Máscara de mosaico de jadeíta, de tamaño natural.
Periodo Clásico Formativo, 527 d.C., fecha maya 9.4.13.0.0.
Tikal, Guatemala.
Capítulo Primero
Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo
en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la
extensión del cielo.
Esta es la primera relación, el primer discurso. No había
todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos,
árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo
el cielo existía.
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma
y el cielo en toda su extensión.
No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo,
el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia.
Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en la noche.
Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores,
estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes
y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes
pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y también
el Corazón del Cielo, que éste es e1 nombre de Dios. Así
contaban.
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz,
en la obscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz.
Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de
acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento.
Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando
amaneciera debía aparecer el hombre.
Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles
y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre.
Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón
del Cielo, que se llama Huracán.
El primero se llama Caculhá-Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá.
El tercero es Raxá-Caculhá. Y estos tres son el Corazón
del Cielo.
Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre
la vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca,
quién será el que produzca el alimento y el sustento.
-- ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío!
¡Que esta agua se retire y desocupe [el espacio], que surja la tierra
y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en
el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra
creación y formación hasta que exista la criatura humana,
el hombre formado. Así dijeron.
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se
hizo la creación de la tierra: -- ¡Tierra! -- dijeron, y al
instante fue hecha.
Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación,
cuando surgieron del agua las montanas; y al instante crecieron las montañas.
Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó
la formación de las montañas y los valles; y al instante
brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie.
Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo : --
¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú, Huracán,
y tú, Chipi-Caculhá, Raxá-Caculhá!
-- Nuestra obra, nuestra creación será terminada -- contestaron.
Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron
las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre
los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas
montañas.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por
el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así
son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso
y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua.
De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después
de pensar y meditar sobre su feliz terminación.
Última actualización: 09/07/01
©Página de Literatura Guatemalteca. Última revisión:
01/18/01
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©Juan Carlos Escobedo