NORMAS PARA EL ANÁLISIS DE
TEXTOS CLASICOS DE LA HISTORIA DE LA QUIMICA
 

Los fragmentos de obras seleccionados para esta práctica corresponden a aportaciones clásicas sobre aspectos centrales de la química. El análisis de textos químicos clásicos se utiliza, entre otras finalidades, como recurso didáctico para familiarizarse con la aplicación del método científico a cuestiones químicas concretas. La realización de un análisis de texto comporta las siguientes fases:

 

1. Noticia del autor y de su aportación científica

 

Hay que intentar ofrecer de forma clara y muy concisa la información indispensable acerca de la personalidad del autor del texto y de la aportación que realizó a la química, resumiendo con esta intención los estudios que sobre ambas incluyen los manuales y tratados de Historia de la Química. La selección deberá realizarse de acuerdo con criterios previamente discutidos sobre los aspectos más relevantes de la biografía de un científico.

 

2. Aclaración del significado de los términos o vocablos

 

Resulta evidente la necesidad de conocer con precisión el significado de todos los términos químicos y vocablos comunes que aparecen en el texto. Intuir algunos significados o manejarlos de forma dubitativa son hábitos incompatibles con la lectura seria de un texto.

 

3. Enumerar los datos y distinguir entre los obtenidos por observación y los conseguidos mediante experimentación.

 

Como es sabido, el núcleo del método científico moderno consiste en formular hipótesis (= explicaciones) acerca de un aspecto de la realidad sobre la base de datos (= fenómenos recogidos por los sentidos, con dos condiciones: a) que sean intersubjetivos; b) que sean repetibles).

Las dos formas básicas de recogida de datos son la observación y la experimentación, cuya principal diferencia consiste en que, en la segunda, el científico puede desencadenar cuando lo desea los fenómenos y controlar las circunstancias en las que se producen.

4. Enumerar las hipótesis y distinguir sus clases

 

Hay que tener en cuenta, ante todo, que las hipótesis pueden estar sin validar (= hipótesis "a priori") o validadas en relación con los datos disponibles. En el caso de hipótesis validadas suele distinguirse entre tipos o patrones, leyes, teorías y modelos, de acuerdo con las definiciones ofrecidas en el texto.

Tipos = patrones o pautas de presentación conjunta de los fenómenos

Leyes = relaciones regulares entre fenómenos expresadas en forma de ecuaciones matemáticas (por ejemplo, ley de Dalton o de las proporciones múltiples, ley de Hess, ley de acción de masas o del equilibrio químico), aunque también pueden expresarse de modo cualitativo.

— Teorías = explicaciones sobre aspectos generales que sirven de «núcleos de cristalización» de áreas amplias de la ciencia

Modelos = representaciones biunívocas de zonas de la realidad basadas en leyes o teorías, mediante figuras, objetos materiales o expresiones matemáticas (p. ej. modelos moleculares, de la doble hélice, de la estructura del átomo, etc).

 

5. Breve noticia sobre las referencias que contiene el texto

 

Se trata de ofrecer una noticia de los autores que se citan en el texto y del contexto en el que son citados. Por ejemplo, si quien escribe el fragmento se basa en alguna hipótesis o ley de otro autor, o si lo utiliza para rebatirlo, etc.

 

6. Resumen del contenido

 

Tras una lectura cuidadosa del texto y el análisis de las diferentes partes que lo componen, se debe pasar a captar su contenido y exponerlo en un breve resumen. Ello obliga a escoger los elementos principales y a descartar los accesorios, ya que un resumen debe ser una selección realizada con criterios razonables de los objetivos y las principales ideas defendidas por el autor del texto.

 

7. Esquema de la estructura del texto

 

El esquema debe recoger en forma sinóptica el resultado de las fases anteriores, en especial las partes en la que está dividido el contenido del texto y la relación en cada una entre datos e hipótesis.