Caya Cirila


Capítulo xliiij: De Caya Cirilla, dueña romana muy virtuosa, la qual por sus virtudes y merecimientos alcançó perpetuo renombre de los romanos.


Caya Cirilla, ahunque yo no haya fallado su origen y nacimiento ni memoria de aquél, empero yo creo que ella fue romana o toscana. Y de esto tanbién hay auctoridad de los antiguos, porque fue muy agradable y mujer de Tarquino, antiguo rey de los romanos. La qual, como fuesse mujer de grande y excellente ingenio, ahunque fuesse mujer de rey y estouiesse en palacio real, no pudo suffrir de estar ociosa. Ante, como se hoviesse dado a la arte de la lana, la qual fue muy honrrada en aquel tiempo entre los latinos, y -según dizen- tan excellente salió en aquel artificio que fasta hoy se ha estendido y divulgado su fama. Y en su tiempo no fue privada de dádivas públicas y de presentes del común, ca siendo entre los romanos havida por maravillosa y muy amada, no siendo ahún por ellos desechados los deleytes de Asia, fue fecha una ordenança y ley que quando las rezient casadas entravan la primera vez en casa de sus sposos que fuessen preguntadas qué nombre querían tomar, y cada una luego respondía querer ser llamada Caya. Como si por esto hoviessen de alcançar la fama de la vida y virtud venidera.

Lo qual quanto quier parezca cosa grande en los pensamientos soberviosos que hoy viven, empero no dudo que a los hombres discretos y prudentes, estimada bien la simplicidad de aquel tiempo, les parecerá este indicio de mujer digna de mucha loor.


Johan Boccaccio, De las mujeres illustres en romance, Zaragoza, Paulo Hurus, Alemán de Constancia, 1494, fo. 51 v. y ss.