Juramento hipocrático
Juramento hipocrático
(NOTA: tuvo su origen en Hipócrates, pero fue ampliado
por la posteridad)
En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, ante mis
maestros y en esta Facultad de Medicina que me enseñó todo cuanto sé, juro que:
- Consagraré mi vida al servicio de la humanidad.
- Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud.
- Practicaré mi profesión con conciencia y dignidad.
- La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo.
- Respetaré los secretos que me fueren confiados en todo aquello que con ocasión o a
consecuencia de mi profesión pudiera haber conocido y que no deba ser revelado.
- Consideraré a mis colegas como a mis propios hermanos y no formularé a la ligera
juicios contra ellos que pudieran lesionar su honorabilidad y prestigio.
- No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel
social se interpongan entre mi deber y mi conciencia.
- No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos que pretendan degradar la
relación médico-enfermo restringiendo la libertad de elección, prescripción y
objeción de conciencia.
- Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré,
ni participaré en acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia.
- Respetaré siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica
médica o experimental sin su consentimiento.
- No realizaré experimentos que entrañen sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o
atenten contra la dignidad humana.
- Mantendré la noble tradición médica en lo que a publicidad, honorarios y dicotomía
se refiere.
- Procuraré mantener mis conocimientos médicos en los niveles que me permitan ejercer la
profesión con dignidad y seguridad.
- Si llegado el día en que mis conocimientos o facultades físicas o sensoriales no
fueran las idóneas para el ejercicio profesional no abandonase éste voluntariamente,
pido a mis compañeros de hoy y de mañana que me obliguen a hacerlo.
- Hago estas promesas solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, en memoria de todos los
que creen o hayan creído en el honor de los médicos y en la ética de sus actuaciones.
¡ Que bonito queda pero que poco se
cumple !
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