Libia
Capítulo x: De Libia, fija del rey de Egipto, cuyo nombre fue solamente
muy honrado porque, passando en Áffrica y faziendo ende su assiento, dio nombre a
aquella parte de África, hoy llamada Lybia.
Lybia, según quieren los auctores muy antiguos, fue fija de
Epapho, rey de Egipto, y de
Cassiop[e]a, su mujer. Y casó con
Neptuno, varón estrangero mas muy poderoso; y de
aquél parió a Busírides, que fue después un cruel
tirano del alto Egipto. Las magníficas fazañas d'ésta ha consumido el tiempo,
según se cree. Empero que ella haya sido muy excellente y fazañosa, es indicio
grande haver sido ella entre los suyos de tanta auctoridad que toda aquella parte
de Áffrica, en donde tovo su imperio, tomó su apellido.
A Lybia yo por más esclarescida y antigua la tengo que no a
Europa, no por haver dexado su nombre a la gran
provincia de África que llamaron Lybia, que no pudo ser verdad, como dixe, de
Europa, mas por ser nieta de Júpiter el primero,
que no sólo fue mucho más antigo que el tercero, mas rey de reyno más noble. Y él
por sí de mayor virtud y fazañas que el otro de Candia, que d'éste leemos que
mató al feroce y cruel Lichaón, que matava los
huéspedes; y ser padre de Minerva, que es dea de
la sapiencia, como antes deximos, en que parece que devía tener gran juyzio,
pues de sus sesos nasció la sabiduría; y del rey Epapho, que pobló el Alcayre,
cibdad tan grande de Egipto; y ser tercio ahuelo de Europa.
Y por ende me parece razón que fuera Libia puesta primera que Europa, pues de
tiempo de sangre y virtud le tiene ventaja. Empero el Bocacio
no curó de la historia, mas del nombre, que paresce más grande que no
aquel de Libia.
Johan Boccaccio, De las mujeres illustres en romance, Zaragoza, Paulo Hurus,
Alemán de Constancia, 1494, f. 17 r.