Burkhard Riemschneider es historiador del arte. Ha escrito varias monografías sobre arte contemporáneo y es copropietario de una galería de arte en Berlín.

Uta Grosenick ha trabajado en las Deichtorhallen de Hamburgo, en la BundesEunsthalle de Bonn y ha organizado exposiciones para el Kuntsmuseum de Wolfsburgo. Desde 1996 vive en Colonia donde trabaja para varias editoriales.

El arte de los años ochenta y noventa está demasiado cercano a nuestro entorno para ser tratado de un modo enciclopédico e historicista, sin embargo una lectura desapasionada del mismo puede caer en los peligros de la crónica. Por ello esta selección de artistas y de obras que presenta la prestigiosa y rompedora editorial Taschen proporciona al lector o espectador la oportunidad de acercarse a las actuales tendencias y de realizar sus apuestas o rechazos a partir de su propio juicio estético. La variedad de autores y seleccionadores otorga una visión amplia y plural del trabajo multidisciplinar de algunos de los jóvenes artistas del momento creativo que compartimos.

Las corrientes artísticas del último cuarto del siglo XX suele presentarse como un complejo tejido de distintas posiciones e Influencias, la mayoría deudoras de los diversos “ismos” de inventario, que parecen luchar unas con otras en total confrontación. En estos años hemos visto acelerarse el avance en las comunicaciones que han reabierto el complejo efecto babilónico de la confusión y la contradicción de las diversas posturas ante el hecho artístico. Sin embargo la vigencia de la fisicidad del libro perdura y pone orden en las estanterías invisibles con un peso específico concreto. Por el momento el concepto milenio es un punto de Inflexión artificial que quizás el tiempo fijará definitivamente o tal vez se encontrará otra fecha más acorde con la realidad histórica que haga de puente, barrera o umbral.

La post-postmodernidad parece aceptar en un primer momento este ditirambo de posibilidades pero la experiencia ha demostrado que el tiempo pone en otro lugar a los actores de una época concreta. Este libro muestra, de manera sencilla, un conjunto del mundo del arte occidental de finales de siglo en forma de compendio en el cual priman las imágenes, que después arrastran a los textos. Los jóvenes artistas se mueven en una variedad de actividades y soportes muy alejados, y en ocasiones antagónicos, del concepto tradicional y sublime de arte. Los campos de acción se abren y el creador les otorga la misma importancia negando la ominosa discriminación por categorías cerradas cerradas.
En orden alfabético se presenta a 137 artistas contemporáneos, de Absalon a Heimo Zobernig, que han trabajado y han destacado durante las dos últimas décadas.  Cada uno de ellos muestra su labor en cuatro páginas en las que las ilustraciones y un breve texto introductorio informan de sus trayectorias. Junto a celebridades como Gober, Kippenberger, Koons, Sherman, Serrano, Trockel y otros se encuentran artistas que han vivido un ascenso meteórico como Matthew Barney o Damien Hirst. De este modo se realiza un cómodo, y económico, viaje por galerías y estudios de medio mundo cuya finalidad es observar y comprender a una parte de quienes proponen las tendencias artísticas para el próximo milenio.

Art at the turn of the Millennium se completa con un glosario en el cual se explican, de forma comprensible para cualquier lector, los conceptos fundamentales para entender los debates actuales en torno al arte. Una vez más Taschen ha quebrado esquemas marcando caminos para exposiciones, relecturas y reivindicaciones de durmientes. El usuario de este tomo disfrutará pasando sus páginas, cogiendo las piezas y trasladándolas como si de un mecano se tratara, a la memoria visual de la propia experiencia cotidiana. Los resultados pueden ser infinitos, dependiendo del punto de partida teórico, pero sin lugar a dudas la esencia perdurará puesto que es reflejo auténtico de nuestro tiempo y espacio.