TENTACIONES DE HIELO Y FUEGO
Un ángel peina con sus alas la conciencia de un hombre
y un demonio llora por perder una batalla.
El demonio fue ángel y el ángel quiso ser demonio.
Una verdad esconde una mentira,
la mentira se relata desde la verdad.
La muerte es vida con la resurrección
la vida es danza mortal para todos.
En el amor se cobija el odio
en el odio nace ferviente amor.
Sin contrarios no hay progresión, atracción, repulsión.
Siempre hay más de una forma en una silueta.
Sólo debemos indagar, abrasar, perseguir
un mundo errante, confuso, de miradas equivocadas.
Y en su desorden fermentan vicios y virtudes injertados.
Pecamos en este infierno con firmamento iluminado
nos redimimos paseando entre llamas y nubes
la religión opresora, amargamente se contiene en sus pasiones
y se desliza, y peca con un soplo de misericordia.
Quien no infringe el ancestral orden no supera la vida
porque los pecados se borran si los vestimos con miradas cruzadas.
Siete son las pasiones capitales
por las que la Iglesia penitente nos condena y se condena.
Si miramos desde la otra ribera del río podemos entender que
la Ira se enciende contra quien atenta contra la libertad,
y Lujuria, delirio de los sentidos, condensa amor vital.
Vemos que la sórdida Avaricia esconde prudencia y
Soberbia arrogante es arropada por una gran fe y fortaleza.
La Envidia convive con la esperanza de mejorar
mientras Pereza custodia la templanza y el desprecio por la competencia.
¿No es la Gula un exceso por el buen gusto?
La virtud del hombre puede consistir en amar
como si alguna vez fuera a odiar
entre luces y sombras, hielo y fuego.