(1614)

Góngora compuso este romance en la época en que estaba trabajando en la Soledad Segunda (y probablemente estaba ya pensando en abandonar el proyecto, que debía constar de cuatro poemas). El romance está plagado de alusiones a las soledades, así que es más que probable que contenga el final que pensaba darle a la historia que dejó inconclusa. A la derecha indicamos estas alusiones.

Cuatro o seis desnudos hombros
de dos escollos, o tres,
hurtan poco sitio al mar,
y mucho agradable en él.
4
Dos o tres escollos dejan sobresalir cuatro o seis islotes que le hurtan un sitio pequeño al mar y en ese sitio le roban mucho [muchas cosas] agradable[s].
Cuánto lo sienten las ondas
batido lo dice el pie.
que pólvora de las piedras
la agua repetida es.
8
El pie batido [de los escollos] dice cuánto lo sienten las olas [cuánta resistencia ofrece a las olas], que el agua repetida es pólvora de las piedras. [La base de los escollos muestra el desgaste del agua.] El agua repetida: II, v. 195: la arena de las ondas repetida.
Modestamente sublime,
ciñe la cumbre un laurel,
coronando de esperanzas
al piloto que lo ve.
12
La cumbre ciñe un laurel modestamente sublime, coronando de esperanzas al piloto que lo ve. [Un barco está buscando esos escollos, y al ver el laurel el piloto se llena de esperanzas.]
Verdes rayos de una palma,
si no luciente, cortés
Norte frondoso, conducen
el derrotado bajel.
16
[Los] verdes rayos de una palma, si no luciente [como un faro], cortés, conducen [como un] Norte frondoso, el derrotado [desviado] bajel. [Al ver la palma, el bajel se desvía hacia ella.]
Este ameno sitio breve
de cabra, apenas, montés
profanado, escaló un día
mal agradecida fe:
20
Este ameno sitio breve, apenas profanado de cabra montés, escaló un día [una] fe mal agradecida. [El peregrino, que llevaba en sí una devota fe a su amada, fe no correspondida.] La fe del peregrino, II, vv.161-162: tan generosa fe, no fácil onda, no poca tierra esconda ...
joven digo, ya esplendor
del palacio de su rey,
el hueco anima de un tronco,
nueve meses habrá, o diez,
24
[un] joven, digo, ya [en otro tiempo] esplendor del palacio de su rey, anima el hueco de un tronco hará nueve meses o diez. [Vive en un tronco hueco.] El peregrino dentro de un tronco, I, v. 237: De una encina embebido en lo cóncavo...
a quien, si lecho no blando,
sueño le debe fïel,
brame el Austro, y de las rocas
haga lo que del ciprés.
28
a quien le debe sueño fiel, si no [un] lecho blando, [aunque] el Austro brame y haga de las rocas lo que [hace] del cipres [aunque el Austro zarandee las rocas]. El Austro brama y mueve los árboles, I, v. 83: ... o el Austro brame o la arboleda cruja.
Arrastrando allí eslabones
de su adorado desdén,
hierbas cultiva no ingratas
en apacible vergel.
32
Cultiva hierbas no ingratas en [un] apacible vergel arrastrando allí eslabones de su adorado desdén. [Arrastrando las cadenas (prisionero) de la desdeñosa a la que adora.] El peregrino arrastra sus cadenas, II, vv.135-136: ... dejando mis cadenas rastro en tus ondas más que en tus arenas.
¡Oh, cuán bien las solicita
sudor fácil, y cuán bien
émulas responden ellas
del más valiente pincel!
36
¡Oh, cuán bien las solicita [las hierbas] sudor fácil, y cuán bien responden ellas, émulas del más valiente pincel! [¡Qué fácilmente las hace brotar el trabajo fácil y qué bien responden formando el retrato de su amada!]
Confusas entre los lilios
las rosas se dejan ver
bosquejando lo admirable
de su hermosa crüel,
40
Las rosas se dejan ver confusas [confundidas] entre los lilios bosquejando lo admirable de su hermosa cruel, Las flores forman la imagen de la amada, I, vv. 37-40: Y en la sombra no más de la azucena ...
tan dulce, tan natural,
que abejuela alguna vez
se caló a besar sus labios
en las hojas de un clavel.
44
[bosquejando de forma] tan dulce, tan natural, que [alguna] abejuela alguna vez se caló a besar sus labios en las hojas de un clavel. [Alguna abeja se lanzó sobre un clavel creyendo que eran sus labios.]
Sierpe de cristal, vestida
escamas de rosicler,
se escondía ya en las flores
de la imaginada tez,
48
[Una] sierpe de cristal, vestida [con] escamas de rosicler, se escondía ya en las flores de la imaginada tez, [El peregrino se estaba imaginando ya en un arroyuelo una serpiente a punto de morderlo,]
cuando velera paloma,
alado si no bajel,
nubes rompiendo de espuma,
en derrota suya un mes,
52
cuando [una] paloma velera, si no un bajel alado, rompiendo nubes de espuma en un mes [de] derrota suya [de viaje], Hipálage entre aves y barcos, vv. 605-606: volantes no galeras, sino grullas veleras.
le trajo, si no de oliva,
en las hojas de un papel,
señas de serenidad,
si al arco de Amor se cree.
56
le trajo, en las hojas de un papel, si no [en hojas] de oliva, señas de serenidad, si se cree al arco de Amor. [Si se cree que el amor de su dama serenará realmente el dolor del peregrino.] (Notar el juego arco de Amor /arco iris.) Alusión a la paloma de Noé, I, vv. 881-882: ... si la sabrosa oliva no serenara el bacanal diluvio.