Teresa López

Identidad de género y globalización.


El comentario que voy a hacer está basado en varios artículos, todos ellos relacionados con el tema de la globalización y/o el problema de la sociedad y la identidad personal.

Los artículos están sacados de prensa y de Internet:

De la revista “Shangay Express” el artículo “Intolerancia, globalización y ética universal” escrito por Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia.

De la revista Zero, un reportaje sobre la historia y evolución del Día del Orgullo Gay y del movimiento homosexual.

Y de Internet el fanzine “QUEEReremos”, con dos artículos, la revolución contrasexual y las minorías de la sexopolítica.


Primero sería conveniente hacer una introducción al tema ya que aparentemente se escapa un poco de las pautas que se han marcado en las clases de globalización y educación. Es cierto que la sexualidad y la identidad personal no cuadran directamente con las claves para entender el proceso de reorganización que está sufriendo el mundo, esto es geopolítica y neoliberalismo. También es cierto que tratar este tema no va a arreglar las desigualdades que existen en el mundo pero lo que si creo es que leerlo con la mente abierta puede ayudar a comprender que los roles que impone la sociedad o un grupo social específico son imposiciones arbitrarias. En el mundo que pretenden crear los defensores de una globalización real (no los imperialistas) debe haber una libertad individual completa para todos y eliminar los prejuicios sexistas e intolerantes, que muchas veces llegan hasta nuestro subconsciente sin darnos cuenta.


Otro causa por la que me parece importante este comentario, es aportar un caso en el que la globalización ha sido positiva. Ya se comentó en clase que el nuevo orden global había servido para proteger lenguas, unir a Comunidades Indígenas en peligro de desaparición, y crear ONG’s que superan todos los límites de estado. Bien, pues otro de los beneficiados de la posibilidad de conexión entre todo el mundo es la comunidad homosexual/ bisexual/ transexual que ha podido unir sus intereses y crear grupos de presión para intentar luchar por la Igualdad en los países “democráticos”, y por la defensa de los derechos humanos en países con regímenes integristas (a través por ejemplo de Amnistía Internacional).


La última causa por la que he escrito esta mezcla de argumentos, es la parte de educación. La semana pasada leía literalmente horrorizada en el periódico “El Mundo” que en el Departamento de Psicología de la Universidad de Murcia, se utilizaba un manual en el que afirmaba que la homosexualidad y el sadomasoquismo se podían curar utilizando electrodos en el cerebro. Obviamente una vez denunciado, la Universidad ha retirado el manual y tomado medidas, pero ¿Cuánta gente ha adquirido ideas ligeramente homófobas tras el paso por esa asignatura?

Traslademos el caso a nuestra Escuela de Magisterio, yo estoy haciendo primero, y todos los profesores nos abordan con gran optimismo la posibilidad de educar a una generación fuera de los prejuicios y citan los grandes tópicos: xenofobia, sexismo, consumismo etc; pero siempre hay un olvido sistemático de la libertad de vivir como somos dentro de la ética social. Para cerrar este párrafo, que se sale un poco del tema sólo decir que desde la educación se puede hacer más por conseguir un mundo más plural y libre.



Ahora paso a analizar y explicar el contenido del artículo “Intolerancia, globalización y ética universal” escrito por Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Este, está enmarcado dentro de la revista gratuita Shangay Express, dentro del apartado de articulista invitado.


En su artículo, Esteban Ibarra explica como la globalización conocida hasta ahora se centra más en el dominio económico de los países ricos sobre los que no pueden defenderse. En esta globalización faltan los Derechos Humanos, y este es el aspecto en el que se centra el autor. Actualmente se viola continuamente la dignidad humana: racismo, xenofobia, sexismo, homofobia, antisemitismo, integrismo…

Los Derechos Humanos y la lucha contra la Intolerancia son imprescindibles para crear un nuevo orden mundial. El desarrollo humano debe tener como objetivo asegurar a todas las personas las condiciones para vivir dignamente y en armonía.

El autor propone cambios radicales en política para asegurar una correcta democracia social. Olvida los intereses del neo-liberalismo para luchar por el bienestar humano, asumiendo que este cambio va a ser difícil y va a implicar mucho esfuerzo por parte de todos.

El último punto del artículo trata de la lucha a favor de la “Ética Global”. Explica como organismos internacionales como la UNESCO, luchan para mostrar un aspecto prometedor de la globalización. El núcleo fundamental de esta Ética Global debe ser el respeto a los derechos humanos universales, principio de democracia, participación política de la sociedad civil, tolerancia, pluralidad, etc.

Como conclusión, reflexionar que si TODOS tuviéramos un poco más de conciencia sobre la ética, desaparecerían las conductas de odio, egoístas o intolerantes que permiten que las injusticias globales sigan existiendo.



La segunda parte del comentario, está relacionada con uno de los puntos que se discutió a principio de curso sobre la obligación de la cultura y la educación de crear una identidad de persona – nación – estado – (y actualmente)- mundo. Como se dijo en clase, la primera identidad que hemos de adquirir es la de género, que tradicionalmente ha venido impuesta por el par de cromosomas 23 (XX ó XY). Ahora eso ha cambiado, las mujeres están cansadas de que la sociedad ya tenga decidido cual será su futuro, y hay muchos seres humanos que también están cansados de no ser comprendidos por el mundo. En principio, este era un tema olvidado por toda la sociedad (especialmente la homosexual, que se desentiende al máximo de los problemas de género para huir de más rechazos), pero ahora ha tomado fuerza el Activismo Queer, que ha incluido teorías como la dominación sexopolítica o la revolución contrasexual.


La sexopolítica es una de las formas dominantes de la acción biopolítica en el capitalismo contemporáneo. Con ella el sexo (los órganos llamados « sexuales », las prácticas sexuales y también los códigos de la masculinidad y de la feminidad, las identidades sexuales normales y desviadas) forma parte de los cálculos del poder, haciendo de los discursos sobre el sexo y de las tecnologías de normalización de las identidades sexuales un agente de control sobre la vida.

. La evolución de la sexualidad moderna está directamente relacionada con la emergencia de lo que podría denominarse el nuevo “Imperio Sexual”. El sexo (los órganos sexuales, la capacidad de reproducción, los roles sexuales en las disciplinas modernas...) es el correlato del capital. La sexopolítica no puede reducirse a la regulación de las condiciones de reproducción de la vida, ni a los procesos biológicos que “conciernen a la población”. El cuerpo hetero (straight) es el producto de una división del trabajo de la carne según la cual cada órgano es definido por su función.

La revolución contrasexual está dedicada a la lucha contra el género:

En 2002 la filósofa y activista queer Beatriz Preciado irrumpe en el mundo del ensayo español con una obra brillante y subversiva, el Manifiesto contra-sexual, donde a partir de la genealogía del dildo desarrolla un cuidadoso análisis de los sistemas de sexo y género, con el fin de desnaturalizar al sexo y desvelar el carácter protésico del mismo.

Para Preciado el género no es simplemente performativo, no es sólo un efecto de las prácticas culturales lingüístico-discursivas. El género es protésico, es decir, se da en la materialidad de los cuerpos.

 

Con este planteamiento radical Preciado lleva aún más lejos los análisis y cuestionamientos de la teoría queer. El sistema sexo/género dominante se ve minado por lo que ella denomina prácticas contra-sexuales: el empleo de dildos, la erotización del ano, los contratos sadomasoquistas, son algunos ejemplos de esa mutación del sexo.

La sociedad contra-sexual que nos descubre Preciado desmantela todos los dispositivos de normalización y de asignación de roles sexuales y de género, por medio de una serie de propuestas subversivas: eliminar el género del DNI, nombres propios sin marcas de género, abolición del contrato matrimonial, universalizar las prácticas abyectas, resexualizar el ano, parodiar los efectos asociados al orgasmo, acceso libre a las hormonas sexuales, abolición de la familia nuclear...

Este análisis es importante para mostrar el carácter paródico de la sexualidad; en la medida en que no hay un ‘original’ de lo masculino ni de lo femenino, resulta imposible dotar de significación al sexo, como suele intentar el poder.



En conclusión a este trabajo, creo que la globalización ha sido un aspecto positivo para unir una minoría que necesitaba cambios sociales muy fuertes para poder subsistir. Sería imposible pensar que estas ideas tuvieran un mínimo de fuerza, si no fueran apoyadas desde muchos puntos distintos.

Y me gustaría creer que dentro de la propia mayoría heterosexual, se pueda llegar a reflexionar que mayoría no es sinónimo de “único” o de “correcto”. Volviendo al tema de educación, está base puede ser muy útil para crear una sociedad plural.

« Entramos en una época en que las minorías del mundo comienzan a organizarse contra los poderes que les dominan y contra todas las ortodoxias »

 

Darrere