Editorial: Cátedra -Signo e imagen- Crítica por Rafael Cruz MOTOR, CÁMARA… ¡ACCIÓN! La actriz Assumpta Serna vuelca en
este libro todo el saber de su experiencia cinematográfica, que
es muy amplia y, sobre todo, variada, para cubrir un importante hueco bibliográfico
de lo que viene llamándose el trabajo del actor frente a la cámara.
Se publican a menudo volúmenes vastos sobre el arte dramático
aplicado al escenario firmados por importantes figuras del medio, desde
Stanislavsky hasta Mamet, desde Artaud hasta Meyerhold, Peter Brook, Uta
Hagen o Strasberg. Sin embargo el trabajo del actor en la pantalla, desde
siempre, parece el hermano menor del escenario. Presuponemos que los trabajos
firmados por personalidades como las antes mencionadas son de muchísima
más solvencia y rigor que otro firmado por alguien que viene del
cine y, en muchos de los casos, estaríamos en lo cierto pero en
el caso que nos ocupa debemos descubrir en la autora no ya su reconocida
trayectoria internacional sino un más que meritorio trabajo intelectual
alrededor de la galaxia cinematográfica del actor.
Assumpta Serna confiesa que el libro nace de una necesidad orgánica, pero a todos nos consta que estamos frente a un caso atípico de actriz: intelectual formada a ambos lados del Atlántico, el resultado es una simbiosis de culturas que, por exótica, resulta fascinante. La autora profundiza de manera precisa en uno de los grandes obstáculos que el actor encontrará en su carrera: El preocupante abandono del actor por parte del director, obsesionado por el propio desarrollo de su discurso fílmico, unos directores que parecen quedar atrapados en las marañas de las poéticas y retóricas visuales o argumentales sin percatarse de que el actor puede quedarse al margen y producirse así una interferencia grave entre mensaje y canal. Con este libro es fácil que el actor tenga una buena herramienta de trabajo para comprender precisamente la complejidad de la estructura cinematográfica en los momentos difíciles de la creación del personaje y su puesta en marcha en el momento mágico que se produce cuando oye la palabra: ACCIÓN. |