Dripetine


Capítulo lxxv: De Dripetua, reyna de Laodicia, digna de memoria por muchas causas: primeramente porque fue fija del gran Mithrídates, rey de Ponto, que con los romanos guerreó muchos años; lo segundo porque nació con dos órdenes de dientes; lo tercero porque siguió a su padre en el campo y arte militar.


Leemos de Dripetua, que fue reyna de Laodicia y fija del gran Mitrídates, a la qual aunque haya fecho mucho de loar la fe que devemos a nuestros padre y madre, mas a mi juyzio mucho más la fizo digna de memoria la misma natura por una obra nunca oyda. Ca si alguna fe se deve dar a los libros de los antiguos, ella nació con dos órdenes de dientes, cosa monstruosa en su tiempo en toda Asia. La qual aunque en el comer no hovo empacho por la inusitada quantidad de tantos dientes, empero no es de negar que la difformidad fue insigne. La qual, empero, refrenó -según que ya diximos- con muy loable fe, ca siempre siguió a su padre Mitrídates, vencido por el gran Pompeo, no perdonando a peligros o trabajos algunos, y atestiguó con tan leal servicio que los delictos y crímines de la natura y difformidades no se deven imputar a los padres o a las madres.

Por ende, parece más loable tal reyna porque, según los philósophos, las difformes señales las más vezes inclinan a difformes costumbres, y vencer las inclinaciones del mal no puede sin gran virtud ser, quánto más en sexo tan flaco y en criança tan embuelta en deleytes y tan dispuesta a los vicios.


Johan Boccaccio, De las mujeres illustres en romance, Zaragoza, Paulo Hurus, Alemán de Constancia, 1494, fo. 78 v y ss.