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Ultimas innovaciones

El HTML, como cualquier otro lenguaje, no está terminado ni lo estará nunca. Día a día se le van implementando nuevas utilidades que le hacen, si cabe, más atractivo y práctico. Hay que distinguir entre lo que son elementos "oficiales" del lenguaje, y las implementaciones que los creadores de cada navegador le van añadiendo a sus respectivos programas. Buena muestra de ello son los CGI y los applets, plug-ins y JavaScripts del antiguo Netscape y los ActiveX de Microsoft.

No hay que confundir los applets con los plug-ins o los CGI. En la versión 2.0, Netscape introdujo extensiones al lenguaje HTML para permitir incorporar un programa escrito en Java a un documento HTML, del mismo modo que se puede insertar, por ejemplo, una imagen. A estos programas, se les denomina "applets". Son programas diseñados para un fin concreto dentro de la página, como producir una animación o filtrar la entrada de información en un formulario. Los JavaScripts no son applets, no tienen la entidad de auténticos programas, y sus acciones son más limitadas al estar restringido su radio de acción a la ventana del navegador. En realidad, y aunque no forma parte del HTML oficial, podría considerarse el java interpretado, como una extensión del HTML, igual que las tablas, o cualquier otro elemento, aunque un poco más complejo, al tratarse de un lenguaje basado en objetos y muy parecido al lenguaje C.

Los plug-ins, en cambio, son módulos de software (programas) que se ensamblan con el visualizador, añadiéndole nuevas prestaciones o habilidades, que le permitirán decodificar nuevos formatos para los que no estaba preparado originalmente, como el VRML, para la navegación en mundos 3D, el Adobe Flash para presentaciones hechas con Flash Player o el Acrobat Reader para ver documentos generados en formato .pdf   De esto se deduce que, si no se le han instalado los plug-ins necesarios a nuestro visualizador, al intentar leer una página con, por ejemplo, un fichero de vídeo, lo que éste hará es pedirnos el nombre de un programa auxiliar para que sea él quien gestione ese fichero en lugar de procesarlo por sí mismo, o nos propondrá descargar el fichero para utilizarlo más tarde.

Todo esto, es respecto a Netscape (actualmente Mozilla). Microsoft llegó tarde, pero por supuesto, tiene algo parecido: el Active X. Esto no es más que un pequeño módulo capaz de hacer de enlace entre el Internet Explorer (el visualizador de Microsoft) y paquetes de desarrollo como MS Visual Basic, MS Visual J++ o aplicaciones de uso común como MS Excel, o con recursos del sistema. Estas habilidades tienen dos problemas graves: que sólo puede utilizarse en entornos Microsoft, lo que le resta la portabilidad intersistemas que tiene Java, y que al ser capaz de conectar directamente con los recursos del sistema, los fallos de seguridad son muchos más peligrosos.

Te habrás dado cuenta, de que todo lo dicho es referido siempre al propio navegador, es decir que se trata de acciones realizadas en local, en tu propia máquina, y por tanto no es necesario estar conectado a una red. Los programas CGI o las páginas ASP, PHP o JSP se ejecutan en el servidor, es decir en remoto, y sí es necesario estar conectado a la red. Constituyen una solución más fiable que las anteriores, ya que las máquinas donde residen los servidores, suelen ser mucho más potentes que los PC's clientes, y con más recursos siempre disponibles (o por lo menos debería ser así), lo que permite realizar cualquier diseño por complicado que sea, sin obligar a quien se conecta a tener un ordenador caro, o con todos los plug-ins instalados, pero su eficacia depende absolutamente de la velocidad de la red, que a veces es desesperante... Aunque se mencionan aquí a efectos de comparación, los CGI no son nuevos, ya que aparecieron en las primeras versiones oficiales del HTML.

La penúltima novedad del HTML es algo que prácticamente terminará con él: las hojas de estilo en cascada (CSS). En efecto, al poco de implementarse este avance, y aunque el HTML todavía goza de buena salud, la W3C ha establecido un nuevo estándar: el XHTML, que es una modificación del HTML junto con CSS. Básicamente el XHTML es igual que el HTML, pero eliminando algunos elementos y basando el diseño en el desarrollo de hojas de estilo en casacada, obligatorias, puesto que el nuevo XHTML no tiene elementos de estilo propios. Al mismo tiempo, se pretende que el lenguaje sea más estricto a la hora de escribirlo.

Un nuevo invento, aparecido en 2005, es el "lenguaje" AJAX. Esto es un acrónimo de Asynchronous JavaScript And XML (JavaScript y XML asíncronos, donde XML es, a su vez, otro acrónimo de eXtensible Markup Language).

Más que un lenguaje, consiste en una técnica de desarrollo web para crear aplicaciones interactivas que se ejecutan en el cliente, es decir, en el navegador del usuario, y mantiene comunicación asíncrona con el servidor en segundo plano. De esta forma es posible realizar cambios sobre la misma página sin necesidad de recargarla entera de nuevo. Esto significa aumentar la interactividad y la velocidad (si la red lo permite, claro), aunque no está muy claro que mejore la usabilidad. Por supuesto, sólo funciona en navegadores de última generación. La idea consiste en combinar cuatro tecnologías ya existentes:

Al contrario que ASP o PHP, AJAX no constituye una tecnología en sí misma, sino que es un término que engloba a un grupo de éstas, ya antiguas, que trabajan conjuntamente. Aunque se utiliza en las páginas web convencionales (por ejemplo, Gooble o Google maps), fue desarrollado para crear aplicaciones de terminales de telefonía móvil. Como puedes ver, casi todo depende en realidad del navegador, y estas nuevas tecnologías hacen que haya que plantearse, una vez más, para cuál de ellos conviene programar.

En estos momentos, se está produciendo una paradoja: mientras las técnicas de programación tienden a la interactividad plena de las aplicaciones sin importar la carga que esto provoque en la red, las compañias de comunicaciones no están mejorando sustancialmente la capacidad de las redes, produciéndose grandes diferencias de rendimiento entre zonas (y de precio por sus servicios).

Y una vez más el W3C, dando un bandazo en su trayectoria, abandona la terminación de lo que iba a ser el XHTML2, y se lanza a definir un nuevo estándar: HTML5. Esta nueva versión, al igual que el XHTML, no tendrá instrucciones de estilo propias, y será CSS la encargada de ello, eso sí, también con una nueva versión: la CSS3.


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