BOMBARDEOS AMERICANOS SOBRE BAGDAD
 
 Despreciando a las Naciones Unidas
 (17 diciembre 1998)
 
http://www.monde-diplomatique.fr/dossiers/irak
La noche del 17 al 18 de diciembre, los EEUU y Gran Bretaña procedieron a efectuar ataques contra objetivos en Irak. Según el presidente William Clinton, esta campaña, que debe durar varios días, «es un ataque a los programas de armamento nuclear, químico y biológico de Irak y su capacidad militar para amenazar a sus vecinos». El presidente americano ha evocado en primer lugar «los intereses nacionales de los EEUU» para justificar su acción. Ha hecho referencia a las resoluciones de las las Naciones Unidas, pero numerosos miembros del consejo de seguridad y el secretario general de las Naciones Unidas no comparten esta interpretación de los textos de la ONU. El Sr Kofi Annan estimó que «es un día triste para las Naciones Unidas y para el mundo», mientras los representantes ruso y chino denunciaban con tanta más virulencia la intervención americana cuanto que esta tuvo lugar precisamente mientras el consejo de seguridad estaba en sesión para debatir sobre los informes de la comisión encargada del desarme irakí (Unscom) y la agencia internacional de la energía atómica (AIEA).
 
A partir de estos informes, el Sr. Kofi Annan había propuesto tres opciones a los miembros del Consejo de Seguridad: suspender el exámen global que sobre la política de sanciones contra Irak debía llevarse a cabo; conceder a Bagdad más tiempo para demostrar su voluntad de cooperar con las Naciones Unidas; iniciar el examen global para medir los progresos realizados por Irak en el camino del desarme desde 1992. Ningún recurso a la fuerza debía tomarse en consideración. Esta última ha sido sin embargo la elección de Washington, que ya no oculta su objetivo de derrotar el régimen del presidente Saddam Hussein.
 
Estos acontecimientos han mostrado, una vez más, el papel extremadamente negativo que ha tenido el Sr. Richard Butler, jefe de la Unscom. Mientras la AIEA anunciaba que BAgdad había cumplido sus obligaciones y que se podía pasar, en cuanto a lo nuclear, del régimen de inspeción al de control a largo término, el Sr. Butler pretendía, en contra de toda evidencia, que «la Comisión no está en condiciones de llevar a cabo un trabajo substancial de desarme». Sin embargo, en siete años de trabajo, la Unscom ha destruído más armas de destrucción masiva que las que se destruyeron durante las semanas de bombardeos intensos de enero-febrero de 1991. Por otro lado, el Sr. Butler redactó su informe -verdadera «luz verde» a los bombardeos americanos- sin ni siquiera consultar a sus adjuntos francés y ruso. Decidió igualmente evacuar al personal de la Unscom el 16 de diciembre por la mañana, sin consultar al secretario general de las Naciones Unidas, sino después de haberlo comentado con oficiales americanos. Mientras uno de los principales inspectores americanos, el Sr. Scott Rider -que ha dimitido- reconocía haber trabajado en cooperación con los servicios secretos israelíes y que otros inspectores también estaban implicados en asuntos de espionage en Irak, es legítimo hacerse esta pregunta: ¿de quién depende la Unscom? ¿se debe a las Naciones Unidas o a Washington?
 
Una vez más, los irakís, que soportan y sufren unas política de sanciones absurda que golpea a inocentes y la brutalidad de un régimen cínico, pueden ser la primeras víctimas de bombardeos decididos despreciando el derecho internacional.
 
 Alain Gresh
 de "le monde diplomatique"
 alain.gresh@monde-diplomatique.fr
  traducido del francés por el servicio
 de traducción del ADR
 
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