La Valencia del Futuro |
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EL MUNDO, 6 DE AGOSTO DE 2008 - Columna 35
La Valencia del Futuro
JOSÉ LUIS RUBIO
La iniciativa de protección de La Huerta de Valencia (PPLH) suscita la interesante opción de abordar también un ejercicio de reflexión más amplio en cuanto a contenido, espacio y tiempo sobre el futuro de Valencia y su entorno. Nuestra ciudad se encuentra inmersa en una importante y dinámica activad transformadora El impulso vitalista de la ciudad es muy visual y reconocido ampliamente. Somos testigos de grandes iniciativas que muestran el esfuerzo y la pujanza de una ciudad que está ampliando y modificando su marco urbano y periurbano tradicional. Distanciándonos para visualizar desapasionadamente el acelerado proceso de cambio, se contabilizan importantes logros sobresalientes en muchos aspectos: Junto a ellos, también aspectos controvertidos y negativos. Cabria preguntarse si la velocidad de cambio puede conllevar a cometer errores por su propio elevado ritmo. Quizás sería importante desacelerar un poco y preguntarnos colectivamente cual es la Valencia del futuro que desearíamos y cuáles son los contenidos de calidad que debería incorporar. Sería interesante visualizar la realidad física y evocadora que dentro de 10-20 años tendría la ciudad que ahora stá creciendo tan rápidamente.
Una reflexión global sobre la Gran Valencia del futuro, entre otras cosas, podría evitar actuaciones y tendencias que cuando cristalizan son irreversibles y para siempre. El PPLH plantea la preservación de los aspectos histórico-paisajísticos, la identidad tradicional, y evidentemente una importantísima consideración ambiental, que afortunadamente va calando dentro de las demandas sociales del ciudadano. Ojala se proteja adecuadamente La Huerta, que representa un especial e irrepetible cinturón verde en torno a la ciudad, pero el debate debería ser más amplio para situamos en una posición favorable de planificación integral de la ciudad deseable y estimuladora de progreso y bienestar. En el contexto de una Gran Valencia, el PPLH esboza elementos muy importantes que trascienden al ámbito de La Huerta y que habría que desarrollar adecuadamente. Me refiero a las conexiones y armonización del entorno urbano con los espacios naturales protegidos que se encuentran al norte, oeste y sur de la ciudad. Ello marcaría el esquema general territorial que ofrece unas opciones magníficas de calidad biofísica y paisajística. Sin embargo al ir al detalle y al descender a la realidad actual de graves problemas urbanísticos, estéticos, funcionales y sociales, se constata lo ingente de la tarea y el desafío de resolver multitud de problemas de comunicaciones, servicios y funciones sociales. Habría que fortalecer los principios básicos del desarrollo de una ciudad que tiene las posibilidades y aspira a ser un entorno de convivencia estimulante y de calidad. El detalle de esa ciudad debería incluir temas de eficiencia energética, gestión de residuos, ciclo del agua reducción de emisiones, disciplina estética y funcional y armonización con los elementos productivos, industriales y de servicios. Valencia podría convertirse en una dudad de referencia para el disfrute de la vida pero no debería olvidarse que también podría convertirse en una ciudad atractiva para el florecimiento de la innovación, del avance científico y tecnológico y del desarrollo cultural. Esto, al igual que La Huerta, también forma parte de su tradición y también es difícil, pero valdría la pena intentarlo. |