"CUANDO ADOPTAS A UN NIÑO, AL PRINCIPIO TOCAS EL INFIERNO PERO LUEGO TOCAS EL CIELO''

"Carta a mi hijo adoptado", es el título del nuevo libro de Pilar Rahola. Abandonando temporalmente su imagen de mujer luchadora y polémica, Rahola se sumerge en un mundo de sentimientos y nos cuenta su experiencia en la adopción. Noé su hijo que ahora tiene nueve años, es el principal protagonista.
¿Por qué decidiste escribir este libro? Pretendías simplemente contar tu experiencia o que pudiera servir para las personas que están en tu misma situación?
"Hablo de mis emociones". (3,14'') El libro fue una petición editorial. Yo soy una mujer más de combate, más polémica en su imagen
pública... creo que nunca me hubiera atrevido a escribir un libro sentimental, un libro de mis emociones interiores, abrir la ventanita de tu vida privada me daba un cierto miedo. Me lo pidieron y estuve dos meses dudando, ya que si escribía un libro sobre mi hijo adoptado, tendría que ser radicalmente sincera. Tendré que hablar de mis miedos, de mis contradicciones, de las dudas que tienes en el proceso, de cosas que nunca he hablado con mi hijo... Pensaba en mi primer lector, que sería mi hijo, y no podía hacer trampa ahí. No podía poner ficción y eso me asustó un poco, pero al final me animé.
Una vez planteado el libro, podía hacer tres cosas: Un libro de combate, de denuncia de cómo está la situación, de las trabas y los obstáculos que te encuentras, pero creo que eso es ya bastante conocido y hay mucha publicación. En todo caso, nome gustaba, prefería hablar con de mi experiencia como madre, puramente, no como luchadora sino como madre.
Podía hacer también un libro de consejos. Pero creo que hay muchos libros por ahí de consejos que están muy bien y que te explican como hacer una adopción. Además, esto cambia mucho y un consejo de hoy mañana ya no sirve.
Al final sólo me atreví a hacer un libro de piel viva, es decir, coger los sentimientos interiores, abrirlos en canal y decir: mira, yo como madre pasé esto, viví mis miedos, mi lucha porque mi hijo, que llegó muy mal a casa, fuera finalmente un hijo feliz, por reconstruirle la felicidad a un niño que no la había tenido. Cómo me enfrenté a eso, cómo me sorprendí ante lo que encontraba y cómo fui llenando su maleta llena de ausencias, de cosas, de juguetes que no había tenido, de besos que no había recibido, de la seguridad que nunca había tenido, de la autoestima... y al final consigues que un niño de la marginación más dura acabe siendo un niño medianamente feliz, como la mayoría, es decir, normal.
Me apetecía hablar de mi experiencia materna, para que mi explicación de esa experiencia sirva a unas personas que están en esta situación. Creo que hay muchos libros de: "antes de adoptar", pero creo que no hay ninguno de: "bueno ya lo tienes en casa, y ahora qué", y eso es lo que yo explico.
Cuentas todo lo que rodeó a la adopción de tu hijo Noé. Los procedimientos, las luchas, pero también reflejas tus miedos y tus preguntas, ¿no te asusta la reacción de tu hijo, cuando sea más mayor y lea el libro?
"Fue muy bonito, pero muy complicado". (2,59'') Bueno, en casa lo hablamos todo y cuando me lo encargaron, lo primero que hice fue hablarlo con la familia, especialmente con él y explicarle todo.
Le hizo mucha gracia porque ahora es un niño muy sólido en sus sentimientos, muy tranquilo, ya no vive traumáticamente el amor. Fue incluso él el que me pidió salir en la portada, porque decía: "quiero salir porque es un libro para mí".
La verdad es que creo que es tan sólido mi amor por él y su amor por mí y globalmente su posición en la familia, que ya no me asusto por nada. Quizá lo leerá y me dirá: "pensaste esto, tuviste estas duras", pero creo que ahora ya hemos ganado la batalla, la ganamos el primer año de vida compartida, ese primer año que él vino sin seguridad, sin autoestima, sin capacidad de ser feliz, asustado contra el mundo, y con un lenguaje agresivo respecto a nosotros. Ese primer año de reconstruirle la vida fue clave, a partir de ahí ya el camino va sólo. Fue muy bonito de vivir pero también muy complicado.
¡No, no me asusta que Noé lea el libro! Creo que todo lo que hay en el libro es radicalmente sincero y si es sincero, para qué va a asustarnos la verdad...
¡Hombre! Alguna cosita me he dejado... pero muy poquitas. Me autoimpuse la sinceridad radical, incluso el reconocimiento de mis propias
contradicciones como madre, porque sino no servía el libro.
Hay personas que lo han leído y me han dicho que es un libro muy triste, porque es que la historia fue triste en su momento. Los niños adoptados vienen todos de la misma marginación y siempre vienen de la marginación más dura. Generalmente son niños muy desgraciados y, claro, es tan bonito reconstruirles la felicidad como duro vivirlo. Creo que al principio tocas el infierno y luego tocas el cielo...
 

"INTERNET HA SIDO UNA REVOLUCIÓN EN EL MUNDO DE LA ADOPCIÓN''

Has comenzado los trámites para una nueva adopción. Concretamente vas a adoptar un niño de Siberia. ¿Hay muchas trabas en la adopción internacional?
"Desde luego, San Internet". Internet es una revolución en este sentido, ha sido para el mundo de la adopción una ayuda tan increíble que nos ha cambiado la vida. De entrada, hay infinidad de webs que te ponen en contacto padres con padres.
De golpe, todos los que estamos en proceso o los que ya han tenido la experiencia, te ayudan... hay una información interelacionada de un montón de gente y ya no te sientes sólo luchando contra el mundo, sino que estás en medio de una historia compartida. En mi caso, en la adopción que estoy tramitando en Rusia, todo lo estoy haciendo a través de Internet. Ha habido un primer paso adelante que ha sido la revolución de Internet en el caso de la adopción... Desde luego, "San Internet", porque nos ha cambiado la vida.
Además, poco a poco nuestros gobiernos van enterándose de que existe la adopción internacional, porque esto está costando una
barbaridad. Yo estoy a favor absolutamente de la unificación de criterios, porque cada Comunidad Autónoma tiene criterios distintos y algunos incluso son ideológicamente extraños, por ejemplo, hay muchas madres solteras que tienen problemas para conseguir la idoneidad, los padres solteros mucho más, según a qué edad también, y por tanto todo eso hay que cambiarlo... ¡a ver si nos ponemos un poco modernos!
Falta de información. No siempre las embajadas o los consulados te ayudan, cuesta un poco. Creo que al final los padres se espabilan y buscan información como pueden, pero no siempre hay una ayuda externa, la administración no es muy sensible. Y la sensación de una persona que quiere adoptar a un niño y de que le ponen trabas en su propio país, es real. Tardas meses en conseguir los papeles y tienes
que aguantar un montón de cosas... además, como no hay niños en España, tienes que recurrir a la adopción internacional y ahí se complica todo, ya que puedes caer en manos de mafias.
No es un camino de rosas, hay que decirlo, por suerte, mayoritariamente acaba bien, pero hay veces que no. Por tanto, hay que tener la piel dura cuando te metes ahí dentro, porque el final es feliz pero los obstáculos son complejos.
Los derechos del niño por encima de todo. Creo que hay que hacer lo que se ha hecho en el Congreso de los Diputados, unificar criterios, facilitar las cosas, pero creo que hay una cosa importantísima que aún no hemos hecho: hay que cambiar las leyes del Código Penal y del Código Civil en materia de adopciones, porque aún hoy en día, los jueces españoles tienen demasiado en cuenta los derechos de sangre, que son derechos feudales y cuando una madre, por mucho que haya maltratado a su hijo, va y le llora a un juez, le acaba devolviendo al niño, sin tener en cuenta que el niño tiene derechos por encima de su madre o de su padre. Esa cultura de lo sanguíneo sobre los derechos innatos que tiene el niño de entrada, me parece terrible y hay que superarla.
Estoy a favor de conseguir una carta a favor de los derechos del niño, porque los niños son el último anillo de la sociedad y el más castigado, el más discriminado, pero eso va a ser complicado, ya que cuando abres la puerta a la adopción descubres un mundo terrible, descubres la prostitución infantil, la pedofilia, la esclavitud laboral... todos nuestros hijos vienen de este mundo o han escapado milagrosamente de esto, pero son carne de esto... mi hijo, aunque es de Barcelona, podría ser de Calcuta, de Sao Paolo...
En España hay que cambiar las leyes, no entienden a los niños en sus derechos, los derechos de los niños no están regulados.