2.3 - La escuela filológica histórica
Frente a la escuela de mitología comparada y la escuela antropológica que, desde la lingüística y la antropología comparadas, ampliaron y renovaron el horizonte de la investigación mitológica mediante el estudio de los mitos de otras culturas, la escuela histórica filológica alemana reclamaba para sí el único y exclusivo derecho a la interpretación de los textos míticos de la Grecia antigua. Esta última corriente exegética es representativa, a juicio de Jean Pierre Vernant, del repliegue de la filología sobre sí misma y del intento de esta disciplina de monopolizar los estudios de mitología clásica.112
Entre los principales representantes de la escuela de filología histórica podemos destacar a Otto Gruppe113, Carl Robert114, al historiador de las religiones Martin P. Nilsson115 y al filólogo Ulrich von Wilamowitz-Möllendorff116, entre otros.
Para estos estudiosos, el objetivo de la investigación mitológica consiste en, mediante la filología y la cronografía, establecer la filiación de los mitos griegos, esto es, su origen -prehelénico, micénico o foráneo- y su recorrido, tipologizando y plasmando el cuadro sinóptico de los personajes míticos (pero no en un sentido de sistema, sino de "retratos singulares" de los distintos mitos y divinidades correspondientes, de modo similar a lo que podemos encontrar en un diccionario de mitología). Estos autores concebían la personalidad, características y funciones de los dioses del panteón griego, como el producto de un sincretismo histórico (no como un sistema de elementos interrelacionados que adquieren significación a través de sus relaciones de asociación y oposición, y de la lógica interna que a éstas subyace, al modo estructuralista posterior)117. Según Otto Gruppe, el método a emplear es a la par histórico y genético: se trata de buscar el origen, las posibilidades de difusión y la primera versión documentada de un mito, para luego, desde la historia, dar cuenta de a qué situaciones sociales responde (migraciones, guerras, destrucciones de ciudades, etc.) y, conjuntamente con la filología, de las formas sucesivas que ha ido adquiriendo ese mito a través del tiempo, mediante la asimilación literaria del mismo. Dicho de otro modo, se intenta explicar el mito desde la historia, con el auxilio de las técnicas filológicas de análisis textual, al tiempo que no se reconoce en el mito ningún sentido o mensaje propio al margen de los hechos históricos (como vemos, existe una estrecha relación con la anteriormente tratada posición evemerista). A este historicismo de base, cabe sumarle una fuerte impronta positivista que, a la par que dotaba de un gran rigor a las investigaciones de esta escuela y alentaba la recogida de gran cantidad de material (razón por la que sus estudios, incluso hoy día, son considerados como útiles instrumentos de trabajo), obstaculizaba la búsqueda de un significado interno a los mitos e independiente de los hechos históricos. Para Nilsson, la mitología griega posee el mismo carácter incoherente que la religión griega -que adolece del temple sistemático que poseen los textos sagrados de otras grandes civilizaciones, como la india o la irania-, y la misión del investigador consiste, no tanto en la búsqueda de coherencia y sistematicidad, como en discernir en los relatos mitológicos tres niveles diferenciados -aunque sobrepuestos-, que tales leyendas contienen:
Estos últimos "elementos imaginarios" son aquellos que el investigador no consigue 'adecuar' a la historia (esto es, reducirlos a la categoría de hechos históricos), y son considerados por Nilsson como "un juego gratuito de la imaginación"118. Podemos concluir que, para Nilsson en particular y para esta escuela en general, los mitos son, bien explicaciones acerca de los orígenes de algún hecho o costumbre social (anticipando así el funcionalismo posterior), bien realidades históricas deformadas por la imaginación popular (evocando pues el evemerismo anterior), o bien fantasía gratuita carente de contenidos históricos.
112. Jean Pierre Vernant, "Razones del mito", en Mito y sociedad en la Grecia antigua, ed.cit., pp. 193-194 ss.
113. Otto Gruppe, Griechische Mythologie und Religionsgeschichte, Munich, 1906.
114. Carl Robert, Die griechische Heldensage, 2 vols., Berlín 1920-21.
115. Martin P. Nilsson, Geschichte der griechischen Religion, Estocolmo, 1946 (hay traducción castellana: Historia de la religiosidad griega, Ed. Gredos, Madrid 19702ª).
116. Ulrich von Wilamowitz-Möllerdorff, Der Glaube der Hellenen, 2 vols., Basilea y Stuttgart, 1959.
117. Mercedes Madrid Navarro, La dinámica de la oposición masculino/femenino en la Mitología griega, ed.cit., p. 20.
118. Martin P. Nilsson, La religion populaire dans la Grèce ancianne, trad. de F. Durif, París 1954, p. 33 (reseñado por J. P. Vernant, op. cit., p. 196).