La
catedral
de Cuenca es uno de los grandes templos góticos de Castilla.
Se levanta sobre lo que fue una antigua mezquita. La ciudad de Cuenca
fue conquistada por Alfonso
VIII el 21 de Septiembre del año 1177 y según
cuentan las crónicas de la época éste monarca
decidió inmediatamente edificar un templo cristiano terminando
su construcción pocos años más tarde.
INTRODUCCIÓN
Alfonso VIII aprovechó para trasladar a
la ciudad el obispado de Valeria y Arcas: “Eñ Señor
Rey D. Alfonso, fizo y ordenó que la mezquita que los moros
avían, mandó a los obispos que la consagraran…
e puso por la suya mano la Virgen María que a par de si traíba,
e pasó e trasladó los obispados de Valeria y Arcas
e puso la silla en la su ciudad de Cuenca”.
En el año 1196, San Julián, segundo
obispo de Cuenca, consagró la catedral y la dedicó
a la Asunción de la Virgen, cuando sólo se hallaba
construida la cabecera.
En el año 1208 ya se habían realizado una parte importante
de las obras pues se pudo consagrar el altar
mayor. En el año 1257 se concluyeron gran parte de las
estructuras y se edificó el palacio episcopal. Los trabajos
continuaron durante todo el siglo XIII. En el año 1448 se
modificó su cabecera, levantándose una
girola similar a la de Toledo.
LAS REFORMAS
Se desconoce la autoría de los trabajos constructivos, no
obstante se sabe que la esposa del rey Alfonso VIII, Leonor
Plantagenet fue la inspiradora de esta majestuosa construcción
asesorada por sus consejeros anglo-normandos.
Por ello la Catedral de Cuenca presenta elementos
que la diferencian de la gran cantidad de catedrales góticas
que existen en España -de influencia
francesa-.
No obstante, de lo que fue la catedral primitiva
a lo que se puede contemplar hoy en día existe una gran diferencia.
La época en la que se introdujeron mayores modificaciones
fue en pleno siglo XV.
Las modificaciones tanto en el interior como en
el exterior han variado substancialmente su arquitectura original.
En los siglos XVI y XVII se efectuaron varios trabajos
en la fachada
y se construyeron varias capillas
y el claustro.
En el siglo XVIII se realizaron reformas en el ábside, pilares
y en la decoración interior. En el año 1902, se produjo
el desplome de la torre de Giraldo que provocó enormes destrozos
en la fachada por lo que hubo que reconstruirla, en estilo neogótico,
según proyecto de Vicente Lámperez.
ESTRUCTURA
La catedral es de planta de cruz latina y dispone de tres naves
con una amplia cabecera que termina en un ábside poligonal
provisto de siete lados y flanqueado por dos naves a cada costado
que sirven de ingreso a la girola, realizada en 1448. Justo en el
crucero se levanta una bóveda
central.
Este templo de planta clásica está
cubierto por bóvedas sexpartitas que arrancan de un haz de
pequeñas columnas. La nave
central se separa de las laterales por medio de grandes arcos
apuntados que apoyan sobre macizos pilares de distinto grosor. Su
triforio es único en España, producto de la influencia
anglo-normanda
y más que su función ornamental destaca su solución
original para contrarrestar el empuje de las bóvedas.
LA TORRE DEL ÁNGEL
Sobre el crucero de la catedral se alza la Torre del Ángel,
concebida como linterna para dar luz a la catedral. Recibe las influencias
de las linternas de planta cuadrada de Laón, Braine y numerosas
iglesias borgoñas. Su aspecto exterior le otorga en apariencia
una forma cuadrada aunque en su interior sólo lo es su parte
inferior, ya que su parte superior es octogonal. Sobre el octógono
se levantó un elevado tejado piramidal. Los incendios que
ha sufrido la catedral han obligado a una serie de reformas para
darle el aspecto que tiene en la actualidad.
EL TRIFORIO
Un
triforio es, en sentido estricto, una nave que corre sobre las
naves laterales que se comunica con la central por medio de una
galería. Sobre ésta suelen levantarse las ventanas
altas por donde entra la luz al interior del edificio. El triforio
de la Catedral de Cuenca es un falso triforio, pues su nave se ha
reducido a un estrecho pasillo y su galería se ha fundido
con las ventanas altas para crear una estructura única en
España que sirve de transmisión de fuerzas desde las
bóvedas hacia los arbotantes exteriores.
LA
CAPILLA DEL PILAR
Si accedemos a la Catedral por una de las puertas de la fachada
principal e iniciamos nuestro recorrido por el lado derecho podemos
entrar en la Capilla
del Pilar. Esta capilla fue fundada en el año 1769 por
el canónigo Diego Lujando y el cabildo. Posee un altar de
madera policromada que imita el mármol y el jaspe, obra de
José Martín de Aldehuela. La reja es del siglo XVII.
Sobre las paredes hay seis relieves de estuvo que representan a
San Julián y la Virgen, Aparición de la Virgen a Santiago,
Virgen con el niño, Milagro de Calanda e imposición
de la casulla a San Ildefonso. En la bóveda de la linterna
se encuentra pintado al fresco la Coronación de la Virgen.
En su interior se conserva el enterramiento del obispo Wenceslao
de Sangüesa. Fue una capilla concebida con la intención
de crear un pequeño templo en miniatura.
LA
CAPILLA DE LOS APÓSTOLES
Fue fundada en el siglo XVI por el chantre García de Villarreal.
La obra de la capilla se inició en 1528 a cargo de Antonio
Flórez y Juan de Albiz. La portada se organiza dentro del
más puro estilo renacentista. Su pórtico de entrada
es majestuoso y está realizado en piedra labrada con reja
de Cristóbal de Andino, de estilo plateresco. El altar principal
dispone de un retablo central con esculturas de talla policromada
y pinturas, del siglo XVI. También existen pinturas del siglo
XVI en el altar situado a la derecha también llamado de la
Virgen de la Salud, obra de Andrés de Vargas. El altar de
la izquierda fue trazado por José Martín de Aldehuela,
mientras que la reja del comulgatorio es de Alonso Beltrán,
en el más puro estilo conquense de círculos secantes
formando estrellas. Las pilastras y columnas no abundan en decoración
puesto que ésta se traslada hacia lugares secundarios.
LA
CAPILLA DE SAN ANTOLÍN
Fue realizada a comienzos del siglo XVI y está ubicada en
el ángulo de la nave con el crucero. Tiene una cancela de
madera y un friso decorativo de pleno estilo mudéjar. Dispone
de pila bautismal emplazada en el centro, también realizada
en el siglo XVI. En un altar aparecen las pinturas del artista Cristóbal
García de Salmerón, natural de Cuenca; en otro altar
aparece una escultura de San Ignacio de Loyola realizada por Manuel
Alvarez y el altar de San Juan Evangelista y San Juan Bautista procede
de la capilla llamada de la Anunciación con dos pinturas
del siglo XVI.
EL
CORO
En mitad de la nave central o de los Reyes se halla el
coro que fue trasladado de su anterior emplazamiento en el siglo
XVIII. La fecha de construcción data de mediados del siglo
XVIII. La antigua sillería gótica fue trasladada a
Belmonte mientras que la actual es obra de Vicente Sevilla. Destacan
los 53 relieves con imágenes de santos en madera de nogal,
de Manuel Gassó. Del coro anterior se conserva la escultura
en alabastro de la Virgen, obra de Giraldo de Flugo y la reja, obra
de Hernando de Arenas, de mediados del siglo XVI. En el trascoro
existe un altar plateresco, obra de Jamete y un cuadro de Martín
Gómez.
LA
CAPILLA DEL OBISPO
Esta estancia debe su nombre a la función que representa.
Sirve de residencia particular del prelado y fue fundada por el
cardenal y obispo de Cuenca Jacobo de Veneris a finales del siglo
XV. Dispone de una hermosa reja de mediados del siglo XVI, en la
que se representa el bautismo de Cristo, obra de Sancho Muñoz.
El altar es de madera y alabastro policromados, obra de Villadiego.
Las pinturas del retablo del altar mayor están dedicadas
a San Julián, patrón de la ciudad. El altar de Santa
Ana dispone de un retablo realizado en el siglo XVII y procede de
la ermita de Santa Ana.
LA
CAPILLA DE SAN MARTÍN
Fue fundada por el canónigo Martín de Huélamo
a mediados del siglo XVI. Dispone de una reja forjada, obra de Hernando
de Arenas y realizada en 1548. El retablo de esta capilla está
dedicado a San Martín en estilo plateresco con medallones
realizados en alabastro por Giraldo de Flugo, en el que se combinan
la madera policromada, la pintura sobre tabla y el alabastro. Bajo
el arcosolio se encuentran los sepulcros de los Montemayor que presentan
estatuas yacentes de estilo naturalista y un gótico más
evolucionado. El altar del Angel de la Guardia se circunscribe al
estilo barroco y dispone de un Calvario realizado a finales del
siglo XV y principios del siglo XVI, sobre una viga tallada con
motivos platerescos. Justo en el chaflán del muro se encuentra
el altar de la Inmaculada. Frente a estos dos altares se encuentra
el retablo de San Fabián y San Sebastián, obra de
Juan y Miguel Hernández, en madera policromada y con una
variada iconografía.
LA
CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRARIO
Fue fundada por el cabildo en el año 1629 y realizada por
el arquitecto Alberto de la Madre de Dios que la concibió
con planta de cruz latina y cúpula con lucernario en el crucero,
de estilo herreriano. Dispone de una reja realizada por Juan Díaz
de los Herreros. Las obras continuaron en el siglo XVII. Cuenta
con tres retablos-relicarios, con pinturas de Vargas. El central
dedicado a la titular, el de la derecha a San Julián y el
de la izquierda al Nacimiento de la Virgen.
LA
SACRISTÍA MAYOR
Es de estilo
gótico ojival y se encuentra emplazada detrás
de un lienzo muy amplio del muro en el que se hallan los enterramientos
de dos obispos. Las obras finalizaron en el año 1509. En
su portada existen blasones e imágenes religiosas. Destacan
los nervios de sus majestuosas bóvedas. Ventura Rodríguez
fue el diseñador de su cajonería para ropajes rituales,
realizada en nogal y en la que se insertan las obras de Pedro de
Mena, la Dolorosa y una Virgen de Belén. Existen también
varios cuadros del siglo XVII realizados por Bocanegra y Sebastián
Conca, que representan a los doctores de la Iglesia occidental.
Aldehuela ejecutó el retablo tal y como lo conocemos hoy
con sus espejos y encajando las obras entregadas con ingenio y acierto.
LA
SALA CAPITULAR
Fue construida a principios del siglo XVI. Dispone de unas magníficas
puertas realizadas en madera de nogal tallado de estilo plateresco
que contienen varios medallones circulares y paneles decorados con
motivos renacentistas, atribuibles a Diego de Tiedra. En su interior
se albergan obras pictóricas de Andrés de Vargas.
El artesonado de la sala es de estilo renacentista con tintes del
primer plateresco. Se encuentra separada de la catedral por un pequeño
recinto que estuvo abierto hasta el siglo XVIII. En la segunda mitad
del siglo XVIII se le añadió la pintura que hoy la
recubre, de clara influencia francesa. Los doce apóstoles
de los laterales fueron pintados por García Salmerón
en 1649 para la Sala de los Reyes, trasladadas a la Sala Capitular
en el año 1779. Sobre
el coro actual se conservan, en las ojivas, pinturas de profetas
que formaban parte de ese conjunto. Pedro Paez completó el
conjunto pictórico con las figuras de Cristo y San Matías.
LA
CAPILLA DE SANTA ELENA
Fue fundada por el canónigo Constantino del Castillo. La
portada de piedra es del siglo XVI y se atribuye a Jamete y su reja
data del año 1572, obra de Hernando de Arenas. El retablo
de su interior está realizado en pleno siglo XVI y se atribuye
también a Esteban Jamete; es de madera sin policromar. Destaca
su predela por el profundo estudio animalista de la misma.
LA
CAPILLA DEL CORAZÓN DE JESÚS O CAPILLA HONDA
Según cuentan las crónicas esta capilla estuvo consagrada
a la Virgen que llevaba Alfonso VIII al entrar en la ciudad de Cuenca,
de donde recibió el nombre de Capilla de la Virgen de las
Batallas. También se denomina Capilla Honda por estar situada
muy por debajo del nivel del suelo de la catedral. La actual construcción
data de principios del siglo XVI aunque todavía conserva
unas magníficas puertas mudéjares realizadas entre
los siglos XII y XIII. El artesonado que recubre la sala es similar
al de la Sala Capitular, pues utiliza el mismo repertorio decorativo.
En el altar se encuentran dos tablas del siglo XVI y una copia de
la tabla del Salvador, de Gossaert. Ha sufrido varias modificaciones
constructivas con el paso del tiempo. Del retablo de María
Auxiliadora resalta la pintura de la Virgen de la Leche que data
del 1600 y que se conserva en el remate. El retablo mayor es obra
del siglo XVIII y está dedicado al Corazón de Jesús.
LA
CAPILLA DEL SOCORRO
Fue fundada en 1486 por el canónigo Gonzálo González
de Cañamares y reformada en el siglo XIX. En la actualidad
conserva sus tres retablos, el de Nuestra Señora del Socorro,
el de San Antonio de Padua y el de Santa María. El altar
gótico es del siglo XV y está claramente influenciado
por el estilo anglo-normando. En nueve hornacinas con fondo gótico
vemos diecisiete tallas en madera policromada.
LA
CAPILLA DE LA ASUNCIÓN
Fue fundada en el año 1511. Dispone de una magnífica
reja, sobre todo en el montante, obra de Hernando de Arenas y realizada
en el año 1571. En su altar principal figura el retablo de
la Asunción de la Virgen, obra de Martín Gómez,
de finales del siglo XVI. A principios de este siglo pasó
a la familia Lasso que añadió los nichos laterales
y las dos estatuas de la Fe y la Eternidad, obra de Benlliure. Además
fue restaurada con mármoles lisos sobre los que descansan
estas estatuas.
LA CAPILLA DE SANTIAGO
Esta capilla fue fundada por el obispo Alvaro Martínez, maestro
y consejero de Enrique III. Dispone de varias rejas, la del comulgatorio
y del coro son del siglo XVI y la de la entrada es del siglo XVII.
En el lado del Evangelio contiene dos sepulcros de finales del siglo
XIV, con esculturas yacentes de estilo toledano, en honor de su
obispo fundador. A su lado se encuentra la lápida de estilo
gótico de la Conquista de Cuenca por Alfonso VIII. El retablo
principal es obra de Martín Gómez el Viejo y data
de 1547. Existe un retablo menor que combina la talla de Cristo
con imágenes de la Virgen y santos pintados al óleo,
de finales del siglo XVI.
LA
CAPILLA
DE CABALLEROS
Fue fundada por García Alvarez de Albornoz y su esposa Teresa
de Luna, en el siglo XIII y fue restaurada entre los años
1520 y 1531, en su emplazamiento actual. La capilla es obra de Antonio
Florez. Dispone de dos verdaderas obras maestras, las rejas realizadas
por Esteban de Lemosín. De la anterior capilla se conserva
la lápida de Dña. Teresa de Luna y varios sepulcros
con estatuas yacentes de alabastro, del padre y el hermano del cardenal
García Alvarez de Albornoz y Alvar García de Albornoz,
realizados en el siglo XVI, durante las reformas de la capilla.
Ésta dispone de tres retablos llamados de la Crucifixión,
la Piedad y la Adoración de los Reyes, obra de Yáñez
de la Almedina, en el que resalta la influencia italianizante de
Leonardo Da Vinci; también existen varias pinturas de Orrente.
El calvario que corona el retablo del altar de la Asunción
es obra de Martín Gómez, el Viejo, pintor del siglo
XVI, seguidor de Yáñez de la Almedina.
LA
CAPILLA MUÑOZ
Fue fundada en el siglo XVI por el canónigo Eustaquio Muñoz.
Dispone de una de las más bellas portadas de piedra de la
catedral, obra atribuida a Diego de Tiedra. Las columnas están
formadas por la superposición de dos fustes diferentes en
los que se pueden adivinar en la piedra, la cara y los brazos de
un hombre aterrorizado y apoyados en una ménsula en cuyo
interior hay un deforme telamón angustiado por la presión
de las cartelas laterales. Las esculturas representan a San Juan
Bautista y San Jerónimo con rasgos muy marcados; dos cariátides
serenas; San Roque y la Virgen con el niño y un San Rafael
añadido a la obra a finales del siglo XV. Se desconoce la
autoría de la magnífica reja de la capilla. El retablo
se atribuye al imaginero Alarcon.
EL
ARCO DE JAMETE
El Arco de Jamete es de estilo renacentista con las influencias
del primer plateresco y fue realizado probablemente por Esteban
Jamete de Orleans, entre 1545 y 1550. Es una monumental puerta por
la que se accede al claustro y está considerada como una
de las joyas de la catedral y quizá la más monumental
de todo el renacimiento español en un interior. La obra fue
encargada por el obispo Sebastián Ramírez de Fuenleal
a Esteban Jamete de Orleans. El arco representa una especie de fachada
interior, a modo de arco triunfal en el que predominan los elementos
arquitectónicos sobre los meramente decorativos que aunque
pierden protagonismo no desaparecen. El rosetón es el elemento
integrador de todo el conjunto. La vidriera fue realizada por Giraldo
de Olanda en el año 1550. La portada se ha realizado con
dos puertas separadas por un mainel con la figura del Ecce-Homo;
un entablamento decorado con escudos, grutescos y guirnaldas y un
segundo cuerpo con grandes relieves con escenas alegóricas.
LA
CAPILLA MAYOR
Dispone de tres rejas. La mayor de ellas fue realizada a principios
del siglo XVI por Juan Francés y está situada en el
Altar Mayor. Es la más monumental
de las rejas que contiene esta catedral. Las otras dos rejas
laterales fueron realizadas por Rafael Amezúa, en Vizcaya
en el año 1740. Su altar mayor es de bronce y mármol,
según proyecto de Ventura Rodríguez en la segunda
mitad del siglo XVIII y ejecutada las obras por los arquitectos
Eugenio González y Pedro Ignacio Incharraundiaga.
LA
CAPILLA DE COVARRUBIAS
Fue fundada en 1611 por el canónigo Sebastián de Covarrubias
Orozco. La construcción se inició en 1613 por Alejandro
Scala en el estilo escurialense. Dispone de un retablo renacentista
con una tabla de Jesús atado a la columna, atribuida a Luis
de Morales “el Divino”.
LA
CAPILLA DE LOS PESO
Fue fundada en 1524 por el canónigo Alonso Hernández
del Peso. La reja fue realizada por Esteban Lemosín y está
considerada como una de las más hermosas de la catedral.
El retablo que representa en su escena central “La Adoración
de los Pastores” es obra de Yáñez de la Almedina.
En el montante se encuentra la representación de la Visitación
de la Virgen. Ha sido restaurada recientemente.
LA
CAPILLA NUEVA DE SAN JULIÁN
El Altar de San Julián, también llamado Transparente
fue proyectado por Ventura Rodríguez a mediados del siglo
XVIII. El altar está realizado en mármol, jaspe y
bronce, con medallones en alto relieve y estatuas alegóricas,
obra de Francisco Vergara, de la segunda mitad del siglo XVIII,
barrocas. En el año 1760 se trasladaron los restos de San
Julián al nuevo altar. En 1936 fue quemado el cuerpo en uno
de los patios del palacio episcopal y también fue robada
la urna de plata donde descansaba el santo.
LA
CAPILLA DE POZO O DE SAN ROQUE
Fue fundada por el canónigo Juan del Pozo en 1503, en el
lugar contiguo del Transparente y trasladada a su emplazamiento
actual en el siglo XVIII. Dispone de una reja y un altar de estilo
góticos, según proyecto de Juan Francés, en
1511. El retablo es obra de Gonzálo de Castro de comienzos
del siglo XVI. La talla central del retablo que representa la Asunción
de la Virgen fue trasladada al Museo Diocesano y fue sustituida
por la de San Roque. El retablo contiene numerosas pinturas de óleo
sobre tabla.
LA
CAPILLA BARBA
Fue fundada en el año 1967 por el arcipreste de la catedral
Antonio Barba. Se atribuye su realización a Andrés
de Vandelvira. La reja fue obra de Hernando de Arenas. El retablo
se realizó en 1569 y se restauró en 1795. Contiene
pinturas de Andrés de Vargas en una escena del mismo.
LA
CAPILLA VIEJA DE SAN JULIÁN
Está situada al lado de la epístola y dispone de una
reja realizada por Alonso Beltrán. En la segunda mitad del
siglo XVII se tapió la puerta por el interior convirtiéndose
en capilla. Destaca la fina labor de rocalla del frontal del altar.
La reja de la puerta presenta un acabado excepcional en chapa repujada
y dorada con la misma escena del retablo, obra anónima de
la primera mitad del siglo XVI.
LA
CAPILLA DE SANTA CATALINA
Está situada junto al denominado arco de Jamete. Fue construida
a mediados del siglo XV y modificada a principios del siglo XVI.
Existe en su interior un retablo con el martirio de la santa y un
calvario tallado por Diego de Segovia, en la segunda mitad del siglo
XVI. Destaca el marco plateresco del retablo, reformado y ampliado
en 1598.
LA
CAPILLA DE SAN BARTOLOMÉ
Fue fundada por el canónigo Ruy Gómez de Anaya a finales
del siglo XV. Dispone de un magnífico retablo llamado del
Cristo de los Sacristanes de mediados del siglo XVI. Dispone de
un altar plateresco y una Piedad gótica de alabastro en una
hornacina que actualmente se conserva en el Museo.
LA
CAPILLA DE SANTA BÁRBARA
Fue fundada a principios del siglo XVIII por el canónigo
Tomás de Momeñe. Contiene un retablo de estilo barroco
que aparece rodeado de pinturas murales con falsas arquitecturas.
En el centro del retablo hay una talla en madera policromada de
la santa y en la parte superior un lienzo alusivo a la Duda de Santo
Tomás. Remata el conjunto el Padre Eterno.
*
El presente reportaje formó parte de un proyecto editorial
mucho más ambicioso que jamás vió la luz para
el DIA DE CUENCA. Con todo, se pudo publicar en varios reportajes
culturales y artísticos para medios prensa en forma de SUPLEMENTOS,
en varios periódicos regionales de nuestro país.