EL MUNDO, 26 DE DICIEMBRE DE 2007

L'Albufera, reflejo de Valencia

José Luis Rubio

PREMIO REY JAIME I

http://www.uv.es/~jlrubio/

En estos días de invierno. la Albufera y su entorno se muestran misteriosos. En los días brumosos invernales el paisaje recuerda ambientes asiáticos, Entre los márgenes de las laminas de agua, que los reflejos y el entorno las dibujan como infinitas, la imaginación puede incluso ver algún agricultor indochino con su típico atuendo y sombreo circular, reflejándose entre agua y cielo. En cualquier época del año la Albufera ofrece un atrayente espectáculo paisajístico, variado y colorista. Sin embargo en invierno la oferta es de sutilezas visuales. Los tonos grises, las formas más difuminadas, el horizonte más indefinido, son más evocadores y profundos. La vida, siempre pujante en las zonas húmedas, ofrece en la época invernal el entrañable espectáculo de las aves migratorias. Un sinfín de ejemplares y de especies de aves acuáticas retozan en aguas mucho más templadas y acogedoras que las que acaban de dejar en los fríos entornos septentrionales. Siempre me ha fascinado el misterio de los largos viajes migratorios de las aves. Es un ciclo eternamente repetido y siempre fiel al ritmo de estaciones, rutas y puntos de visita. Las aves migratorias han sido pioneras en esto del turismo mediterráneo. Han sido como una especie de avanzadilla de los millones de turistas humanos, procedentes de países del norte, que posteriormente les han precedido.

Pero la Albufera tiene también otros muchos valores. Es uno de los últimos testigos de una configuración anterior del territorio. La fachada mediterránea previamente estaba constituida por un interminable rosario de zonas húmedas con una enorme variedad de marjales, lagunas y albuferas, que han ido desapareciendo. Este testigo que nos queda, de paisajes del pasado, con su grandeza, tiene además el gran valor añadido de situarse a las puertas de Valencia. Pocas de las grandes ciudades del mundo, disfrutan del privilegio de tener tan cerca una riqueza natural de esta categoría.

Sin embargo hay aspectos del lago que incomodan. Cuando viajo y visito algunas zonas nobles, por sus valores culturales o ambientales, que se encuentran en situación de abandono o absoluto mal cuidado, no puedo evitar una sensación de sorpresa desagradable. Me pregunto a mi mismo como es posible que los habitantes de esas zonas permitan esas situaciones de desidia. Desde luego en la valoración no salen bien parados.

Observando el nivel de calidad de las aguas de la Albufera Observando los desperdicios y suciedad de sus orillas y canales, me pregunto por la impresión y valoración que esta situación ofrece al visitante (incluyendo aves migratorias). Creo que no quedamos bien valorados. La Albufera es el buque insignia natural de Valencia. Requiere más cuidado. El inminente año nuevo (2008), será el Año Internacional de la Tierra, Seria una bonita oportunidad de abordar la recuperación integral, el mantenimiento y la preservación adecuadas del lago. Esperemos que 2008 sea, por fin, el año en que la Albufera empezó a recibir la atención que merece.