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LA REVOLUCIÓN FRANCESA
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Los diputados de los Estados Generales de Francia parecían haber ganado ya su batalla política, de modo que en un breve plazo Francia se convertiría en una monarquía constitucional. Sin embargo, el rey Luis XVI cometía un error tras otro. Después de haber dado su conformidad a la Asamblea Constituyente, concentró varios regimientos alrededor de Versalles. Se extendieron rumores entre el pueblo sobre un complot de la nobleza, se dijo que los diputados de la Asamblea serían ahogados en sangre. Oradores improvisados, como Camille Desmoulins, incitaban al pueblo a tomar las armas. El 2 de julio de 1789, el marqués de Sade gritaba a la calle desde su celda de la Bastilla que iban a degollar a todos los prisioneros. El 4 de julio fue trasladado a un manicomio.

El 6 de julio la Asamblea Nacional nombró una comisión para que redactara un proyecto de Constitución, y el 9 de julio decidió cambiar su nombre por el de Asamblea Constituyente. Marat publicó un nuevo panfleto titulado La Constitution.

El 11 de julio el rey despidió a Necker, al que veía demasiado entusiasmado con las reformas. De este modo, sus recelos quedaron patentes. El 12 de julio, al conocer la noticia, Desmoulins convocó al pueblo a manifestarse ante el palacio real.

Recientemente, el rey Carlos IV de España había tenido una hija, María Isabel. Hasta la fecha había tenido seis hijos varones y cinco hijas, pero todos los varones habían muerto prematuramente excepto dos, Fernando, que iba a cumplir los cinco años, y Carlos María Isidro, de un año. En cambio, de las hijas sólo se le había muerto una. Temiendo que pudiera perder a sus dos varones, convocó las Cortes para que aprobaran la Pragmática Sanción de 1789, por la que se derogaba la Ley Sálica que Felipe V había introducido al ascender al trono español. La pargmática fue aprobada, pero no fue publicada, pues hubiera sido de mal gusto que el monarca reconociera sus recelos de que sus hijos murieran.

Thomas Hudson, el capitán británico al que José Esteban Martínez había expulsado de la bahía de Nutka, decidió que no tenía nada que hacer en China y se volvió a atrás. No intentó penetrar en la bahía, pero fue avistado por los españoles, que lo capturaron y le requisaron el barco. En la bahía de Nutka vivían los indios Nuu-chah-nuhlt, que consideraban plenamente satisfactorias sus relaciones comerciales con los británicos y veían con consternación que los españoles las estuvieran saboteando. El 13 de julio, el jefe Maquinna envió a su hijo Callicum a entrevistarse con los españoles, pero éstos le dispararon mientras se acercaba.

Ese mismo día murió el marqués de Mirabeau, pero su hijo Gabriel heredó únicamente el título de conde de Mirabeau. Esa noche se provocaron incendios en París y se constituyó una nueva guardia, pronto conocida como guardia nacional, dirigida por La Fayette, con el fin de evitar tanto los excesos de los ciudadanos como los de las tropas del rey. Sus miembros se distinguían por una insignia roja y azul, los colores de París. Los sublevados levantaron barricadas en las calles para oponerse a las tropas del rey. En la mañana del 14 de julio, el precio del pan superó todas las cotas precedentes. Se extendió el rumor de que el rey iba a ordenar que dispararan al pueblo desde la Bastilla, y una multitud de cerca de 50.000 personas se concentró ante el castillo, después de haber asaltado el hospital de los Inválidos, un cuartel-museo en el que obtuvieron armas. Los intentos de conciliación fracasaron y los soldados dispararon, pero numerosos guardias se unieron a los manifestantes y la Bastilla fue tomada. El populacho se hizo así con millares de fusiles y todos los prisioneros fueron liberados (todos eran siete: cuatro falsificadores, dos locos y un noble libertino). Tanto el gobernador De Launay como el preboste de los comerciantes fueron decapitados y sus cabezas fueron paseadas en lo alto de sendas picas. Cuentan que, cuando el rey se enteró de la toma de la Bastilla exclamó: "¡Pero esto es un motín!" Y el duque de La Rochefoucauld le replicó: "No sire, es una revolución".

El 15 de julio el rey anunció ante la Asamblea (a la que, por primera vez, calificó de Nacional) la retirada de las tropas de París. La Fayette ordenó la demolición de la Bastilla y, aunque el pueblo contribuyó gustoso de forma improvidada, la obra fue dirigida por el empresario Pierre-François Palloy, que tuvo la idea de esculpir algunas de sus piedras como maquetas del castillo en miniatura y venderlas por toda Francia. El 16 de julio, el rey anunció la reincorporación de Necker y se dirigió a París, donde el 17 de julio tuvo que aceptar la escarapela tricolor que le ofreció La Fayette en el ayuntamiento: entre el rojo y el azul de París se había insertado una franja con el color blanco del rey. Pero estas medidas no calmaron los ánimos. La noticia de la toma de la Bastilla se difundió por las provincias, donde se formaron nuevos gobiernos municipales que expulsaron a los representantes del rey. Surgieron rumores sobre conspiraciones de nobles, que trataban de acaparar trigo para matar de hambre a los pobres, y pagaban a bandas de mendigos y vagabundos para que devastaran pueblos y cosechas. Desde el 20 de julio, tales rumores estaban extendidos por todo el reino. Los campesinos, presos del pánico, se dirigían a los castillos, destruían archivos, provocaban incencios y, a veces, asesinaban.

Asesinar nobles se convirtió en el deporte nacional. En París, las farolas se convertían en patíbulos improvisados. La más célebre fue la que estaba frente al ayuntamiento de París. Allí, cualquier "enemigo del pueblo" podía ser ejecutado sin juicio alguno, y su cabeza se pinchaba luego en lo alto de una pica para pasearla por las calles. Por todas partes se oía una alegre melodía que rezaba: "¡Ah, ya irán, ya irán los aristócratas a la farola!".

Tras un largo viaje, Pigneau de Behaine logró llegar a Saigón el 24 de julio, para reunirse con Nguyen Anh, proporcionándole armas y algunos hombres, aunque eran muchos menos que los que Francia había prometido (tal vez no más de un centenar). No obstante, entre ellos había oficiales que entrenaron a los seguidores de Nguyen Anh en las técnicas de guerra occidentales y le ayudaron a construir una flota.

Cuando las noticias sobre la actuación de José Esteban Martínez en la bahía de Nutka llegaron al virrey de Nueva España, éste se asustó ante las consecuencias diplomáticas que podrían desencadenarse, y así, el 29 de julio Martínez recibió instrucciones de desalojar la bahía. Por aquel entonces Martínez había capturado dos barcos norteamericanos más, aunque uno había logrado escapar finalmente.

Otro hecho que encolerizó los ánimos de algunos sectores parisinos fue un intento del gobierno de prohibir la exposición de la última obra de David: Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos. (Según la leyenda romana, Bruto había ordenado que sus propios hijos fueran ejecutados por tratar de restaurar la monarquía.) Finalmente, los censores hubieron de ceder y la obra fue presentada al público.

Algunos de los diputados de la Asamblea Constituyente que eran terratenientes, inquietos por el caos imperante, se reunieron la noche del 4 de agosto en el club bretón para discutir la situación. La mayoría era partidaria de medidas represivas, pero finalmente triunfó la idea de que había que hacer concesiones sustanciales. Se decidió por unanimidad suprimir el diezmo que cobraba la Iglesia y todos los privilegios feudales de la nobleza. Sin embargo, unos días después, la Asamblea Constituyente matizó estas decisiones: sólo se suprimirían los que se pasaron a llamar derechos del feudalismo dominante, es decir, los honoríficos, mientras que los del feudalismo contratante, es decir, los derivados de un contrato entre el señor y sus vasallos, (impuestos sobre el trigo, etc.) se mantendrían a cambio de un pago del equivalente a veinte veces su valor anual.

El 26 de agosto, la Asamblea Constituyente aprobó la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, cuyo texto transcribimos aquí.

En Francia se estaban formando numerosas asociaciones políticas, de entre las cuales destacó una que, por reunirse en un antiguo convento de los dominicos, en la calle de San Jacobo de París, pronto fue conocido como el club de los jacobinos. Contaba con 85 diputados de la Asamblea Constituyente.

La flota rusa derrotó a la sueca en la batalla de Svenksund.

Suiza había tenido que reprimir una nueva revuelta en Ginebra a principios de año, y ahora se encontraba asolada por revueltas campesinas en todo su territorio.

El astrónomo William Herschel acababa de construir un telescopio que, durante medio siglo, fue el mayor del mundo. Lo probó por primera vez el 28 de agosto y con él descubrió un sexto satélite de Saturno, que fue llamado Encélado. Un mes después encontró uno más, llamado Mimas. Ambos son interiores al anillo del planeta.

En septiembre, Marat abrió su propio periódico, titulado Moniteur patriote, aunque cuatro días después pasó a llamarse Publiciste Parisien y, finalmente, L'Ami du peuple.

El 11 de septiembre, George Washington nombró a Alexander Hamilton secretario del Tesoro, Thomas Jefferson fue nombrado secretario de Estado, pero de momento no pudo ocupar el cargo (se encontraba en Francia negociando una renovación de la alianza con este país) y el cargo quedó interinamente en manos de John Jay, quien lo había ocupado hasta la disolución del antiguo Congreso. También Henry Knox conservó su cargo de secretario de Guerra, Edmund Randolph fue nombrado Fiscal General, y Samuel Osgood fue nombrado director general de Correos. El 24 de septiembre, el Congreso de los Estados Unidos creó el Tribunal Supremo, y Washington convirtió a John Jay en su primer presidente.

Y mientras Francia daba lecciones al mundo de cómo se ganan las libertades con sangre y atrocidades, los Estados Unidos daban lecciones al mundo de cómo se ganan las libertades civilizadamente: Algunos de los Estados habían aprobado la Constitución bajo la condición de que se le añadiera una declaración de derechos que salvaguardara las libertades individuales, así que, por iniciativa de James Madison, el Congreso se puso a trabajar en ello y el 25 de septiembre aprobó doce enmiendas a la Constitución que a su vez debían ser ratificadas por cada Estado. Finalmente, sólo diez lo serían:

El rey Felipe V había implantado en España la ley sálica, por la que las mujeres no podían heredar la corona ni transmitirla a sus hijos. Esta ley no tenía ningún precedente en España y el 30 de septiembre Campomanes presentó en las Cortes un informe para derogar dicha ley, lo cual fue aprobado por unanimidad, si bien la decisión nunca fue publicada.

En Francia seguía el recelo popular hacia la aristocracia. El inepto Luis XVI seguía gozando de las simpatías y la veneración del vulgo, pero se consideraba que estaba mal influido por la nobleza. La reina María Antonieta, en cambio, era abominada. Se decía que era frívola y derrochadora. Corrió el rumor de que Luis XVI y María Antonieta habían asistido a un banquete de soldados en Versalles donde se había pisoteado la escarapela tricolor. La Asamblea Constitucional había acordado elaborar una declaración de derechos del hombre, pero el rey manifestó su negativa a aceptar tal cosa, como tampoco estaba dispuesto a aceptar la abolición de los derecos feudales. Empezó a extenderse la opinión de que si el rey residiera en París, se libraría de la nefasta influencia de la corte de Versalles. El 5 de octubre se organizó una manifestación frente al ayuntamiento de París para reclamar pan, y por la tarde más de seis mil personas se presentaron en Versalles. El 6 de octubre, la muchedumbre asesinó a algunos guardias del palacio real, se hizo con carros de trigo y harina y se los llevó a París juntamente con el rey, la reina y el Delfín (a los que llamaban "el panadero", "la panadera" y "el mozo de tahona". El monarca fue obligado a instalarse en el palacio de las Tullerías. Marat escribía en su periódico: "Poseer por fin a su rey es toda una fiesta para los buenos parisienses. [...] Pero esta felicidad no tardará en desvanecerse si no fijamos la residencia de la familia real entre nosotros hasta que la constitución esté debidamente consagrada." El duque de Orleans, Luis Felipe José, fue acusado de haber organizado estos sucesos, por lo que tuvo que huir a Gran Bretaña.

Mientras tanto, Hendrik Van der Noort invadió Brabante y el 27 de octubre derrotó a los austríacos en la batalla de Turnhout.

Las revueltas de campesinos en Suiza fueron sofocadas.

José Esteban Martínez había terminado de desalojar la bahía de Nutka, pero, para entonces, el virrey Flores había sido sustituido por Juan Vicente de Güernes Padilla Horcasitas y Aguayo, quien decidió mantener la ocupación española de la zona, para lo cual envió a Juan Francisco de la Bodega y Quadra.

El 2 de noviembre la Asamblea Constituyente francesa decretó la nacionalización de los bienes del clero.

El 13 de noviembre, los insurrectos de los Países Bajos tomaron Gante. La revolución de los Países Bajos fue presenciada por Brissot, que había regresado de los Estados Unidos. Por esa época, su Sociedad de amigos de los negros contaba con 141 miembros en Francia. Poco después regresó a su país, donde editó el periódico Le patriot francais.

En cuanto las enmiendas constitucionales fueron presentadas a los Estados (y antes de ser aprobadas) Carolina del Norte reconsideró su posición, convocó elecciones y el 21 de noviembre aprobó la Constitución, con lo que se convirtió en el décimo segundo Estado de la Unión, a falta de la diminuta Rhode Island, que seguía sin verlo claro.

Los austríacos habían perdido el control sobre la totalidad de los Países Bajos a excepción de Luxemburgo. Van der Noort había declarado a Brabante independiente, y las restantes provincias no tardaron en unírsele, de modo que el 11 de enero de 1790 firmaron un pacto por el que se constituían los Estados Unidos de Bélgica, que serían gobernados por un Congreso, que tenía por modelo al de los Estados Unidos de América.

El virrey de Nueva España envió una poderosa flota a la bahía de Nutka, bajo el mando de Francisco de Eliza. Por esta época empezaron a llegar a Gran Bretaña las noticias de los incidentes acaecidos el año anterior, y las reacciones de indignación no se hicieron esperar.

En el transcurso de la guerra de la Independencia, los Estados Unidos habían contraído una fuerte deuda con varias naciones europeas, fundamentalmente Francia y los Países Bajos. El 14 de enero, el secretario del Tesoro, Alexander Hamilton, planteó que el país debía asumir esa deuda, al igual que las deudas que el viejo Congreso continental había asumido con los propios norteamericanos. Para ello propuso que se emitieran bonos de deuda pública que se entregarían a los acreedores con el compromiso de un próximo reembolso con un interés del 6%. Como fuente de ingresos para hacer frente a esta deuda, propuso la venta de tierras en el Oeste, el establecimiento de impuestos federales sobre el consumo y unos aranceles más elevados.

Marat tuvo que huir a Londres para evitar ser detenido por sus ataques contra La Fayette. Allí escribió su Denonciation contre Necker.

Sabiendo que en Tahití no estaban seguros, Fletcher Christian, junto con otros ocho amotinados del Bounty, seis tahitianos y nueve tahitianas, se estableció en la isla Pitcairn. Los restantes dieciséis amotinados se quedaron en Tahití. Entre ellos había algunos que no habían participado en el motín realmente, pero tampoco se habían opuesto a él. En Pitcairn, los amotinados esclavizaron a los indígenas y vivieron de la caza y de la pesca.

El marqués de Sade fue puesto en libertad, publicó anónimamente algunos de sus libros y estrenó algunas obras de teatro. Padecía una extrema obesidad y problemas respiratorios.

El 26 de enero Mozart estrenó en Viena su ópera Cosí fan tutte.

El 20 de febrero murió el emperador José II. No dejó descendencia, así que fue sucedido por su hermano, el gran duque de Toscana, que ahora se convertía en el emperador Leopoldo II. Ese mismo año, su heredero, Francisco, se casó con María Teresa, hija del rey Fernando I de las Dos Sicilias. El Gran Ducado de Toscana se lo transmitió a su segundo hijo, Fernando III.

Con motivo de los funerales del emperador, la Sociedad Artística de Bonn encargó una cantata a Beethoven, que a sus veinte años tardó tres semanas en terminar la pieza, de casi una hora de duración, y que puede considerarse su primera obra de envergadura. Sin embargo, no fue interpretada como estaba previsto, tal vez porque resultaba demasiado complicada para los intérpretes. Lo mismo sucedió con una segunda cantata encargada después para la coronación de Leopoldo II.

La Asamblea Constituyente acordó la nacionalización de los bienes de la Iglesia, y a partir de marzo los puso a la venta. De este modo se puso fin a la bancarrota del Estado.

La propuesta de Hamilton sobre la deuda estadounidense había suscitado una gran controversia. Nadie discutía la necesidad de saldar la deuda externa, pues el país necesitaba generar confianza en sus relaciones internacionales, pero la forma de cubrir la deuda interna era delicada. Por una parte estaba la cuestión de si debía hacerse cargo el gobierno federal o si cada Estado debía cargar con la suya. Unos Estados se habían endeudado más (más irresponsablemente) que otros, por lo que, en caso de que la deuda recayera sobre el gobierno federal, los Estados que habían sido más prudentes estarían pagando las deudas de los más pródigos, y eso podría considerarse injusto.

Por otra parte, muchos granjeros que habían aceptado dinero continental se habían visto arrastrados a venderlo a especuladores por un precio mucho menor que su valor nominal, con lo que al saldar la deuda se estaría beneficiando a los especuladores en detrimento de quienes realmente habían financiado la revolución. Thomas Jefferson había regresado de Francia y el 22 de marzo tomó posesión de su cargo de secretario de Estado. Secundado por James Madison, propuso que la deuda fuera pagada a los primeros acreedores de los créditos, y no a los intermediarios, mientras que Hamilton, respaldado por Washington, se opuso. Igualmente, Jefferson y Madison eran partidarios de que cada Estado asumiera sus deudas, mientras que Hamilton y Washington eran partidarios de que las asumiera el gobierno federal.

Estas discrepancias procedían de dos visiones políticas distintas: Hamilton y Washington aspiraban a que los Estados Unidos se convirtieran en una nación industrial, lo cual requería un gobierno fuerte, que respaldara a los hombres de negocios. Por ello estaban también a favor de elevar los aranceles, para que la población se viera estimulada a producir por sí misma productos manufacturados en lugar de importarlos de Europa. Por el contrario, Jefferson y Madison pretendían que los Estados Unidos siguieran siendo lo que eran, un país cuya economía se sustentaba principalmente en los pequeños granjeros, a los que había que proteger. Aunque todos habían sido lo suficientemente "federalistas" para apoyar la Constitución, el caso era que Hamilton y Washington eran genuinamente federalistas, mientras que Jefferson y Madison, sin ser antifederalistas, recelaban de un poder central excesivo que perjudicara a ciertos sectores de la población (los granjeros y otras clases humildes) frente a otros. Por su convicción de que había que defender los intereses de todos los sectores sociales, sus partidarios empezaron a llamarse a sí mismos republicanos demócratas, con lo que el Congreso no tardó en dividirse en dos partidos: los federalistas y los republicanos demócratas.

Sucedía que los Estados de Nueva Inglaterra habían contraído las mayores deudas, y su economía se basaba en gran medida en la industria, por lo que se veían favorecidos por las propuestas de Hamilton (que la deuda fuera asumida por el gobierno federal y que se establecieran aranceles elevados), mientras que los Estados del sur tenían menos deudas y una economía agrícola que importaba muchos productos manufacturados en Europa. Por ello, en los Estados norteños predominaron los federalistas y en los sureños los republicanos demócratas. En los estados intermedios había de todo.

En abril, el Parlamento británico ya había recibido numerosos testimonios de lo sucedido en la bahía de Nutka. Además, John Meares había informado de los grandes beneficios que podría proporcionar una red comercial en el Pacífico Norte, por lo que Gran Bretaña lanzó un ultimátum a España amenazando con la guerra si seguía interfiriendo en su comercio. Pitt el Joven nombró ministro de Asuntos Exteriores a William Wyndam Greenville, hermano de George Nugent Greenville, el que había sido lugarteniente en Irlanda hasta el año anterior.

Edmund Burke publicó sus Reflexiones sobre la revolución francesa, en las que condenaba violentamente la insurrección popular y llamaba a una cruzada contra ella. Por esa época, las opiniones en Gran Bretaña estaban divididas.

En la India, Cornwallis inició una nueva campaña contra el sultán Tipu Sahib de Mysore.

Los franceses construyeron una ciudadela fortificada en Saigón para el príncipe vietnamita Nguyen Anh.

El 17 de abril murió en Filadelfia Benjamin Franklin.

Tras veinte años de exilio, el revolucionario corso Pasquale Paoli fue recibido en Francia con todos los honores. Acogido por La Fayette, fue recibido por la Asamblea el 22 de abril y el 26 de abril por el club de los jacobinos, que lo admitió en su seno por unanimidad.

El 27 de abril se fundó en París la Sociedad de los derechos del hombre y del ciudadano, más conocida como Club de los cordeliers, porque tenía su sede en la antigua capilla del convento de los Cordeliers. Entre sus miembros figuraba Camille Desmoulins.

En mayo, el rey Gustavo III de Suecia obtuvo una victoria frente a Rusia en la batalla naval de Fredrikshamm.

La Academia de Ciencias de París nombró un comité para estandarizar los pesos y medidas. Entre sus miembros se encontraban Lagrange y Laplace.

Marat regresó a París para seguir publicando su periódico L'ami du peuple. Sus ataques contra diversas personalidades lo obligaron a esconderse durante un tiempo en las catacumbas de París, donde contrajo una enfermedad crónica de la piel.

El 19 de mayo fue arrestado François Noël Babeuf, que, a través de artículos publicados en el periódico Courrier de l'Europe (editado en Londres) luchaba contra los impuestos indirectos y organizaba peticiones y reuniones.

Immanuel Kant publicó la Crítica del juicio, en la que trata de teorizar racionalmente sobre la estética y el arte.

Amenazada con el establecimiento de barreras arancelarias, el 29 de mayo, Rhode Island aceptó la Constitución de los Estados Unidos y se integró como el decimotercer Estado, aunque sólo por 34 votos a favor frente a 32 en contra.

En su día, el Estado de Maryland se había negado a aceptar los Artículos de la Confederación hasta que los estados con posibilidades geográficas de expansión hacia el Oeste no renunciaran a ellas en favor del gobierno central, y se conformó cuando la mayoría de ellos lo hicieron, pero Georgia y Carolina del Norte nunca habían llegado a presentar formalmente su renuncia. Ahora lo hacía Carolina del Norte, con lo que Georgia era el único Estado que todavía reclamaba las tierras situadas al oeste de su territorio hasta el Mississippi. Por otra parte, Nueva York y New Hampshire seguían reclamando el territorio de Vermont, que se consideraba a sí mismo un Estado independiente, si bien esto nunca había sido reconocido por los Estados Unidos. Finalmente, ambos Estados renunciaron a sus pretensiones y se le planteó a Vermont la posibilidad de aceptar la Constitución de los Estados Unidos e integrarse en la Unión como decimocuarto Estado.

Las propuestas de Hamilton fueron derrotadas por un escaso margen de votos: 31 frente a 29, pero Hamilton halló la forma de lograr que los Estados sureños reconsideraran su posición. En junio, se reunió con Madison y le propuso una contrapartida a cambio de que aceptaran su proyecto: el apoyo de los estados norteños para construir una nueva capital para la nación junto al río Potomac, entre Virginia y Maryland, más o menos en el centro del país, pero en territorio sureño. Hamilton sabía que los Estados del sur querían albergar la capital del país, y pronto llegaron a un acuerdo.

En España hubo una fuerte reacción contra la revolución francesa: numerosos periódicos fueron prohibidos, se controló la frontera con Francia para evitar la entrada de propaganda revolucionaria, y los ilustrados fueron vistos con mucho más recelo, especialmente los de procedencia francesa. Por ejemplo, el año anterior, el rey Carlos IV había nombrado conde de Cabarrús a Francisco Cabarrús Lalanne, un financiero francés nacionalizado español que había aportado interesantes ideas a la política económica española, entre las que destacaba el proyecto de creación de un banco nacional. Estas ideas le habían valido la amistad de los ilustrados y también muchos enemigos. Ahora era encarcelado acusado de un supuesto fraude. Jovellanos intervino ante Campomanes en defensa de su amigo, pero no tardó en ser destinado a Asturias como inspector de minas. Campomanes se negó a intervenir en favor de Cabarrús y ello lo desprestigió entre los ilustrados. Jovellanos se refirió a él como "ese inutilísimo conde que sólo trata de destruir en su vejez la reputación que se labró en su buen tiempo".

Tales medidas reaccionarias le valieron al conde de Floridablanca ser víctima de un atentado: el 18 de junio recibió dos puñaladas de un curandero llamado Juan Pablo Pairet, que fue ahorcado dos meses después. Floridablanca sobrevivió al atentado.

Mozart compuso dos nuevos cuartetos de cuerda para el rey Federico Guillermo II de Prusia.

El 3 de julio, Mirabeau fue acusado de traición al descubrirse que había mantenido una entrevista secreta con la reina María Antonieta.

La flota sueca fue encerrada por la rusa en la bahía de Vyborg, con el propio rey Gustavo III a bordo. Sin embargo, los suecos lograron escapar milagrosamente gracias a unos vientos favorables y el 9 de julio derrotaron a la flota rusa, superior en número, en la segunda batalla de Svenksund.

El emperador Leopoldo II firmó un tratado de amistad con Prusia.

El 12 de julio, la Asamblea Constituyente aprobó la Constitución civil del clero, que regulaba la Iglesia Católica en Francia con fuertes tintes galicanos, es decir, sin ninguna consideración hacia la autoridad papal. Los obispos y sacerdotes serían elegidos por los fieles y cobrarían un sueldo del Estado.

El 14 de julio, en el aniversario de la toma de la Bastilla, el rey Luis XVI de Francia juró lealtad a la Constitución que estaba elaborando la Asamblea Constituyente.

Ese mismo día Pasquale Paoli zarpó hacia Córcega, donde fue recibido triunfalmente.

El 16 de julio el Congreso aprobó el emplazamiento de la futura capital de la nación, así como que, hasta que estuviera dispuesta, la capital se trasladaría de Nueva York a Filadelfia. Maryland y Virginia cedieron el terreno necesario al gobierno federal para que ningún Estado individual tuviera potestad sobre la capital de la nación. La región recibió el nombre de Distrito de Columbia, un nombre poético que se le daba por entonces a América (o a los Estados Unidos que —ya se sabe— para los estadounidenses es lo mismo). También se estableció que la nueva capital recibiría el nombre de Washington.

El 17 de julio murió en Edimburgo el economista Adam Smith.

El 18 de julio François Babeuf fue liberado por la intercesión de Marat.

Ese año se realizó el primer censo de los Estados Unidos, y se dispuso que se realizaría uno nuevo cada diez años. Se contaron 3.929.214 habitantes, de los cuales, casi 700.000 eran esclavos. De éstos, unos 300.000 se concentraban en el Estado de Virginia. Al norte de Maryland no había más de 40.000 esclavos, la mitad de los cuales se encontraban en el Estado de Nueva York. El único Estado sin esclavos era Massachusetts.

Una vez se aprobó que el gobierno federal se haría cargo de las deudas de los Estados, Hamilton propuso la inevitable creación de un Banco de los Estados Unidos, que controlase a los bancos estatales y, en particular, el papel moneda de la nación. Jefferson se opuso alegando que la Constitución no otorgaba al gobierno el poder de crear un banco, mientras que Hamilton arguyó que, si no lo otorgaba explícitamente, lo hacía de forma implícita, pues tal banco era necesario para gestionar numerosas atribuciones que la Constitución sí que otorgaba al gobierno federal, como la recaudación de impuestos y la regulación del comercio. Surgió así la polémica entre los llamados construccionistas estrictos, que consideraban que el gobierno no tenía más atribuciones que las que explícitamente le otorgaba la Constitución, y los construccionistas vagos, para los cuales el gobierno podía atribuirse cualquier derecho que pudiera considerarse implícito en las atribuciones que le otorga la Constitución. Esta polémica no se asoció al enfrentamiento entre federalistas y republicanos demócratas, sino que, en general, quienes estaban en el gobierno se convertían en construccionistas vagos y quienes estaban en la oposición se volvían construccionistas estrictos.

El duque Luis Felipe José de Orleans consideró que la revolución francesa, de la que había sido ferviente partidario desde el principio, estaba lo suficientemente consolidada como para que pudiera regresar a Francia de su exilio en Gran Bretaña. Por esta época, los clubes jacobinos se multiplicaban por el país, y su número ascendía ya a 152.

El 9 de agosto, el capitán Robert Gray estaba de regreso en Boston con el Columbia, procedente de China. Había regresado por el este, con lo que se convirtió en el primer norteamericano en dar la vuelta al mundo.

El 14 de agosto Suecia y Rusia firmaron la paz de Varela. El rey Gustavo III no logró apoderarse de ningún territorio ruso, pero puso fin a la intervención rusa en la política sueca. Además aumentó su reputación ante sus súbditos y su autoridad quedó reforzada, aunque las finanzas del país se resintieron un tanto.

El 2 de septiembre murió el teólogo Justinus Febronius.

En Francia, Necker presentó su dimisión como ministro de Estado y se retiró de la política.

El 28 de septiembre murió el príncipe Nicolás Esterházy, el protector de Michael Haydn, y su hijo Antonio decidió desmantelar la orquesta. Esto benefició a Haydn, pues fue el único modo en que pudo abandonar su "reclusión" en el palacio Esterházy.

En octubre, los indios miami, que habitaban al oeste del territorio de Ohio, atacaron y derrotaron a una unidad del ejército estadounidense. En los últimos años, los estadounidenses habían ido construyendo fortificaciones en territorio indio para reforzar la frontera con el Candadá británico, pero los indios las veían, no sin motivo, como una amenaza. Tras la derrota, se empezó a planear un contraataque, pues si la acción de los indios quedaba impune se producirían muchas más en el futuro.

François Babeuf inició la publicación de su propio periódico: Le correspondant picard, aunque sólo se mantendría durante unos meses.

El 24 de octubre el ejército austríaco tomó la ciudad de Namur y el 26 de octubre conquistaba Flandes.

Por esta época, la Asamblea Constituyente decidió que Francia no estaba en condiciones de prestar ayuda a España en una posible guerra contra Gran Bretaña a causa de la crisis de Nutka, ayuda con la que los españoles habían contado en todo momento. Ante este revés, el conde de Floridablanca se apresuró a negociar con los británicos para evitar un conflicto. El 29 de octubre tuvo lugar la convención de la bahía de Nutka, en la que se acordó que la costa occidental de Norteamérica estaría abierta al comercio tanto británico como español y que los barcos británicos que los españoles habían capturado serían devueltos, junto con unas indemnizaciones adecuadas. Los británicos exigieron también que España reconociera su soberanía sobre la bahía de Nutka, arguyendo que John Meares había comprado la zona al jefe Maquinna, cosa que no estaba clara en absoluto. En la práctica, los españoles siguieron teniendo el control sobre la zona.

El 7 de noviembre, el capitán Edward Edwards zarpó al mando del Pandora con la misión de recuperar el Bounty y capturar a los marineros amotinados que habían abandonado a su suerte al capitán Bligh.

Ese año murió el sultán Muhammad ibn Abd Allah de Marruecos, que fue sucedido por su hijo Al-Yazid.

En diciembre, todos los Países Bajos estaban de nuevo bajo la autoridad austríaca, y así los Estados Unidos de Bélgica dejaron de existir tras apenas un año de su fundación.

El 4 de enero de 1791, los diputados del clero que formaban parte de la Asamblea constituyente fueron exortados a prestar juramento a las disposiciones de la Constitución civil del clero aprobada el año anterior, pero 80 obispos se negaron a ello. A partir del 7 de enero se iniciaron los juramentos en el resto del país, pero casi todos los obispos se negaron a prestar juramento. De este modo, el clero se dividió entre jurantes o constitucionales y refractarios.

El 29 de enero, Mirabeau fue nombrado presidente de la Asamblea Constituyente.

El obispo de Pistoia, Scipione de'Ricci, tuvo que dimitir a causa de sus medidas josefinistas, a pesar del apoyo del gran duque de Toscana.

El escritor alemán Johann Gottfried Herder terminó su tratado Ideas sobre la filosofía de la historia de la humanidad, dividido en veinte libros en los que propugna el desarrollo de una filosofía de la historia, que daría sentido a todos los acontecimientos históricos.

Ese año suspendió pagos la Compañía neerlandesa de las Indias Orientales, que desapareció para siempre.

El rey Pomare I de Tahití abdicó en su hijo Pomare II, de diecisiete años, que fue coronado el 13 de febrero, pero su padre siguió ejerciendo de regente.

El 4 de marzo, Vermont fue admitido como decimocuarto Estado de los Estados Unidos. Se integró con los mismos derechos que los trece Estados fundadores.

El Papa Pío VI había adoptado una actitud vacilante ante la revolución francesa, que confundía al clero francés, hasta que el 10 de marzo publicó un breve pontificio en el que condenaba la Constitución civil del clero. Una parte de los eclesiásticos refractarios huyó a Roma y fue acogida por el Papa. Por su parte, la Asamblea constituyente decretó la anexión a Francia del estado pontificio de Aviñón.

El 17 de marzo, la Asamblea constituyente prohibió las asociaciones gremiales, de modo que cualquier ciudadano podía ejercer libremente cualquier profesión.

El 23 de marzo, el Pandora llegó a Tahití, tras haber doblado el cabo de Hornos. Cinco de los amotinados del Bounty se entregaron voluntariamente a lo largo del día, y otros nueve, que huyeron a las montañas, fueron capturados en las semanas siguientes. Los catorce fueron encerrados en una minúscula celda en el barco que fue conocida como la caja de Pandora. Los otros dos que Christian había dejado en Tahití habían muerto antes de la llegada del Pandora.

El 1 de abril zarpó una expedición británica con la misión de explorar la costa occidental norteamericana y supervisar el cumplimiento por parte de España de los acuerdos sobre la bahía de Nutka. Estaba dirigida por el capitán George Vancouver, al mando del Discovery, pero el reciente motín del Bounty hizo que el Almirantazgo decidiera acompañarlo del Chatham, un barco de guerra. Previamente, la expedición exploraría el océano Pacífico.

El 2 de abril murió repentinamente el conde de Mirabeau. Entre los bienes que el Estado había confiscado a la Iglesia se encontraba un edificio de estilo neoclásico que iba a convertirse en una iglesia dedicada a Santa Genoveva, la patrona de París, pero que finalmente, bajo el nombre de El Panteón, fue destinado a enterrar a los hombres ilustres. En su frontispicio se grabó la inscripción: Aux grands hommes la patrie reconnaissante (A los grandes hombres, la patria agradecida). Allí fue enterrado Mirabeau. Ese mismo año se trasladaron al Panteón los restos de Voltaire, en medio de una fastuosa ceremonia organizada por el pintor David. Por esa época estaba trabajando en un encargo monumental: un cuadro de 10.67 x 10.97 metros titulado El juramento del juego de la pelota, que nunca llegó a terminar.

En Polonia, los patriotas elaboraron una constitución de espíritu similar al que estaba elaborando la Asamblea francesa y fue aprobada el 3 de mayo. Proclamaba una monarquía constitucional hereditaria, derechos políticos para la burguesía, dos cámaras legislativas, y algunas medidas de protección a los campesinos. El rey Estanislao II no tuvo más opción que jurar a la Constitución.

El 8 de mayo, Edwards zarpó de Tahití con el Pandora en busca del Bounty.

El 6 de junio el Chatham llegó a Ciudad del Cabo, en el sur de África, y el 8 de junio llegó el Discovery.

El 14 de junio la Asamblea constituyente promulgó una ley por la que se prohibían las asociaciones obreras, las coaliciones y las huelgas.

El 20 de junio, el rey Luis XVI de Francia decidió huir de París con su familia, con la ayuda del conde sueco Hans Axel de Fersen. Salieron disfrazados por la noche y el rey dejó una declaración en la que se quejaba del trato recibido y revocaba el asentimiento que se le había obligado a dar a todas las reformas revolucionarias. La fuga se descubrió la mañana del 21 de junio, y se acusó a La Fayette de haber colaborado. La Asamblea temió que Luis XVI pudiera recabar ayuda de algún sector del ejército francés o de alguna potencia europea, por lo que inmediatamente entabló contactos diplomáticos con los principales países europeos y envió comisionados que aseguraran que las tropas prestaran juramento a la Asamblea en vez de al rey. No obstante, Luis XVI fue descubierto en Varennes esa misma tarde, y escoltado de nuevo a París. Fue recibido en silencio, pues La Fayette había ordenado distribuir carteles por la ciudad que decían: El que aplauda al rey será azotado, el que lo insulte será ahorcado.

No se dejó de observar que, como el rey, muchos nobles estaban huyendo de Francia por miedo o disconformidad con la revolución, y se dictaron leyes contra quienes trataran de abandonar el país sin los debidos permisos. Hasta ese momento, la Asamblea había tratado de mantener que las reformas se estaban haciendo con el consentimiento del rey, pero eso ya era insostenible, con lo que empezaron a cobrar fuerza las tesis republicanas. Entre los nobles que habían huido de Francia se encontraban los hermanos del rey: el conde Carlos de Artois, que se había marchado a Gran Bretaña antes incluso de la toma de la Bastilla, y el conde Luis de Provenza, que se fugó al mismo tiempo que lo intentaba Luis XVI.

Así, el 15 de julio, en el aniversario de la toma de la Bastilla, los Cordeliers pidieron que Francia se convirtiera en una república. Desmoulins y Georges-Jacques Danton pronunciaron discursos exaltados. Como respuesta, el 16 de julio se formó el Club des Feuillants, o Amigos de la Constitución, partidarios de una monarquía constitucional como la que proponía la Constitución que estaba redactando la Asamblea Constituyente. Entre ellos figuraba La Fayette.

El 17 de julio, los Cordeliers llevaron su petición republicana al Campo de Marte, una explanada donde todavía se alzaba un altar construido para la conmemoración del año anterior. Allí empezó a reunirse una multitud para solidarizarse y firmar la petición. La Asamblea Constituyente ordenó disolver la manifestación, y el alcalde de París, Jean Sylvain Bailly, decretó la ley marcial, lo que permitía a las fuerzas del orden hacer uso de las armas. La Fayette intentó en vano dispersar a las masas y, finalmente, Bailly ordenó a la guardia nacional que disparara. Murieron unas cincuenta personas y varios centenares resultaron heridas. Las autoridades cerraron varios clubes políticos y varios periódicos, como el de Marat, que tuvo que esconderse, al igual que Desmoulins. Danton se fugó a Gran Bretaña. El duque Luis Felipe José de Orleans fue acusado de haber instigado la petición del Campo de Marte.

El emperador Leopoldo II, hermano de María Antonieta, estaba especialmente preocupado por la situación de la familia real francesa, y trató de organizar una conferencia entre los principales monarcas europeos para examinar las posibilidades de intervenir en su defensa. Sin embargo, sólo encontró una respuesta favorable en Rusia, Prusia y Suecia, así que optó por negociar con los Feuillants.

Un irlandés llamado Theobald Wolfe Tone fundó la Sociedad de los irlandeses unidos, con el fin de aunar a católicos y protestantes en defensa de los intereses de Irlanda.

El 26 de julio Mozart tuvo su quinto hijo: Franz Xaver Wolfgang Mozart. Pocos días antes, el compositor había recibido la visita de un desconocido vestido de gris que le encargó la composición de un réquiem, por el que le pagaría una cuantiosa suma, a condición de que la obra fuera mantenida en el más absoluto secreto. Por aquel entonces, Mozart estaba trabajando en una ópera a instancias del actor, escritor y empresario Johann Joseph Schikaneder, autor del libreto. Se titulaba La flauta mágica, y es una extraña fábula impregnada de doctrina y propaganda masónica. Sin embargo, Mozart dejó de lado ambos proyectos para trasladarse a Praga, con el fin de componer otra ópera: La clemencia de Tito, para la coronación del emperador Leopoldo II como rey de Bohemia. Cuando estaba a punto de emprender el viaje, el desconocido misterioso se le apereció de nuevo preguntando por su encargo.

Coulomb envió a la Academia de ciencias de París el último de una serie de siete tratados dedicados a la electricidad y el magnetismo. En ellos mostraba evidencias experimentales en favor de una ley de atracción y repulsión entre cargas eléctricas análoga a la que Newton había propuesto para la atracción gravitatoria.

Galvani publicó su libro De viribus electricitatis in motu musculari comentarius, que divulgó su teoría sobre la electricidad animal e interesó a numerosos investigadores. Entre ellos figuraba su amigo Alessandro Volta, que realizó diversos experimentos y se persuadió de que, en contra de lo que opinaba Galvani, la "electricidad animal" no era de naturaleza diferente de la  "electricidad metálica" estudiada hasta entonces por los físicos, sino que se trataba del mismo fenómeno.

El 17 de agosto, el Discovery y el Chatham zarparon de Ciudad del Cabo rumbo al Pacífico.

El rey Federico Guillermo II de Prusia casó a su hija Federica con el duque Federico de York, hijo del rey Jorge III de Gran Bretaña, y a su hija Guillermina con Guillermo Federico, hijo del príncipe Guillermo V de Orange-Nassau. El 22 de agosto, Federico Guillermo II firmó con el emperador Leopoldo II la declaración de Pillnitz, en la que denunciaban la situación interior de Francia e invitaban a los soberanos europeos a actuar urgentemente.

La isla de La Española estaba poblada por 30.000 blancos, 30.000 mestizos libres y 45.000 esclavos negros. La mitad occidental de la isla era francesa, y los blancos no aceptaban un decreto según el cual los mestizos tenían los mismos derechos que ellos, así que aprovecharon los desórdenes de la Revolución para romper las relaciones con Francia. Los negros, por su parte, veían que la igualdad de la Revolución no iba con ellos. Ese mismo día, al caer la noche, estalló una revuelta de esclavos, entre cuyos cabecillas pronto destacó François-Dominique Bréda, conocido como Toussaint por haber nacido el día de Todos los santos. Organizó a las bandas de esclavos evadidos hasta formar un ejército de 4.000 hombres.

El 29 de agosto el Pandora encalló en la gran barrera de coral. Se hundió a la mañana siguiente, cobrándose la vida de treinta y un tripulantes y cuatro prisioneros. El resto logró reunirse en una isleta de arena y, tras permanecer en ella dos noches, navegaron en cuatro botes hasta la isla de Timor. Tras numerosas vicisitudes, Edwards pudo regresar a Gran Bretaña junto con setenta y ocho hombres, de los ciento treinta y cuatro con que había zarpado.

El 6 de septiembre Mozart estrenó en Praga La clemencia de Tito.

El 14 de septiembre se promulgó la Constitución francesa, que tenía como preámbulo la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. El poder legislativo quedaba en manos de una Asamblea Legislativa elegida por los "ciudadanos activos", que eran los varones mayores de 25 años, que supieran leer y escribir y que pagaban un determinado nivel de impuestos directos. El poder judicial en manos de jueces elegidos bajo las mismas condiciones y el poder ejecutivo quedaba en manos del rey ("el rey de Francia por la gracia de Dios y la voluntad nacional"). El 29 de septiembre el rey tuvo que jurar nuevamente la Constitución y la Asamblea Constituyente se disolvió.

El 30 de septiembre se estrenó en Viena La flauta mágica, de Mozart. El propio Schikaneder interpretó el papel de Papageno, un personaje popular del teatro vienés.

La Constitución de los Estados Unidos
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