/Aj v/ Entra un pastor llamado Corcuera, que haze la entrada.
[CORCUERA]: Dos, que noramalas son,
las que traygo para dar,
començaldas de tomar.
Diros he para quien son:
la primera, 5
sea para qualquier o qualquiera
que dixere para ti;
la otra quédese aquí
para toda esta renclera.
Dios me vala 10
de no pagar alcavala
todo el tiempo que biviere;
venga, venga en ora mala
el puto que la pidiere.
Pese a san, 15
si Dios me hiziesse sacristán
o arçobispo, al menorete
para ponerme un bonete;
mas quál estaría el gañán
si lo fuesse, 20
y en tal quillotro me viesse;
con plazer de verme rico,
voto solemne hiziesse
de quitarme el çamarrico.
Mas quál 25
estaría de pontifical,
hinchado como unos fuelles;
vestirme ya muy real:
medias calças, çaragüelles.
Qué capones, 30
qué gallinas, qué ansarones
metería so este pancho,
atestar en perdigones
que me parasse tan ancho.
Más de mil, 35
y aun vaca con perexil
y carnero con mostaza,
y buena oveja gentil
cozida con gallinaza;
qué de vinos 40
que ternía, tan refinos,
salidos por candiota,
que cantassen cherubinos
cada vez una gran bota.
Mis criados 45
serían muy bien tratados
en su próspera juventud,
después en la senetud
de mí mal galardonados.
Pues en cama, 50
en esto ternía yo fama.
Sí, juro a san Dionés,
que no me faltasse una dama
que me rascasse los pies;
y diría: 55
"Moços, moços ¿es de día?";
"Señor, dadas son las diez";
y entonces, me dormiría.
Sí, por ésta, y aun par diez,
más haría, 60
levantarme a mediodía
y echarme en anocheciendo;
y en la cama almorzaría
y diría: 65
"Traelde a mi señoría
buenas migas, buena leche,
longanizas en lexía,
morcillas en escaveche".
Y pornía 70
en las cartas que daría
(escucha, mira si ruedo):
"De nos, don Pero García,
arçobispo de Toledo;
los abades, 75
de todas nuestras ciudades
qu'estáys so el arçobispado,
salud y gracia, sepades
que tenéys un gran perlado.
/Aij r/ En linaje 80
no ay quien le haga ventaje:
es muy grande esgrimidor,
baylador d'un personaje
y no mal dessollado[r]".
Qué honor 85
ternía un tan gran señor,
y no de baxos parientes,
sentado en un servidor
y mondándome los dientes.
Mis criados, 90
con los bonetes quitados
como en Portugal y en Roma,
los cañones atapados,
yo oliendo en una poma.
Mas queremos, 95
con el mando que tenemos,
aunque no lo merescía,
que comamos y holguemos
con la renta que tenía.
Entra otro pastor llamado Penoso
PENOSO: ¿Qué hazías, 100
que tanta trisca tenías
que te sentí desde el hato?
CORCUERA: Llegué a las avemarías
y paréme aquí un rato,
y parado 105
entre mí he pernotado
qué haría si tuviesse
un valiente arçobispado.
PENOSO: No havría quien te conosciesse.
CORCUERA: Pardiez, sí. 110
No me conoscería yo a mí
viéndome tan quillotrado.
PENOSO: Di pues, ¿qué darías a mí?
CORCUERA: Un oficio muy honrrado:
cozinero 115
o a lo menos despensero,
que traxesses de comer.
PENOSO: Yo, juro a diez verdadero,
más vale ser botiller.
CORCUERA: ¡Qué diabro, 120
yo no entiendo esse vocabro!
¿Botillero es despensero,
o calonge, o racionero,
o la cría del estabro?
PENOSO: Acertar, 125
el que te havía de guardar
las conservas y los vinos.
CORCUERA: ¡Qué harías de tragar
de aquellos manjares finos!
PENOSO: Ora ver, 130
si tu alcançasses a ser
quiçás Papa o Sancto Padre,
¿qué me havías de hazer?
¿Havíasme de hazer compadre?
CORCUERA: ¡Qué locura! 135
¿Toda essa es tu cordura?
¿Y tal dicho se te escapa?
¿Soy yo muger por ventura
que havía de ser Papa?
¡Qué dezir, 140
y todo esse es tu argüyr,
pues, aunque fuesses mochacho!
PENOSO: ¿Pues cómo havía de dezir?
CORCUERA: ¡Papo, Papo!, pues soy macho.
[PENOSO]: No caya 145
en aquessa astrología,
que soy necio como un sapo.
CORCUERA: Pues clara está la porfía:
la Papa, muger del Papo.
PENOSO: Sí, par Dios, 150
ygualaros queréys vos,
por tu mal creo que escarvas.
¿Pues quién soys vos?
CORCUERA: Quien hos pelará essas barvas.
PENOSO: Noramalas 155
¿Dónde hos han nascido alas?
No miráys qué pundonores,
yo lo vi vendiendo palas
/Aij v/ y agora álçase a mayores.
CORCUERA: ¿Vos a mí? 160
PENOSO: Yo digo que yo lo vi.
CORCUERA: Juro a Sant, quiçá que hos dé.
PENOSO: Ora dadme vos; sí, sí.
CORCUERA: Pardiez, esso sí haré.
PENOSO: ¡Ay, cuytado, 165
el sopino me ha quebrado,
ya no soy para muger!
¿Dó se fue aquel derrengado?
¿Dónde se fue a esconder?
Mal peccado, 170
que'l dolor que me ha quedado
m'a hecho c'aya mal día;
y me ha hecho que aya olvidado
el quillotro a qué venía.
Sin remedia, 175
sepan que una comedia
les traygo pintaparada;
en breve casi la materia
me ha sido relatada.
No es de amor, 180
sino plazer y dolor,
que'n pensallo me ha espantado
embiar por embaxador
Una donzella 185
muy galana y muy bella,
toda llena de agonía,
porque no se acuerdan d'ella
ni tal cuydado tenía.
Al fin, fin, 190
señores, por Sant Martín,
que obra es de plazentorio.
Nunca medre el hi de ruyn
que no prestare auditorio.
Aquí se va el pastor y entra la Princesa, hablando consigo misma.
PRINCESA: Mi soledad tan esquiva 195
de pensamientos raviosos
veo que siempre me priva
los plazeres desseosos.
Señor,
tú que das al qu'es menor 200
alegría y contentamiento,
y por contrario, al mayor,
congoxoso pensamiento,
de tal suerte
qu'es muy bien cierto temerte 205
para haver el galardón;
mas mi pena es grande y fuerte,
grande sin comparación
en que navego.
Pon, Señor, algún sossiego 210
en mí, triste apassionada,
amatando aqueste fuego
que me tiene assí abrasada,
y no me dexa,
sino contino me aquexa 215
combidándome a la muerte.
El bien todo se me alexa
de mi desastrada suerte.
Desdichada,
triste malaventurada, 220
llena de muchos cuydados,
sin reposo apassionada.
Ya mis ojos son cansados
de llorar
sin dexarme sossegar, 225
y el cuydado que me aquexa
y sin nunca reposar
jamás por jamás me dexa;
mis tormentos
y mis tristes pensamientos, 230
ansias, cuydados, passiones,
que todos son recontentos
de me echar en perdiciones
/Aiij r/ con las tristes.
¡O madre que me paristes! 235
¿Qué sería si tú biviesses?
¿Y aquello que prometistes
antes que tú te muriesses?
Todas deven,
aquellas que madres tienen, 240
rogar mucho por sus vidas,
porque como yo, se pueden
sin ellas verse perdidas.
¿Quién creyera
que a mi padre le pluguiera 245
ententar tal desatiento,
pues mi madre le dixera
en su postrer testamento?
Aunque cruel,
determino embiar por él 250
con desseo de quexarme,
y confío tanto en él,
qu'él havrá de remediarme
desde agora.
¡Pages, pages venid hora! 255
PAGES: ¿Qué manda tu gran alteza
que nos llamas adeshora?
PRINCESA: Mando que vays con destreza,
con honor,
al Rey mi padre y señor 260
que me venga luego a ver,
que me ha dado tal dolor,
que mayor no puede ser.
Aquí se van los pages a llamar al Rey, y la Princesa se queda sola
y dize hablando consigo misma pensando:
[PRINCESSA]: Estoy y[o] considerando
la locura de los padres, 265
que hablan de quando en quando
por consejo de comadres;
y al nascer,
dizen a mi parescer
cómo estamos en desgracia, 270
que si buenas no han de ser
Dios las cumpla de su gracia;
y si es varón
ay tanta conversación:
¡"Dios hos guarde el heredero"! 275
Críanlo con presunción
y al padre roban primero
los ducados,
y después de bien gastados
viénense sin mas desdén, 280
y como son tan amados
todo les paresce bien;
y la hija
dizen qu'es mala vasija
y que se alçan a mayores, 285
si virtud no las cobija
mando yo los guardadores.
En verdad
y con gran certenidad,
si con mí no se declara, 290
por la Sancta Trinidad,
que le costará bien cara.
¿Qué he hablado?
Bien havía negociado
si alguno aquesto me oyera. 295
¡Buelve coraçón malvado,
buelve, buelve a la carrera
del honor!
¡O, diablo engañador,
ya andas por enlazarme! 300
Tu engaño no es valedor,
de lo bueno quiero armarme,
que es perfecto,
y tener muy buen subjecto.
Y tener tales desvíos, 305
padescerme yo el secreto
/Aiij v/ No se gana
sino de bivir muy llana,
y mi padre murmurando, 310
qué haría si fuesse vana
y anduviesse tropeçando.
Que estos fines
andan llenos de malsines
y vanse a todo correr, 315
que aunque hos asáys a las crines
no podéys sino caer.
¡Qué afanar
y qué negro trabajar
este mío cada día! 320
Aqueste tanto esperar
aflige el ánima mía.
¿Qué, no viene?
Parece que se detiene;
no le deve de agradar 325
ni es cosa que le conviene
de venirme a visitar.
Su intención
es ponerme en religión
por no darme casamiento; 330
es cruel como un león,
mas diré que no consiento.
Helo aquí.
Aquí entra el Rey
REY: ¡O trabajado de mí,
lleno de mucho cuydado!, 335
que jamás nunca me vi
sólo un punto descansado;
qu'el pesar
es un rezio trabajar
qual no puede ser mayor; 340
más descanso es que reynar
ser un pobre labrador.
¡Ay de mí!
Hija mía ¿qué's de ti?
Cuéntame hora tu dolencia; 345
dime cómo estás assí,
pues que quieres mi presencia.
Que turbado,
de la nueva que has embiado
vengo apriessa y sin vagar. 350
Dime quién te ha enojado
y mandarle he castigar,
que a mi ver
yo no sé qué pueda ser,
pues te veo levantada, 355
sino que a mi parescer
deves estar enojada.
Con lealtad,
dime agora la verdad,
mira qu'estoy sin sossiego, 360
y si es de enfermedad
vengan mis médicos luego
a te servir.
Mas a todo mi sentir
deve ser otra tu pena, 365
no lo dexes de dezir
por cosa mala ni buena,
que he mirado
que si alguno te ha enojado
en honrra y en deshonor, 370
será luego castigado
como alevoso traydor.
Dilo pues.
PRINCESA: Señor mío, pues assí es,
yo te lo quiero dezir 375
de la manera que ves,
sin palabra te mentir,
demudada.
Mira qu'estoy ya mediada
de la edad que Dios me dio, 380
y estó en ti encomendada
de aquella que me parió,
y dixiste
quando d'ella te partiste
en una rezia porfía, 385
/Aiiij r/ y aún allí le prometiste
de darme [a] mí compañía
muy honrrada;
y viendo qu'es ya passada
de mis días ya la flor, 390
con vergüença, apassionada,
te lo pido, mi señor.
Y te pido
como a padre muy querido,
no con gana que tenía, 395
que me diesses mi marido,
pues mi edad ya lo pedía.
REY: Descontento,
essa culpa y gran tormento
toda es vuestra, hija mía, 400
que yo's truxe casamiento
con el príncipe de Ungría.
Sin mirar
no quesistes escuchar,
no sé por qué, la embaxada, 405
que por cierto, a mi pensar,
muy bien fuérades casada.
Si miraras,
de Lucifer te acordaras,
que con sobervia crescida 410
la tuya mucho templaras,
porqu'él dio muy gran cayda.
Que todas beven,
las que assí sobervia tienen,
un bever tan ponçoñoso, 415
que de más a menos vienen
sin tener ningún reposo
ni plazer.
Pues que ya no puede ser
casar con él, ni es razón, 420
porque tiene por muger
la Princessa de Aragón;
pues acá,
tampoco se hallará
cosa que hos convenía, 425
si el conde Alarcos, que ya
hijos y muger tenía;
aunque viejo,
dadme hija vos consejo,
que lo pido y lo querría 430
qu'en mí no ay tal aparejo
ni el mío no bastaría
ni podía.
PRINCESA: El conde Alarcos un día
me dio su fe con testigo 435
que yo su muger sería
y él a mí que mi marido;
justo fuera
que tomara la primera,
pues yo era su muger, 440
y la fe me prometiera
delante de su canceller.
A mi ver,
él no lo pudo hazer,
pues soy su esposa primera, 445
y en tomar otra muger
no era cosa sufridera.
Sin tardar,
mándelo luego llamar,
pues con él soy desposada, 450
que si él lo quiere mirar
la Condessa es la burlada.
REY: Estoy pasmado
de cómo se me ha encelado
una tan gran trayción, 455
pero él será castigado
si no haze la razón
requerida.
¡Qué pesar para mi vida!
Cosa es ésta que m'espanta; 460
d'essa manera, la Infanta,
vuestra honrra ya es perdida.
PRINCESA: No en verdad,
/Aiiij v/ nunca en essa deslealtad
él nunca me requirió 465
ni me dixo otra maldad,
sino que su fe me dio
sin pensar,
lo qual no puede negar
que testigos ay en medio; 470
y pues él me quiso atar,
él me deve dar remedio.
Bien veya
que para mí convenía,
si no, por el no querer, 475
el hijo del rey de Ungría
me tomava por muger.
REY: No aya más,
el remedio que verás
que en esto se ha de tener: 480
dime tú si tú querrás
ser del Conde su muger.
PRINCESA: Mas lo soy.
REY: Pues yo hija ya me voy
para lo mandar llamar. 485
El remedio será oy,
aunque tengo gran pesar
en sentir
lo qu'el Conde ha de dezir,
pero darse ha tal manera 490
que, quiera o que no quiera,
contigo aya de cumplir.
Aquí se sale el Rey y dize la Princesa a solas:
[PRINCESA]: ¡O Dios mío!
En tu clemencia confío
que remedies mi passión, 495
y no permitas desvío
de mi triste perdición,
que yo siento
que se me dobla el tormento
de contino estar pensando; 500
ya no basta sufrimiento,
descansar sino llorando.
Aquí torna a entrar el pastor Cor[c]uera, cavallero en la burra y andávala a buscar, y dize:
CORCUERA: ¡O, desdichado de mí!
¿Qué haré cuerpo de san?
No sé para qué nascí, 505
pues no sé ganar un pan.
¡O, cuytado!
Si la burra me han hurtado
¿de qué oficio usaré?
¿Que me vaya a ser soldado?, 510
dome a Dios que no osaré.
Pese al ciego,
si me torno palaciego
será el diablo el pendar,
y si aprendo para crego 515
quiero ver si sé cantar.
No sabré,
mas yo prometo que sé
de la gramata un sinfín;
son, mira como destruyré 520
aunqu'esté escuro el latín.
Con primor:
domino es el señor;
me furor es un hurón;
arguas me es unas arguenas; 525
en fin que la constructión
es cosa de caçar gangas
en un cesto;
yo's prometo que sé d'esto
y tomar dos mil plazeres, 530
y también dominus testo,
a vos lo meto mugeres.
No sé nada.
¡Ay mi burra la manchada,
ay de mí, desventurado, 535
que por ti me davan soldada
y era de todos honrrado!
/Av r/ Por señera
trae un dogal a la pescocera
y es rabi[r]retortijada, 540
chica, ancha de cadera,
ogituerta, alcoholada.
¡Hao, señor!
¿Havéys visto, por mi amor,
quién de aquí me l'a hurtado?, 545
que'l conde Alarcos sin rencor
me la dio para el ganado.
En mi consciencia,
que viene con gran hemencia
porqu'el Rey lo ha llamado, 550
que con toda diligencia
venga luego a su mandado.
Con gran duelo
traemos yo y mi compañero
la prata, también la cama. 555
Por Dios, con un repostero
mi burra paresce dama,
y verés
que viene sin interés.
Si está acá algún mayordomo, 560
que mi burra perdida es
¡Juro a san que l'estó en somo!
¡Qué pesar!
¿No podíades rebuznar?
Presumís d'un animal, 565
creo devíades pensar
qu'ésta es casa principal.
Entra otro pastor llamado Penoso y dize
PENOSO: ¡Mal regido!
¿A dónde andas, pan perdido,
que no te he podido ver, 570
que nuestro amo es venido
más ha d'un hora a comer?
CORCUERA: ¡Qué pesar!
Ando todo [o]y a buscar
la burra que la perdí; 575
y ¿dó la huve de hallar?,
sino debaxo de mí.
PENOSO: Compañero,
¿y no estava ay el borrero
que te fuera detrás dando? 580
Quanto yo, muy plazentero,
me fuera tras él mirando.
CORCUERA: Guarda fuera.
Mi fe, mejor estuviera
en tus espaldas tal jubón. 585
PENOSO: A la fe, hermano Corcuera,
tómate tú essa ración.
CORCUERA: Por plazer,
hazme ya, si quiés hazer,
con tu flauta una musica. 590
PENOSO: Sea assí, mas ha de ser
que bayles con tu borrica.
CORCUERA: Sea assí;
comiença, que juro a mí
de la sacar a baylar. 595
PENOSO: Ya escomienço; veys aquí.
CORCUERA: Pues agora
havéys de salir, señora,
muy bonica y simulada.
¿Que no sale la traydora? 600
¿Haze de la vergonçada?
Qué'mbaraço.
¿Queréys que hos saquen del braço?
Creo que ha devido ver
cómo sacan del regaço 605
a las señoras de gran ser.
Sus, andar,
del braço hos quiero sacar.
Reverencia lo primero;
vos creo, devéys pensar 610
que yo so algún majadero.
Sale, hermana,
sal, mi burra la galana,
pues tu amo te lo ruega;
sal si quiés de buena gana. 615
/Av v/ Mas paresce que reniega.
PENOSO: Compañero,
bézala a baylar primero,
muy bonico y con razón.
CORCUERA: Mas alzándole el sombrero [Ap] 620
la besa en el salvonor.
PENOSO: No aya más,
quédese'sto por demás.
Aquí vienen unos dos;
guarda la burra, verás, 625
no te la hurten, jurianós.
CORCUERA: ¡Ola, hey!
¿Soys del palacio del Rey?
Aquí entran dos pages, el uno llamado Galindo y el otro Felestín
FELESTÍN: Mas ¿por qué lo demandás?
CORCUERA: Porque dizen qu'es de ley 630
preguntar por saber más
bien hablar.
GALINDO: Venímoste a rogar
que el uno de los dos
hos lleguéys hasta el lugar, 635
y pagalle hemos, por Dios.
CORCUERA: ¡Qué plazer!
Yo bien hos devo entender;
no miráys con qué replica,
por san, que deven querer 640
de hurtarme mi borrica.
FELESTÍN: Que no quiero.
Pues vaya tu compañero
y tú la podrás guardar.
PENOSO: Mía fe, primero quiero 645
ver lo que me havéys de dar.
GALINDO: Bien queremos.
Si tú vas, te pagaremos
a dozena por razón,
la paga que te daremos 650
al tono de la ron ron.
PENOSO: Rebolver,
La paga quería yo ver,
que no sé lo que hos dezís.
FELESTÍN: ¿Quánto quiés sin detener? 655
PENOSO: Hasta dos maravedís.
CORCUERA: ¡Qué pesar!
Bien te pueden, par Dios, dar
tres blancas, sí jurianos.
PENOSO: Esto es lo que m'éys de dar. 660
CORCUERA: Sí, que más son tres que dos.
PENOSO: Cuento ya.
Juro a diez, que es verdá,
que me errava en el contar;
pues si tengo d'ir allá 665
aquesto me havéys de dar.
GALINDO: No aya más,
darte hemos si más que[r]rás.
Vete luego sin espacio
y allá preguntarás 670
por los pages de palacio;
y as de traer
para vosotros comer,
que te lo ayan de poner 675
en el molde del capillo;
y comeréys
entrambos de lo que traeréys.
CORCUERA: Corre, ve presto, hazino.
FELESTÍN: Entrambos bien llevaréys 680
buena paga del camino.
GALINDO: Dezí, hermano,
¿soys por dicha castellano?
CORCUERA: Mas poneos mucho de lodo.
FELESTÍN: Pues aora, don villano, 685
lo pagaréys junto todo
lo que dexistes.
¿Dónde vos comer me vistes
los potajes en la sala?
Don puerco, vos lo dexistes 690
a nuestro mastresala.
CORCUERA: ¡Qué razón!
GALINDO: Ande presto la ron ron,
/Avj r/ comencemos a pelar.
CORCUERA: Si yo tuviera un navajón 695
yo hos hiziera apartar
hendo assina.
FELESTÍN: Ladrón, dron, ayna, ayna;
quede bien escarmentado.
CORCUERA: ¡Ay mi Dios! 700
Dexadme, que jurianós
de quanto tengo hos dar,
daros he para los dos
hasta dentros el cuchar.
GALINDO: Bien atinas. 705
Dexadas todas las riñas
sola la burra queremos,
porque ymos a las viñas
y luego la bolveremos.
CORCUERA: No hagáys, 710
que si la burra me lleváys
me metéis en ospital.
No me hagáis tanto mal,
daros he quanto queráys.
FELESTÍN: Sus, andar, 715
qu'el Rey te la manda dar.
Dala luego sin espacio,
que se tiene de cargar
de fruta para palacio.
CORCUERA: Bien podéys 720
herme fuerça, si quer[é]ys,
mas par Dios, yo no la dé.
FELESTÍN: Ea, que vos la daréys
o yo me la llevaré.
CORCUERA: Ea pues. 725
GALINDO: Hermano, anden los pies,
pues solo está este grossero;
cata allí, mira pues,
no venga su compañero.
FELESTÍN: Es covarde. 730
GALINDO: Hermano, Dios que me guarde
de quadrilla de villanos,
que si es grande el alarde
saben bien vengar sus manos.
CORCUERA: ¡Qué pesar, 735
que ande todo oy a buscar
la burra que me han hurtado,
y después de la hallar
que quede medio cansado!
Mas andar, 740
yo me yré al Rey a quexar
de la burra y repelones,
y reziamente acusar
que son dos grandes ladrones.
¿Qué haré? 745
Allí dentro m'esconderé
mientras que viene Penoso,
y allí, quedo m'estaré
por tener algún reposo.
REY: Gran pesar 750
tengo de mandar matar
a quien nunca me ha enojado;
mas no se puede escusar
por la honrra de mi estado,
que a mi ver 755
no deviera tal hazer,
son, que muera la Condesa
para haver de guaresscer
la honrra de la Princessa.
CONDE: Soy llegado, 760
que un paje me ha llamado
que venga con brevedad.
¿Qué manda tu magestad?,
que cump[l]iré tu mandado
si te agrada. 765
REY: Nunca, Conde, fue loada
en los grandes la vileza,
ni menos aposentada
donde assienta la nobleza.
Los mejores 770
y medianos y mayores
procuran hechos famosos,
y en mi reyno mil traydores
/Avj v/ en forma de virtuosos.
Convenía 775
que tan grande villanía
con la vida se pagasse;
porque hos quiero bien querría,
ser possible, se escusasse.
Que a mi ver 780
no deviera tal hazer,
sino mandaros matar,
porque quien su Rey quiere ofender
tal pago le deven dar.
Los malvados 785
deven ser castigados,
porque con justa razón
de buenos galardonados
se les doble la passión.
Los punidos, 790
los malos, sean destruydos,
qu'esto es justicia notoria
para que los escogidos
conozcan mejor su gloria.
Arrastrado 795
seréys y descabeçado,
pues soys lleno de trayciones;
como vil descuartizado
y puesto por los cantones.
Mas andar, 800
que sentencia se ha de dar
que sea conforme a ley
a quien quiere desonrar
a la hija de su Rey.
Con piedad 805
yo hos doy seguridad
con muy cumplido perdón.
Si ay disculpa a tal maldad
dezilda sin dilación.
CONDE: Mi señor, 810
pésame que por traydor
me tenga tu magestad;
si en algo soy peccador
dezirte quiero la verdad.
Es assí: 815
no reyna maldad en mí
en caso de ser traydor,
mayormente contra ti
qu'eres mi Rey y Señor.
Lo demás 820
de mí, señor, lo sabrás,
que sólo por más valer
desseé siempre sin compás
a tu hija por muger.
¿Quiés mirar? 825
¿Quién a Adam hizo peccar
siendo tanto del Señor
y a Salomón quitó el hablar?
Assí hizo a mí el amor:
vano y ciego; 830
hízome andar sin sossiego
lleno de mucho cuydado,
y agora dentro del fuego
veo cierto que me ha echado
y en prisión. 835
No me culpes de trayción,
pues nunca la cometí,
ni tu hija con razón
la pensara contra mí.
Muy bien sé 840
que le prometí mi fe;
no pienses que yo te mienta,
pero ella nunca fue
de concedello contenta;
y en pensar 845
que te havíamos de enojar
no te lo osamos dezir,
y ella sin más mirar
me quiso assí despidir.
No aya más, 850
haz de mí lo que querrás.
Siempre te desseé servir,
obidiente me hallarás
/Avij r/ hasta dentros al morir.
REY: De otra suerte, 855
Conde, no [c]on vuestra muerte
esto se ha de remediar;
aunque ha de ser cosa fuerte,
pues la culpa del peccar
toda es vuessa, 860
matad, Conde, a la Condessa;
mi honrra será sabida.
Casaréys con la Princessa
como cosa no sabida.
CONDE: Mi señor, 865
escúchame, por mi amor,
que yo nunca te ofendí;
no mandes que tal error
sea cometido por mí.
Bien sé yo 870
qu'ella nunca meresció
de ti sino mil favores;
nunca a buenos paresció
paguen justos por peccadores.
Mas, Rey eres, 875
no contra flacas mugeres.
Dispone, mira consciencia,
mira a Dios, pues suyo eres,
qu'es sobre toda potencia.
REY: ¡Qué glosar! 880
Antes, Conde, era el mirar
essa cosa por espejo,
y mirando no errar
para no me dar consejo.
CONDE: Mira más; 885
escucha, señor, sabrás
cómo tu consejo yerra,
porque tú señor serás
convertido en polvo y tierra.
Mira a Cayn, 890
nota bien, señor, su fin
que mató a su hermano Abel,
mira su vida tan ruyn,
no te acontezca como a él.
No lo digo, 895
d'esto Dios me sea testigo,
por hazerte a ti trayción,
mas su padre será enemigo
contra ti con gran razón.
REY: Yo he pensado 900
de cómo será encelado
con un medio que daré:
Yo diré que hos he llamado
a unas cortes que haré;
que vengáys 905
y fingí que desseáys
de venir si puede ser,
y en secreto le digáys
a sola vuestra muger,
cuerdamente, 910
que haga de la doliente
y qu'está para espirar,
y con este inconveniente
hos podréys bien escusar
y concluyr. 915
Una noche sin sentir,
ahogalda sin piedad,
y assí podéys bien dezir
que murió de enfermedad.
Sin dudar, 920
esto se ha de remediar;
no curéys más de argüyr.
Podéys luego caminar,
que no hos quiero más oyr.
CONDE: Sí haré, 925
mi señor, yo cumpliré
todo lo que me ha mandado.
REY: Complid[l]o, que yo's haré
rey de todo mi reynado.
Tornan a entrar los pastores
CORCUERA: ¡Bide Dios, quán sin sossiego 930
entre las matas he estado!
/Avij v/ ¡O despecho, o reniego
que en las haldas m'ensuziado!
Mal peccado,
ascondíme amedrentado 935
con esto que havía sentido,
que por san que avía pensado
qu'era del todo perdido.
¡Compañón!
¡Ha, no praga a sant Antón! 940
Corre, ve presto, hazino;
con tanto estropeçón
no sé como no me fino.
PENOSO: ¡O, hermano,
por la fe del soberano, 945
qu'es más mal el que yo tengo!
Abracémonos temprano
que del otro mundo vengo.
En buen lenguaje
les dixe yo mi mensage 950
y agarráfanse de mí
a tanto diabro de page.
Unos aquí, otros allí,
y al son son,
me bozían ladrón, dron. 955
Mira qual vengo pelado,
ya yo hazía la oración
pensando qu'era finado.
Sin espacio,
yo reniego del palacio 960
y de quanto en él está.
En fin, es grande cansancio,
que bien peynado me ha
mis cabellos.
¿Qué s'an echo, hermano, aquéllos 965
que tan mal nos han tratado?
¡Quién tuviesse uno d'ellos
para que fuesse vengado!
¡Qué garrotazo
le daría en el espinazo 970
y detrás de aquel cogote;
rompiéndole pierna y braço
él me pagaría el escote!
¡O, hermano!
Yo juro al mundo mundano 975
qu'es más mal el que yo trayo;
no me dexaron hueso sano
ni la capa ni el sayo;
mi melena
nunca se vio en tanta pena 980
que por muerto me dexaron,
y aun yo lo huviera por buena
mas la burra me llevaron.
Y después
un hombre sin interés 985
con el Conde passeava,
y dezíale: "mal hecho es";
en fin, que lo amenazava.
Lo peor,
dezía nuestro amo: "Señor, 990
no me mandes tal hazer".
"Hi de bagassa, traydor,
mates, Conde a tu muger".
Passearse
y dezía que matasse 995
a nuestr'ama la Comdessa,
y no sé con quién casasse,
se me antoja la Princesa.
Muy llorando,
fuesse el Conde passeando 1000
y el otro muy espantado.
PENOSO: ¿Sabes qué'stoy yo pensando,
que si lo han también repelado?
CORCUERA: No lo he vido,
qu'entre las matas metido 1005
que todo me retemblava,
pensando de ser perdido,
que miga no ressollava.
PENOSO: Puede ser
que nos cumple proveer 1010
de pedille a los ladrones.
CORCUERA: ¿Quién osara tal hazer
/Aviij r/ por miedo de repelones?
PENOSO: ¿Qué, qué, qué?,
yo, par diobre, osaré 1015
que soy harto ressabido,
y aun agora lo provaré
lo que basta mi sentido.
Mala grey,
pongo que tú eres el Rey; 1020
pósate haz del hinchado
y mírame bien y vey
si soy medio licenciado
bachiller.
Lo primero he de her 1025
una grande reverencia,
que la sé yo bien hazer,
aosadas, por excelencia
estirada;
mi carapuça quitada 1030
encomienço de habrar:
"Vuestra quillotrança honrada
os me praga d'escochar,
que a mi ver
assí lo devéys hazer, 1035
assí al grande como al chico,
porque más le havéis menester,
que no aquel qu'es mucho rico".
CORCUERA: ¡Qué pesar,
que no quieren escuchar 1040
a pastores ningún Rey!
PENOSO: Sí, que bien sabré hablar:
"Señor, ma[n]ténnos la ley;
nota bien,
quando Dios nasció en Belem 1045
por la nuestra salvación
se sirvió, sin haver desdén,
de hombres de baxa nación;
y llamaron
los ángeles, que cantaron 1050
la gloria in excelsis deo,
y a los ricos se dexaron,
no sin causa, según creo".
CORCUERA: ¡Qué argüyr!
La burra querría yo ver 1055
y no tantas armonías.
PENOSO: Sí, que bien la sabría pedir
en son de aquestas porfías.
CORCUERA: La oración
que dizen de sant Antón 1060
si te plaze rezarías,
qu'es de buena devoción
para todas cosas perdidas.
[PENOSO]: Sus, pues sea.
Dominus oratio mea, 1065
creo que tengo de dezir,
clavos, gengible, canela,
y en ello concluyr.
Oremus:
"Onipstens sempiterne deus 1070
qui gloriosi pape Antoni
libra burra deus meus
como librasti demoni".
CORCUERA: Sus, priado,
pues que ya m'e santiguado 1075
no es possible que erremos.
PENOSO: Pues yo también he rezado,
sus agora comencemos,
por San Gris.
CONDE: ¡O, gentes que no venís 1080
a oyr los mis clamores!
Llorad comigo los que me oys,
mis amigos y señores.
¡O muger,
que te me manden hazer 1085
una tan gran crueldad!
Vença, pues pudo vencer
tu hermosura y bondad
a mis manos.
Ya se cump[l]iessen mis años, 1090
y mi jornada passada,
/Aviij v/ y nos viera los engaños
de la Princessa malvada.
¡O, mi vida!
¡O, Condessa dolorida! 1095
¡O, memoria de contar!
Siendo de mí tan querida
que te me manden matar.
Peccador,
pues yo harto tuve amor 1100
a mis hijos como padre,
y que sea yo causador
queden huérfanos sin madre.
Los christianos
digan por tierras y llanos 1105
las ansias que yo posseo,
que oydas de los paganos
les darán remedio creo,
por ser tales,
que hallar otras ser yguales 1110
lo tengo por impossible,
porque a todos los mortales
paresce cosa increyble.
Por favor,
invoco el orbe mayor 1115
con sossiego y quietud,
apartando el disfavor
influyan en mí tal virtud.
Mis passiones
salgan todas a montones 1120
y huelgue mi coraçón,
y los brutos sin razones
sientan todos mi passión;
y las peñas,
y las montañas y breñas 1125
se duelan de mis gemidos,
y las aves más pequeñas
pongan todos sus sentidos
muy atentos,
que lamenten mis tormentos, 1130
mis dolores assí causados;
ábranse los monumentos
y sepan los sepultados
que padezco
mayor pena que merezco 1135
ni se puede imaginar,
y dende aora me ofrezco
a llanto sin lo cessar.
¡Qué dolores!
De pajes y servidores 1140
ya no me quiero servir.
Aquí vienen dos pastores,
con ellos me quiero yr.
CORCUERA: ¿Qué hazéys?
Calla, habra, no lloréys, 1145
señor mío, por bestia vida,
ni tampoco hos fatiguéys.
Cata la burra perdida
que llevaron,
después que nos repelaron, 1150
aquellos cachipolidos.
Por san, que se la dexaron
allá arriba en los exidos.
CONDE: ¿Cómo fue?
CORCUERA: No sé si me acertaré. 1155
CONDE: Por Dios, lo tengo creydo.
CORCUERA: ¿Para qué hos lo contaré,
pues lo tenéys ya sabido?
CONDE: No sé nada.
PENOSO: A mí vino una manada 1160
como qu'era milanera;
traemos la cholla pelada
yo y el triste de Corcuera.
CONDE: No te entiendo.
CORCUERA: No sé a quién hos encomiendo. 1165
¿Por qué assí dissimuláys?
Par Dios, que yo bien entiendo
los passos que rodeáys.
CONDE: ¿Qué rodeo?
CORCUERA: Juriamí, que yo bien creo 1170
que la fuestes en hurtar,
/Aix r/ y tenéys grande desseo
de mi cholla repelar.
CONDE: Desastrado,
que vienes desatinado 1175
no es esse mi cuydado,
muy mayor es mi dolor.
PENOSO: Sin dudar,
hos han devido hurtar 1180
el cavallo a vos, señor;
si aquí queréys cavalgar,
él se yrá a pie por vuestro amor.
CONDE: Antes quiero
esse vestido grossero, 1185
si me lo queréys trocar
a éste de terciopelo,
que me quiero disfreçar,
y assí yr
donde no sepan dezir 1190
de mi parte ni saber,
y mi vida assí cumplir
por tal yerro no hazer.
Daca pues.
PENOSO: Juro a mí, no llevaréys. 1195
¿No miráys ?¡Y qué ropilla!
El mío llega a los pies
y el suyo no a la rodilla.
¡Qué plazer!
Con el vuestro podría ser 1200
que de frío me muriesse;
con el mío no ay que temer
que nevasse ni lloviesse.
CONDE: Sin faltar,
con el mío podrías comprar 1205
cien vestidos mejor qu'ésse.
PENOSO: ¿Qué hazéys de linsogear
como que no's entendiesse?
CORCUERA: Pues, señor,
yo's daré [é]ste qu'es mejor, 1210
con pro lana y bigorrado,
todo a pelo de pastor;
no ay bonete ni cayado,
sin dudar,
y vos me tenéys de dar 1215
el sayón con el sombrero,
y aquellotra para assar,
y essos calçones de cuero.
CONDE: Si haré;
daca, hermano, por tu fe. 1220
CORCUERA: ¿Que me despoje primero?
Juro a sant que no haré,
que yo quiero ser postrero.
CONDE: Soy contento.
¡O, dolor, o gran tormento! 1225
¡O, quán triste soy tornado!
¡O, dolor sin sufrimiento!
¡O, coraçón lastimado!
Desigual,
que aun en esto me va mal, 1230
que doy mi ropa preciada
por una de vil sayal
y que no la precien en nada.
CORCUERA: ¡Qué dezir!
Acabaos de desvestir. 1235
CONDE: Toma tú, pastor, mi sayo.
CORCUERA: Troque, troque, tiene de yr.
Toma vos el que yo trayo.
¡Qué pesar!
¿Por dó diabros a de entrar? 1240
¿Por aquí o por allí?
Por los pies se ha de calçar;
no va bien, pardiez, assí
d'esta manera.
¿Y aquesta arrastradera? 1245
Di, ¿qué te parece a ti?
PENOSO: Cercenalla con tisera,
no ay otro remedio aquí.
CORCUERA: Nesciarón,
mas con un buen navajón 1250
se podrá mejor hender.
CONDE: ¡O, mi triste coraçón!
/Aix v/ Yo te lo quiero poner,
villanazo;
mete por aquí esse braço. 1255
CORCUERA: ¿Por dó diabros ha d'entrar?
Nunca vi tanto embaraço.
¿Por dónde lo usáys calçar?
¡O, ventura!
Que m'estrujáys la assadura; 1260
según qu'estoy de galán
con tan polida cintura,
sin tripas me juzgarán.
PENOSO: Yo querría
diga vuestra señoría 1265
por qué lloráys o que havéys.
CONDE: Que de pura sed me moría.
Yd pastores, si queréys,
a traer agua,
que la lengua se me trava 1270
de la muy cruda passión;
procede dentro la llaga
salida del coraçón.
PENOSO: Para esse mal
habla con el menescal, 1275
que sabrá bien conescello;
y si es cosa d'esse metal
que hos eche un torcicuello.
CORCUERA: ¿Queréys creer?
Toma vos mi parescer 1280
y en esto pone las mientes,
que dizen que ha gran saber
un herrero que está en Fuentes,
que sanó,
según dizen, y libró 1285
sin blanca ni sin quatrín
el asno que se ahogó
del abad de Alfajarín;
y él lo hará,
que blanca no's llevará 1290
que no estará en las meajas;
y si no's aprovechará,
que hos eche luego unas pajas.
Es provado
y hombre muy esperimentado 1295
y en herrar persona docta,
que sanó el año passado
la mula de Vacarrota,
el mesonero;
y assí, señor, hos requiero 1300
que hos pongáys con él en cura,
qu'es hombre muy verdadero
y muy buena criatura.
PENOSO: Peccador,
vamos al abrevador 1305
a traer tu bota llena,
y beviendo este señor
quiçá aplacará su pena.
CORCUERA: Vamos priado.
CONDE: Ya que solo me he quedado 1310
quiero agora caminar.
Bien yré assí disfraçado
para mi mal començar;
bien vestido
luego fuera conoscido. 1315
Este mal tan lastimado
no lo huviera cometido
quando fuera publicado.
¿Qué haré?
De fuera la sacaré, 1320
darle he un golpe sin desvío,
y luego la mandaré
echalla dentro del río.
Aquí se sale el Conde.
CORCUERA: Pro llevamos.
PENOSO: No está aquí do lo dexamos. 1325
¿Dó diabros puede ser?
Qualque grande mal buscamos.
¿No havía gana de bever?
CORCUERA: Trasponiendo,
mira qual va ya corriendo 1330
/Ax r/ por medio de la espessura;
juro a sant, que vo entendiendo
que le toma la locura.
PENOSO: Quiera Dios
no aya mal para los dos 1335
en tomar tú su vestido.
CORCUERA: Ya tenéys embidia vos
de verme tan repolido.
PENOSO: Yo bien vía
que muy mucho más valía 1340
su vestido que no el mío.
No quiero son capa mía,
aunque me muera de frío.
Tú, Corcuera,
anda, vete por doquiera 1345
con tu ropa qu'es agena,
que de aquí se nos ordena
una muy amarga cena.
CORCUERA: Compañero,
como qu'eres l[i]song[e]ro 1350
como perro de majada;
¿quieres algo del apero?
pues ya arranco de la espada.
¡Peccador!
¿Tú no ves que só señor 1355
con los vestidos que tengo?
PENOSO: Más te valiera ser pastor
y comer migas con sevo
con el palo.
CORCUERA: Mas solíbranos a malo. 1360
Doyte, par Dios, la vencida;
mas digo, ¿quién sin entervalo
me ayuda a poner la luzida?
PENOSO: Todavía
no quiero tu compañía, 1365
ni menos con ruyn reñir.
CORCUERA: ¿Ruyn sea yo? Si hos querría
para mi moço vestir.
PENOSO: Pues agora
quedaos mucho en mal hora; 1370
nunca medre quien hos parió.
CORCUERA: Yd a buscar la borra
que anoche se hos perdió,
mal criado.
CONDE: Yo, Condessa, hos he sacado 1375
a esta nuestra pradería
lleno de mucho cuydado,
y apartado de alegría;
con dolor,
en figura de pastor 1380
vengo lleno de passión;
de luto lo exterior,
lastimado el coraçón.
Desdichada,
serás muy breve llagada 1385
con un mal que se te ordena,
mas al fin ya es llegada
tu descanso y mi gran pena.
Sin dudar,
siempre te solía alegrar 1390
contino con mi venida;
agora es tiempo de llorar
ya los días de mi vida.
CONDESSA: Alma mía,
diga vuestra señoría 1395
qué's la causa del llorar,
pues me days del alegría
dadme parte del pesar.
¡Qué turbada,
viendo su cara bañada 1400
de lágrimas solloçando!
¡Triste, penosa, cuytada,
las carnes m'están temblando!
CONDE: ¡O, pesar!
¿Cómo podré començar 1405
a dezir la tal razón,
ni la lengua a lo contar
ni a sufrir el coraçón?
Muy atenta
escuchad tan rezia afrenta, 1410
/Ax v/ en la qual mi alma encierro,
porque dándote la cuenta
no culpes tanto mi yerro.
Por mis peccados,
muchos días ha passados 1415
por la Princesa pené
con amores lastimados;
yo le prometí mi fe,
y d'esta afrenta
ella nunca fue contenta 1420
ni me quiso dar su fe.
Yo, haziéndome'sta cuenta,
con vos, triste, me casé,
de lo qual,
si pluguiera al celestial, 1425
yo tenía contentamiento,
no pensando hallar mi ygual,
desdichado, en casamiento.
Y assí,
ya sabéys qu'embió por mí 1430
el mal Rey estotro día
y la fe que prometí
reziamente me pedía
muy ayrado,
que, pues yo havía engañado 1435
a su hija de tal suerte,
en fin, que me ha mandado
que so pena de la muerte
y con rigor,
pues havía sido traydor, 1440
que sería descabeçado,
haziendo a otro señor
de mis tierras y d'estado,
no escusasse
que con su hija casasse 1445
y antes de aquesto hazer,
a vos, triste, que matasse
sin persona lo saber.
CONDESSA: Mi señor,
no me mates, por mi amor. 1450
Mi vida tenga remedio
por más servir al Redemptor,
de dentro d'un monesterio
por mejor.
CONDE: Yo sería mi matador, 1455
Condessa, mas me verán,
y acusado por traydor
a mis hijos quitarán
sus estados,
y los mis antepassados 1460
luego se escurescerán,
y mis vassallos honrrados
otros los señorearán.
PENOSO: ¡A, señor!
Yo, juro a mí, peccador, 1465
que he venido de corrida.
CONDE: No me dobles mi dolor,
pastor, vete, por tu vida.
PENOSO: No hazé;
son que primero sabré 1470
porque assí hos avéys venido,
y si queréys yo's trocaré
esse vuestro al mi vestido,
de la manera
que havéys hecho con Cor[c]uera. 1475
CONDE: Vete, pastor, en buen hora.
PENOSO: Pues dezidme ya, siquiera,
por qué llora essa señora.
¡Qué pesar!
¿No la podéys acallar? 1480
Quanto si con mí estuviesse
osaríaos yo apostar
no llorasse, mas riesse.
CONDE: Por mi amor,
llégate acá, pastor, 1485
di de presto lo que quiés.
PENOSO: Venimos acá, señor,
a contar lo que oyrés.
CONDE: Sea assí.
Yo estoy esperando aquí 1490
/Axj r/ cosa que después sabrás.
Mientras yo no fuere a ti
d'allí no te partirás,
y si passare
algún hombre y caminare 1495
tocarás tu caramillo.
PENOSO: Señor, porque si acertare,
quiero tocar un poquillo.
CONDE: Calla ya.
PENOSO: Quando alguno passará 1500
entonces lo tocaré.
CONDE: De ay no te partas ya
hasta que yo te llamaré,
azemilón.
Pues, Condessa, coraçón, 1505
esto tengo de cumplir;
tened grande contrición
que havéys luego de morir.
CONDESSA: ¡Ay de mí!
Conde, no os lo merescí 1510
ni en mí huvo tal yerra;
pues que el caso es assí
yo me yré, triste, a mi tierra,
do estaré
escondida y criaré 1515
vuestros hijos con fe tanta.
Esto yo mejor lo haré,
Conde, que no la Infanta.
¡Grande error!
Y mira qu'esse pastor 1520
lo podría descobrir,
y mi padre, con rigor,
ésta, mi muerte, hos pedir.
CONDE: No hos curéys,
Condessa, ni trabajéys 1525
de rogarme por la vida,
sino que hos aparejéys,
que la hora es ya venida
del pesar.
PENOSO: Yo creo la quiere ahogar. [Ap.] 1530
Hurriallá digo, señor, [Alto]
¿y assí la queréys matar?
Cuerpo de mí, peccador
de seso falto,
no le deys tal sobresalto. 1535
Dádmela, pese a la perra,
y desque yo esté bien harto
embiarla héys a la guerra.
CONDE: Bien mirado,
el diablo lo ha ordenado 1540
qu'éste la podrá llevar,
desque yo la aya matado
donde se pueda anegar,
porque yo,
con la flaqueza que estó 1545
creo cierto no podré;
y pues que sentido só
d'estocadas le daré.
PENOSO: ¿También llora? [Ap.]
¡Válasme, Nuestra Señora, 1550
cómo d'ella se ha apartado!
¡Ya se fuesse él en mal hora,
que yo sería su enamorado!
¿Queréyslo hazer? [Alto]
Dádmela para muger 1555
que yo mucho la querré;
y si lo queréys hazer,
pardiez, yo's la pagaré
en contadero.
CONDE: Quita, villano grossero, 1560
vete de ay en mal hora.
PENOSO: Para vos ser cavallero
mal tratáys a la señora.
¿Vos pensáys
que no sé que la ahogáys? 1565
CONDE: ¡Quita de ay, puerco vestido!
PENOSO: Yo me yré si le rogáys
que me tome por marido,
si hazé.
[PENOSO]: Ora, por Dios, me aviaré. 1570
/Axj v/ Quiero callar, juriamí,
y de aquí escucharé
si quiçá dirán de sí.
Vi a ver.
Bien será de me poner 1575
muy galán y de fación.
¿Con qué lo podré hazer?
Aquí traygo bermellón;
bien atino,
y aun blanquete de lo fino 1580
y el almagre es bermejón.
Juro a mí que yo magino
que lo traygo en el çurrón.
Bi a [l]a mojar;
esto se ha de refregar, 1585
y estotro, por los carrillos.
¡Quién se pudiesse mirar
tan hermoso a los espillos!
¿Qué hará?
No es possible, que dirá 1590
sino que me quiere a mí,
y aun ella me rogará
des que me verá assí
mi muger.
CONDESSA: Conde, pues assí ha de ser, 1595
Dios perdone mis peccados;
dexéysme primero ver
a mis hijos tan amados.
CONDE: No podéys,
sino a esse que tenéys 1600
por la sobra del dolor.
CONDESSA: Hijo mío.¿Qué haréys?
Abráçame, por mi amor,
con devoción.
Oydme, Conde, en confessión, 1605
con vos quiero confessar;
ya qu'estoy en perdición
vaya el alma a buen lugar.
CONDE: Sea assí.
Apartémonos allí 1610
debaxo de aquel sombrío.
CONDESSA: Vamos, Conde.¡Ay de mí!
¿Quién te criará hijo mío?
Aquí entra el pastor Corcuera cantando
CORCUERA: Gran gasajo tengo yo,
pues tan bien vestido estó. 1615
Yo m'estó tan bien vestido
que no quiero ser marido
son de la hija del Merino,
y óxala que quiera yo,
pues también vestido estó. 1620
Aquí entra el paje Felestín.
FELESTÍN: ¡Qué dolor! [Ap.]
¿Quién es este cantador
que con mí viene a encontrar?
¿Dónde soys? Dezí, señor. [Alto]
CORCUERA: Creo que só de algún lugar. 1625
FELESTÍN: Yo lo creo,
porque de una parte hos veo
terciopelo que me pasmo,
viendo's de talle tan feo
cavallero en esse asno. 1630
CORCUERA: ¡Qué pesar!
¿Vos venísme a repelar?
Pues si arranco de mi espada,
¿vos pensáys que ha de passar
como la otra madrugada? 1635
FELESTÍN: ¿Qué passó?
CORCUERA: El del conde Alarcos só.
FELESTÍN: ¿El conde Alarcos dó es ydo?
CORCUERA: Par Dios, esso no sé yo.
Allá me lleva mi vestido 1640
de pastor.
FELESTÍN: Dame hermano, por mi amor,
essa espada en un florín.
CORCUERA: ¿Para qué la queréys, señor?
FELESTÍN: Para hazer burla de un ruyn. 1645 /Axij r/
CORCUERA: Toma pues.
FELESTÍN: ¡Don villano, pues assí es!
CORCUERA: ¡Ay yo, triste, descalabrado!
FELESTÍN: Pues dezí el Conde dó es.
CORCUERA: Por allá es trasportado. 1650
FELESTÍN: Descavalga.
¡Hea, presto! acava ya
y poné esse vestido
sobr'esse asno y camina,
don ahorcado perdido. 1655
Sus, priado.
CONDESSA: Conde, pues he confessado,
todo lo quiero sufrir
por complir vuestro mandado,
mas dexéysme ora dezir 1660
con devoción
una pequeña oración,
en la qual tengo gran fe.
CONDE: Dad, Condessa, conclusión.
CONDESSA: Conde, presto acabaré. 1665
Oración
Angelical,
reyna madre celestial
del mundo y cielo señora,
en éste, mi passo final,
vos seáys mi intercessora; 1670
pues paristes,
Virgen Sancta, y concebistes
al imenso Dios eterno,
que libre[s] están, ma[s] tristes,
de las penas del infierno; 1675
y mirad,
pues soys madre de piedad,
por mis amados hijitos,
que les hazen gran crueldad
en dexallos orfanitos. 1680
Virgen Sancta,
demándagelo a la Infanta
y a su padre sin clemencia,
pues usan comigo tanta
crudelíssima sentencia 1685
como oy.
Veyme, Conde adonde estoy,
tan humilde, en vu[e]stras manos.
Hijo mío, ya me voy.
¿Dónde están vuestros hermanos? 1690
¿Qué harán
desque mi muerte sabrán,
tan penosa y sin razón?
Nunca jamás me verán.
Yo te doy mi bendición; 1695
prestamente,
Conde, sey muy deligente
para haverme de ahogar;
apretad muy reciamente
porque no me hagáys penar. 1700
PENOSO: Yo he tocado,
¡o, cuerpo de mi peccado!
que vien[e] uno de correndera
con un sayo repicado
en la burra de Corcuera. 1705
Helo aquí.
CORCUERA: ¿Dónde vas, Penoso? Di.
¡O, mi leal compañón!
Bien me lo dexiste a mí
qu'el diabro sería el sayón. 1710
Vos, señor,
aun muráys de mal dolor
porque assí me avéys engañado.
Soys un grande burlador,
que yo lo he bien alcançado. 1715
Grande mayo,
dadme en mal hora mi sayo;
toma el vuestro para vos.
La ganancia que d'él trayo,
essa misma hos dé Dios. 1720
FELESTÍN: Calla ya.
Señor, yo soy venido acá
con cartas que me han dado;
mira lo que en ellas va,
/Axij v/ qu'el gran Rey me ha embiado. 1725
CONDE: Léelas pues.
FELESTÍN: "Conde, creo qu'estaréys
muy triste por la Condessa.
Digo que no la matéys
porque a mí mucho me pesa. 1730
En tal mandar,
que me quiera perdonar
mi diabólica intención,
que la Infanta fue a casar
con un muy noble varón, 1735
muy honrrada.
Y pues la Infanta es ya casada
con plazer muy general,
la Condessa es ya librada
por la mano divinal". 1740
CONDE: ¡Dios loado,
qu'este caso ha remediado!
Abráçame, alma mía,
perdonadme mi peccado,
pues que culpa no tenía. 1745
CONDESSA: ¿Yo, señor?
Perdónehos el Redemptor,
que yo perdonaros quiero.
CORCUERA: No será perdonador
hasta que me dé mi apero. 1750
CONDE: Desde aquí
te mando quanto te di
y más todo tu vestido.
PENOSO: ¿Pues qué me mandáys a mí?
CONDE: Mucho bien has merescido. 1755
En contados
te daré yo cien ducados
en siendo de aquí partido.
Y a ti, paje, sean doblados
por la nueva que has traydo. 1760
FELESTÍN: Sin falacias,
perdonad nuestras desgracias,
noble compaña y honrrada,
y a Dios demos todos gracias,
pues la obra es acabada. 1765
Fin.
DEO GRACIAS.