomina “apertura/clausura” pues en principio está abierto a todos, promoviendo la instrucción de todas las clases sociales, lejos de todo elitismo. También se caracteriza por su elasticidad, no con criterios cerrados de “horizontalidad/verticalidad”, ya que no  barre el camino a que cualquier alumno dotado alcance niveles de excelencia, ni a modificar los rumbos. (Moreno García). Debe respetarse el dinamismo del sistema, la flexibilidad y el autocontrol.

                                                  

Presencia  

La Educación requiere una influencia o contacto humano.

En todos los modelos educativos solventes se planifica hoy la presencia cercana y constante del educador, lo cual requiere a veces, dosis de heroísmo. Y conste que no nos referimos tan solo a su misión como vigilante, sino como modelo, que propicia la aparición en el educando de estímulos que, casi imperceptiblemente, le van “construyendo”, frente a tantas ofertas destructoras o cuando menos, desestabilizadoras, a las que le incita el ambiente. Sin pesimismos parece ésta, misión imposible, pero parodiando, con significado totalmente opuesto para nosotros, una frase que hemos leído a autor solvente como atribuida a Albert Camus: “Soyez réaliste, demandez l’impossible”, pese a obstáculos, hay que intentarlo.

La Relación Educativa: el Educador

En todo proceso educativo las cualidades del educador son de importancia máxima, no solo en por su idónea preparación científica sino con el ejemplo de su conducta. La presencia del educador es causa ejemplar en el dinamismo educativo.

Cualidades del educador:

§         Poseer una “radical voluntad pedagógica”.

§         Estima auténtica por el alumno.

§         Procurará que la idiosincrasia del alumno no repercuta en diferencias de trato.

§         Primará siempre la benevolencia o sea la estima por el otro con su alteridad, con sus peculiaridades individuales, aunque éstas no se compatibilicen con el modo de ser del propio educador.

§         Tacto pedagógico, valor de primer rango en arte de educar.

§         Sentido de la oportunidad.

§         No absorber sino respetar a los demás.

§         Carácter optimista.

§         Idem paciente.

§         Experiencia en las lides pedagógicas.

§         Conciencia de su autoridad.

§         Equilibrio.

§         Cosmovisión cristiana.

 

El educador debe estar cercano, interesarse por los alumnos, tener con ellos familiaridad y confianza, capacidad de diálogo, pero sin perder autoridad. Huelga resaltar la importancia de la personalidad del Educador para el buen funcionamiento del sistema. El buen educador se involucra en el Sistema. para que, con su tutela, se evite el riesgo de interferencias en las posibilidades de maduración de los jóvenes  a su cargo, las cuales son hoy muy evidentes.

 

Pero hoy más que tutela en el sentido clásico de la palabra, el joven nos va a pedir ayuda para la eclosión de sus propios potenciales que él no siempre puede discernir.

 

Fundamentos de la educación

Toda Educación deberá fundamentarse en “la atención personal a los alumnos, especialmente a los menos dotados, mediante la aceptación de su persona y situación, valorando no sólo el rendimiento académico, sino las cualidades humanas, necesidades e intereses”.

 

Debe ser fomentada “la cooperación y participación de los alumnos en su propia formación”.

Para nosotros es altamente clarificante “Il noto trinomio” que yo comprendo como trilogía, a saber: “ragione, religione, affetto”. Nos encontramos con frecuencia con la palabra “ragionevolezza” de compleja traducción al castellano, algo así como “ser que se deja guiar por la razón”. Todo ello acompañado de la disponibilidad del profesor, simpatía sincera por el alumno, cordialidad, comprensión.

 

La trilogia ya citada :  « raison -réligion-affection », comprende términos insustituibles, relacionados entre sí, interdependientes y complementarios ; es su característica fundamental.

 

Razón

Esta permite descubrir los valores del bien, fijar objetivos a lograr y encontrar los medios para ese menester. El  Educador, con su buen sentido de las circunstancias, se las compone para adaptarse a ellas, para personalizar su atención. El sistema prescinde de toda imposición.

 

Actualmente, tras los cambios acaecidos, la razón debe utilizarse para reflexionar, comprender, adaptarse y asimilar con flexibilidad no exenta de espíritu crítico, las ideas que nos llegan desde otros ámbitos.

 

El Educador con la ayuda de una Antropología puesta al día, escruta los signos de los tiempos, identifica los valores emergentes de interés para la juventud.

 

La razón no es considerada como objeto de educación sino como cualidad de la mente del adolescente que posibilita su participación consciente en su proceso educativo. Se plantean unos requerimientos basados en reglas siempre razonables, dotadas de flexibilidad y de persuasión.

 

Estamos pues ante una pedagogía « activa ». De poco serviría en Medicina una terapia primorosa y científicamente estructurada, sin la voluntad de seguimiento (la compliance de los sajones) por parte del enfermo, o sea su buena disposición y capacidad para seguir el « tratamiento ».

 

La Religión Cristiana, segundo elemento de la triada, forma el núcleo más céntrico del sistema. No nos corresponde a nosotros ni es éste el lugar para su exposición.

 

El tercer componente de la triada es la afectividad. Sin afecto echaremos en falta la confianza y sin confianza no hay educación. El educador cual padre, hermano y amigo trata de obtener una respuesta asimismo afectiva en el discípulo. Hay una palabra italiana, « amorevolezza » ya utilizada por los pioneros históricos del sistema que nos ocupa. Amorevolezza es solicitud, premura afectuosa, acto que demuestra afecto. No excluye la firmeza. Se pretende un encuentro progresivamente creciente entre la mente y la afectividad del joven.

 

Otras notas serian la enseñanza de la negociación y el fomento del diálogo.

 

“Amorevolezza”

Nos acabamos de ocupar de la posible traducción española de esta palabra, incluída en el tercer componente de la triología. Tratamos ahora de ampliar su vasto significado y sus acepciones en las muchas ocasiones que se utiliza en el tema que nos ocupa:

§         Disponibilidad del educador para con los educandos, pero sin sobreprotegerles, para no bloquear su proceso normal, fisiológico, de maduración.

§         Simpatía sincera por ellos.

§         Capacidad de diálogo y  de comprensión cordial.

§         Relación impregnada del espíritu de familia.

 

El Educador procura que reinen el buen humor, la alegria espontánea y la fiesta en la comunidad docente, en toda ocasión oportuna. Otras oportunidades son la música, el teatro (divertir, instruir y formar), las actividades deportivas en equipo, en grupo amistoso y de franca camaradería (excursiones).

 

Ventajas del llamado Sistema Preventivo

Consiste en la presencia constante de un educador que afablemente comenta con los educandos las reglas del caso, estando siempre a la disposición de los jovenes, sirviéndoles de guía con sus consejos y corrigiéndoles sin aspereza. De este modo el alumno comprende mejor la situación que requiere ser reorientada y es proclive a aceptarla. Se trata pues, no solo de corregir, sino de mejorar la conducta irreflexiva del joven. De educador-represor pasa a ser educador amigo y consejero que nunca pierde la esperanza en la capacidad de mejoramiento del alumno, ni la paciencia, ni el aguante (omnia suffert, omnia sperat, omnia sustinet). Todo ello dando por sentada la capacidad ético-moral a toda prueba, del educador. En una palabra, éste debe procurar seguir la divisa “Caminando con los jovenes”.

 

Ratio Studiorum

De este inicial antecedente toma cuerpo el “Paradigma Pedagógico Ignaciano, cuya clave y razón de ser es enseñar a pensar y enseñar a aprender, tanto en el ámbito científico-cultural como en el ámbito humano-cristiano, ayudando a los alumnos a integrar lo académico y lo formativo”. Se tiene en cuenta el contexto social, cultural, etc. del ambiente tanto del alumno como del Centro Educativo.

 

Evaluación

Periódicamente se pondrá en marcha el proceso de  Evaluación integral del alumno, que trate de valorar

§         el dominio cognitivo, 

§         el nivel de maduración,

§         la capacidad de reflexión

§         las actitudes que va consiguiendo.

§         También los alumnos evaluarán sus progresos y los resultados del aprendizaje.

 “Ad augusta per angusta(Solo se consigue el triunfo venciendo dificultades) y “Per aspera ad astra” (Por lo difícil hasta las alturas).

Son citas mucho más antiguas pero mejor acomodadas a nuestro pensamiento que la anterior atribuida a Camus y otras fuentes. “Ad augusta…” es expresión que resume la frase de Lucio Anneo Séneca en Hercules furens. La segunda cita también admite esta traducción: “hacia lo más alto a través de las dificultades”.

 

Necesidad de objetivo

La Educación necesita y exige la presencia de un objetivo o finalidad que tripule adecuadamente el proceso, su intencionalidad.

De este modo y paulatinamente, el adolescente adquiere un mayor nivel decisorio para su autonomía como persona. Se libera de los estímulos e incitaciones dañinas, poniendose a buen resguardo de las consecuencias de sus acciones equivocadas.

 

Como vemos son éstas,  consideraciones no solo de gran valor pedagógico, sino médico, poniéndo al adolescente en situación protegida por ejemplo, del posible contagio de algunas de las llamadas

“ enfermedades emergentes”  que ahora no considero oportuno citar.

 

Un primer objetivo es primordial: atender a los adolescentes necesitados materialmente, evitando o solucionando su precariedad (véase nuestro artículo “La precariedad en adolescentes” en:   http://www.uv.es/~ayala/presen.htm.

 

Pero ademas procede una prevención no tan solo educativa sino a veces de reeducación, para conseguir una maduración del joven en todo su amplio espectro de posibilidades.

 

Resumiendo.el educador debe pretender los objetivos siguientes:

§         Formación moral y espiritual.

§         Transmisión de conocimientos en las ciencias empíricas.

§         Enseñanza de las humanidades.

§         Aprendizaje de técnicas y de aptitudes profesionales.

                                                       (Adaptado de Card. Rouco Varela)

El buen educador es aquel que concentra todo su  esfuerzo en el bien de sus discípulos (Inspirado en Prof. Braido). Pretende fundamentalmente que su alumno adquiera, a lo largo de su educación y aprendizaje, prudencia y sabiduría práctica. De ese modo procura que prevalezca el buen sentido, la razón, evita intemperancias y defiende el autodominio en libertad.

 

La Educación del adolescente como proceso activo

El educando “se construye” en su proceso activo de mejora de su personalidad. De ahí que su concurso voluntario y entusiasta facilite mucho la educación y haga posible incluso otro proceso muy importante: su autoeducación. Se dice que el educador “promueve, interviene, pero no educa”. (Prof.J.L Castillejo). Añadimos nosotros el valor educativo superior del ejemplo, de la conducta habitual, sobre la palabra o la ciencia del agente educador.

 

Factores que intervienen en las dificultades actuales de educación de los adolescentes en la propia escuela

§         la violencia escolar

§         la poca disciplina que reina en las clases

§         la desconsideración de los alumnos hacia sus profesores

§         el bajo nivel cultural con escaso rendimiento del alumno

§         la escasa motivación hacia una instrucción-educación que consideran inoperante en la vida

 

Factores sociales

§         Los múltiples planes de estudio que se han ido sucediendo.

§         Búsqueda del logro facil y agradable, con las aspiraciones mediocres de un carpe diem de Horacio, pues la vida es corta y habría que gozarla.

§         ¿Cómo se puede pedir respeto a los demás si, fuera de las aulas, se pisan derechos y todo vale para medrar?

§         Los adolescentes, que necesitan un ambiente de cierta seguridad a su alrededor, ven con frecuencia romperse el matrimonio de sus padres.

§         ¿Será para ese adolescente un valor, el respeto a los compromisos adquiridos?

§         Nos encontramos con jovenes marcados por el fracaso ante las escasas posibilidades que les ofrece la sociedad “instalada” de los adultos para una adecuada inserción en la vida sociolaboral a la salida de la adolescencial, así como por la incertidumbre sobre el puesto que van a ocupar en el futuro.

§         Consecuencias patentes: talentos malogrados, desilusiones y desencantos , carencia de altura de miras, alumnos superdotados, creativos, sin una educación acorde con su condición.

 

Atención: posibles peligros

§         Educar, no psiquiatrizar. (¡Peligro de psiquiatrizar la Pedagogía!).

§         Ser capaz de distinguir lo normal de lo patológico y actuar en consecuencia.

§         No recurrrir al médico especialista competente (“vir bonus, medendi peritus”) y perderse en parafernalias naturistas o cosas por el estilo.

§         Descuidar la educación en valores tales como  “la solidarietà, la libertà, l’uguaglianza, la convivenza pacifica perché giusta, un ambiente guarito dalle ferite di un progresso di rapina”, etc. (La solidaridad, la libertad, la igualdad, la justa convivencia pacífica, un ambiente curado de la heridas de un progreso de rapiña).

§         Ante las nuevas situaciones surgidas en nuestra sociedad es necesario repensar el componente afectivo y que nos pongamos a resguardo frente a:

§         La frecuencia con que algunos adolescentes se dejan “capturar” por sentimentalismos dañinos, algunos ya francamente delictivos.

§         Las vivencias que derivan de la situación inestable de algunas familias.

§         La posible falta de una co-educación interactiva de la prole, pues frecuentemente estamos ante hijos únicos.

§         El trabajo de la madre con disminución de su tiempo de permanencia en casa.

§         El padre fatigado que al llegar a casa, se ensimisma ante la pantalla del televisor y casi no habla con sus hijos adolescentes.

Urge pues reorganizar y actualizar toda la pedagogía preventiva familiar. Queda pues superado hoy el paternalismo, el “clan familiar” cerrado a cal y canto. Hay que abrirse a la realidad del “telefonino”, de los chats, de la gran movilidad de los adolescentes para que éstos se sientan libres pero no abandonados a su suerte, tutelados cariñosamente pero no encorsetados por unos mayores que ponen todo su esfuerzo, todo su empeño, en potenciar la autonomía responsable del adolescente en su conducta.

Intentos de solución

Algunos ya quedan muy concretamente expuestos en las líneas que anteceden. Ahora abordamos otros puntos de vista más genéricos pero no menos importantes que los ya citados.

 

§         La Adolescencia es edad de ilusiones, de ambiciones sin codicia. Es posible exponer al joven el valor del esfuerzo y el del mérito. Debe ser éste su propósito y el nuestro. ¿Por qué no intentarlo, aunque vayamos contra corriente?

§         Abyssus abyssum invocat (Un abismo llama a otro abismo) Salmo 42 (41), versículo 8, cuyo texto restante tampoco tiene desperdicio en la vida de ciertos adolescentes: “en el fragor de tus cataratas; todas tus olas y tus crestas han pasado sobre mí”. La educación nos aleja de las simas a la par que nos pone a cubierto de las asechanzas del Mal.

§         “Acta est fabula” (La función ha terminado). Sin embargo, tras la adolescencia, prosigue la vida, y ésta dará, en general, frutos en consonancia con la educación recibida.

 

Utilizar pedagógicamente los medios tecnológicos actuales

Terrminamos con una palabras de gran interés: “Don Pascual Chavez, Rettor Maggiore della congregazione Salesiana, ha inaugurato il sito con queste parole: `Guardiamo a Internet come a una benedizione, come avrebbe fatto Don Bosco che voleva essere all`avanguardia del progresso in ciò che concerneva l`uso dei media del suo tempo per l`educazione e l`evangelizzazione”.

En pocas palabras: utilizar rectamente la tecnología actual para educar adolescentes pero defendiéndoles contra sus manifiestos peligros (pornografía, ciberpedofilia, fiabilidad científica de las fuentes no siempre garantizada, etc)

 

Addenda

Unas palabras sobre sexología del adolescente

 

No es éste el momento de repetir lo que tenemos expuesto en otros lugares por lo demás fácilmente asequibles a nuestros lectores. V. las siguientes referencias bibliográficas:

  1. J. Martinez Costa y J. Comin: Los Adolescentes Sanos: Retos actuales, 2ª ed. Edicep. Sección 6ª y Anexo, nº 8.
  2. J. Martínez Costa: Cómo educar adolescentes sanos (http://www.uv.es/~ayala/jvmc.htm), en especial el artículo: Educación Científica para la Salud, en partícular los apartados: “Educación Sanitaria para evitar el contagio por el virus del SIDA” y “Educación Sanitaria para evitar las infecciones por papilomavirus y cvancer de cuello de útero”.

 

En un plano más elevado resumimos lo siguiente:

§         Ya nos dejó escrito Dante, en el Quinto Canto del “Infierno”, que la cosa más bella e importante de la vida es el amor, cuestión central para el hombre, desde siempre.

§         Paolo y Francesca, hombre y mujer, carne y espíritu, eros y agape (Véase “Deus Caritas Est”, ed.Edicep y dentro de este libro el capítulo de J. Martínez-Costa: “Reflexiones médicas desde la Encíclica, para la Educación de los Adolescentes”).

§         El primer componente del “ABC System”, es la “A”, abstinencia. Está es de oportuno recuerdo tratándose de adolescentes, pues en ellos las relaciones  sexuales morbosas, pueden dejar penosos arañazos para el resto de la vida.

§         La sexualidad precoz y exagerada interfiere el desarrollo psiquico del adolescente.

§         La práctica sexual exagerada produce hastío y la búsqueda de novedades para remediarlo. En los jóvenes inclina a la promiscuidad y en otras edades favorece las rupturas y separaciones.

§         Las equivocaciones en materia de sexo se pagan caras, pues en la niebla del hipererotismo instintivo se pierde la cordura.

§         El adolescente debe salvaguardar el tesoro del amor límpido frente al anti-amor.

§         No envilezcas una de las esencias más bellas de tu vida.

§         La guerra entre razón e instinto es larga, compleja y difícil ¿A qué negarlo? Pero hay que pretender la victoria.

 

Bibliografía:

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http://www.sdb.org/SDB2006/index.asp
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http://jbdnd.free.fr/texte/sal_pedagogie.htm

http://www.croire.com/article/index.jsp?docId=2277502&rubId=188

http://comunidad-escolar.pntic.mec.es/682/tribuna.html

http://www.archimadrid.es/princi/menu/boldi/2003/09octubre/09.htm

http://www.sdb.org/sdb2006/index.asp?FileCentro=_2_11_.htm&Mysez=11&Lingua=2

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http://www.sdb.org/BS/?newsID=7251

http://www.donboscoland.it/articoli/visualizzaarticolo.pax?idrealta=16&ID=4038

http://www.feliceslosninos.org/es/nosotros/donbosco.html

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http://www.jesuitas.es/