VI CONGRESO ESPAÑOL DE SOCIOLOGIA

Grupo de trabajo 01, METODOLOGIA

Métodos cualitativos

Francisco Palop, Universidad de Valencia.

 

UN MODELO DE CLASIFICACION DE CONTENIDOS DEL DISCURSO: USOS, FUNCION E IMAGEN

 

 

 

"Sintagma : la línea de universo de cada individuo deviene seriación aleatoria de conexiones de producción o consumo sin sentido, insignificantes, pero siempre sometidas al código. ( ...). El lenguaje, como sistema de todos los sistemas codificables, es la estructura invisible de esa red" Jesús Ibáñez

 

 

 

La ciencia social está escrita en una jerga del mismo lenguaje ordinario que constituye una parte de su objeto material. A Giddens comenta esta peculiaridad epistemológica de la sociología cuando analiza el concepto durkheimiano de `ciencia natural de la sociedad´. "El problema . - dice - de la `adecuación´, que implica la relación entre el lenguaje cotidiano y los metalenguajes científicos sociales es una cuestión de importancia básica." ()

 

Giddens () argumenta que , por un lado, las concepciones preteóricas de la sociedad están en la base de la teoría social. Por otro, la acción social no solo lleva implícitos significados subjetivos, tal y como definió Weber, sino también relaciones de poder y la constitución de un orden moral. La técnica de análisis de discurso que aquí se presenta ayuda a formular en términos sociológicos los significados ordinarios que han sido obtenidos en el trabajo de campo. Para ello se utilizan algunos conceptos muy usuales en sociología que, al nivel en que son utilizados, pueden ser entendidos por todos. Ya que la interacción social está constituida en parte por significados, podemos acercarnos a ella a través de los significados. Sin embargo, como también está constituida por la actuación del poder y la articulación de una moral, hay niveles ulteriores de análisis que pueden corregir y reubicar los resultados de este primer nivel.

 

Una y otra consideraciones resultan pertinentes a la hora de plantear una técnica para el análisis de los significados del discurso ordinario tal como lo obtenemos en la escucha o transcripción del registro magnetofónico de una entrevista o un material similar. De una parte, el análisis permite observar el paso del concepto ordinario al científico. Por otra hay peculiaridades de la acción social que expresan relaciones morales o de poder que pueden quedar escondidas tras el contenido significativo del discurso analizado o incluso tras las redes preconscientes de poder y control social que subyacen en los propios conceptos sociológicos. La pretensión de trascender lo significativo , al analizar meros discursos ordinarios, llegando a los componentes de la constitución moral o política de la acción social, aparece , en ocasiones, facilitada por este primer desbroce, pero normalmente no puede garantizarse este nivel de universalidad con el análisis de materiales exclusivamente lingüísticos porque necesitamos saber como influyen las instancias del poder y la moral en la producción del mismo sistema de significados.

Estamos suponiendo, por tanto un esquema en que la interacción social a investigar es la que denota la definición de Giddens , para quien esta tiene , al menos, tres tipos de elementos formales que la constituyen como un orden de significados, un orden moral y orden del poder , cuya resultante es la situación observada () . El poder define los objetivos de la acción común y el orden moral tiene importancia ante todo en virtud de la articulación que supone de mecanismos institucionales de control social. Pretendemos estudiar la acción social a través de materiales lingüísticos que la describen y se refieren a ella.. Los componentes morales, de poder o significativos los volveremos a reencontrar al final de la síntesis, si bien , para entonces necesitaremos conceptos más críticos. A través de esta técnica clasificamos los elementos del discurso ordinario obtenidos empíricamente en tres mundos analíticos.

 

El primero es un mundo práctico, de empleo del tiempo en actividades concretas que afectan a nuestro entorno físico. El segundo es el mundo institucional: alude al tipo de interrelaciones que enmarcan estas actividades físicas y qué tienen que ver con ellas. Cómo se articulan los usos descritos en este mundo participado por otras personas, qué grupos de gente están también implicados en ellos, de qué tipo son las relaciones jerárquicas o de cooperación entre estas personas, etc. Las informaciones de este tipo, contenidas en el discurso ordinario permiten dibujar el entramado funcional en que adquieren su sentido la mayor parte de nuestras prácticas, clasificadas en el apartado anterior. El tercero de estos mundos recoge las informaciones que se refieren a la imagen de las diferentes personas , físicas o jurídicas, posiciones, objetos, símbolos, prácticas, normas, reglas, etc. determinados como significativos por los apartados anteriores.

 

 

1. USOS.-

 

Por lo que se refiere a los usos o prácticas, recogidas en el primer apartado, se pretende medir la mayor o menor recurrencia de aquellos relacionados con el objeto que estudiamos en la vida concreta de nuestros informantes() . El objeto de nuestro estudio puede ser una práctica industrial, un fragmento de un estilo de vida, una mercancía, un anuncio o la posición ante un problema moral o político, cualquier cosa que sea siempre estará relacionado con algunas actividades concretas en el espacio y en el tiempo. Caso de no ser así, hay que deducir que hemos elegido investigar un objeto inexistente para nuestro informante. Además normalmente muchas actividades comportan un cierto equipo, objetos auxiliares asociados, etc. El contacto físico con ellos puede ser puramente externo, o interno, en un caso hablaríamos de las características ergonómicas de los objetos relacionados con las prácticas, en otros, de características organolépticas, es el caso de una comida que se ingiere.

 

En aquellos fragmentos del discurso en que han aparecido informaciones sobre estas prácticas u objetos - a partir de ahora, usos -, intentamos constatar su incidencia en la vida de nuestros informantes a través del recurso a los conceptos clásicos de la encuesta etnográfica del ciclo diario, ciclo semanal, mensual, anual, vital. Algunos objetos de gran importancia en la vida de la gente ocurren , sin embargo, muy pocas veces en el ciclo vital, p.e.: graduaciones educativas, matrimonio, etc. pero pueden , sin embargo, dar lugar a un complejo entramado de usos que ocupan mucho tiempo de la vida de las personas. Otras que practicamos todos los días pueden estar muy rutinizadas y tener poca importancia simbólica. Una vez recogidos todos los fragmentos pertinentes podemos tener un material lo suficientemente rico para reconstruir más o menos completamente la temporalidad de todos o algunos de los usos de los que hemos obtenido información.

 

Tras la delimitación de la coordenada temporal podemos situar los usos en el espacio o los espacios reales , en que se desarrollan. Cuáles son las características de estos espacios, qué limitaciones suponen para la actividad o cómo pueden ser utilizados para esta. A este nivel , ya que los tiempos y espacios de la vida de la gente están muy marcados por la vida social la mayor parte de los usos apuntaran ya a espacios y tiempos institucionales.

 

Por último en este apartado aparecen informaciones sobre la relación física y psíquica de nuestro informante con las distintas prácticas, equipos u objetos. Es el nivel de la gestalt, de la ergonomía , de lo organoléptico. Objetos o espacios son cómodos o incómodos, ello lleva consigo limitaciones para la acción, o bien, la potencia de alguna otra forma. Este tipo de informaciones se agrupan en este apartado. Probablemente no es un campo en que los científicos sociales seamos expertos, pero conviene tenerlo clasificado, pues en algunas ocasiones puede ser determinante para la explicación de la acción.

 

Todos los objetos materiales o sociales, todas las actividades que aparecen arraigadas en la vida del individuo, tal y como han aparecido aquí se convierten en nuestras líneas de búsqueda para el siguiente apartado.

 

2.- FUNCION.

 

En esta carpeta archivamos todos los fragmentos de discurso que hacen referencia a otras personas , roles genéricos o grupos relacionados con los usos que nos han resultado significativos en el apartado anterior. Tras estas personas y grupos frecuentemente se encuentran relaciones institucionales y dichos fragmentos nos proporcionan información sobre ellos. Al mismo tiempo esta información sobre instituciones nos explica en parte la importancia que han adquirido en la vida del individuo los usos encontrados en el apartado anterior.

 

Cuando aparecen las relaciones institucionales asociadas a los usos, estos fragmentos de discurso nos introducen en ellas. Puede haber diversos tipos de relaciones personales tras los usos de un automóvil : el trabajo, la familia, la pandilla o los vecinos , que explican usos diversos en tiempos distintos según el informante se encuentre en unas u otras relaciones institucionales. Todos ellos pueden sin embargo confluir a la hora de tomar la decisión de comprar un coche nuevo. En otros casos puede haber una única institución implicada directamente. Así el resultante de la acción puede depender de la aplicación de sistemas de normas y expectativas , por parte de otros participantes, complejas y difíciles de interpretar.

 

En concreto, obtenemos de este apartado información sobre otras personas e instituciones implicadas en la acción, los diferentes sistemas de roles, el rol de nuestro informante en cada una de estas instituciones, los diferentes sistemas normativos presentes en ellas, los conflictos que pueden presentarse y las soluciones que pueden ser aplicadas. También podemos encontrar información sobre los valores que están institucionalmente reconocidos como los inspiradores de prácticas, expectativas y normas. Tenemos acceso a través de la clasificación de estos fragmentos del discurso a descripciones básicas del sistema de aplicación de incentivos y sanciones sociales en las relaciones interpersonales, es decir, el sistema de control social que se aplica en los grupos e instituciones de referencia. Pueden haber fragmentos que expliquen elementos de la propia moral aplicada en que se inspira este sistema de control.

 

En el discurso concreto a analizar aparecen o no estos elementos. Nuestro análisis tiene que ajustarse en cada caso a los fragmentos de discurso real que ha registrado nuestro magnetofón. No trata , por tanto, este artículo de exponer una lista de todas las cosas que tienen que aparecer en la grabación, sino más bien de dibujar una cuadrícula vacía, en la que pueden clasificarse las informaciones realmente aparecidas en este material.

 

Todo ello nos lleva a una delimitación de la función o funciones sociales que cumplen los usos y actividades que venimos persiguiendo desde las primeras fragmentaciones del material lingüístico. Así, la mayor parte de los objetos o actividades sociales reseñadas se revelan como partes de un sistema de acción mucho más amplio en el espacio y en el tiempo En este nuevo espacio la actividad del informante aparece con posibilidades efectivas de elección de conductas , elecciones que pueden tener series de ventajas e inconvenientes a distintos niveles intrainstitucionales o interinstitucionales. En muchas ocasiones también, el propio informante explica la conducta de acuerdo con las sutiles diferencias de situación que pueden presentarse en este marco. Toda esta información, si es efectivamente obtenida de los informantes de forma espontánea, es muy interesante para explicar la acción social resultante.

 

Algunas personas, algunas instituciones u objetos, resultan aludidas también en otro tipo de discursos que no contienen información sobre sus usos o funciones, sino más bien sobre aspectos de la relación afectiva de nuestro informante con ellos, estos fragmentos los clasificamos en el siguiente apartado.

 

 

 

3.- IMAGEN

 

 

La atracción por algunas personas o roles, el odio hacia otros, la aceptación o reprobación moral o estética, la identificación o las proyecciones que dichos objetos o instituciones suscitan en nuestros informantes constituyen los elementos de imagen que buscamos. Por tanto las imágenes incluyen elementos, tanto de los códigos comunes morales, cuanto del propio sentimiento ético personal, o estético, o , en definitiva, toda identificación positiva o negativa del informante.

 

Una parte de la imagen de personas, instituciones o cosas puede impregnar al sujeto desde el ambiente, otra puede ser proyectiva, es decir, el consumidor proyecta en la marca con la que se identifica algunas cualidades que él mismo valora en su propia autoimagen, o proyecta todo lo peor de sí mismo, que odia y se niega a admitir, en el jefe del partido rival. La otra parte , sin embargo, viene del ambiente, bien por el boca a boca, por los medios o a través de la misma publicidad, sustentada siempre en imágenes que buscan la identificación positiva o negativa.

 

El conjunto de los fragmentos de discurso así obtenidos proporciona las dimensiones de las diferentes imágenes surgidas en la entrevista o el grupo de discusión. Hay también aquí una gramática que viene del ambiente ya expresada a favor o en contra de lo grande, o lo pequeño, lo limpio, el desarrollo, la conservación, lo natural, etc. El ideal es encontrar fragmentos que nos permitan diferenciar esa moral común de la visión valorativa peculiar de nuestro informante.

 

Los otros fragmentos de discurso interesantes en este apartado son los que contienen identificaciones o referencias. Las identificaciones más frecuentes son las de género y las generacionales, también son casi universales las de posición social o de clase , en su caso, las profesionales y las que aluden a los grupos o personas de referencia del sujeto. También deben agruparse en este apartado las racionalizaciones por medio de las cuales el informante explica las identificaciones que relata , sus fobias o sus filias. El conjunto de todo ello son los elementos empíricos con que contamos para intentar reconstruir las autoimágenes de los actores sociales sujetos del discurso: nuestros informantes. Esta autoimagen y las escalas valorativas morales, estéticas o de cualquier tipo defendidas por el informante son la referencia necesaria de todas las demás imágenes construidas sobre objetos del mundo externo o percibidas en él.

 

El campo de las imágenes también escapa, en parte, a las interioridades del psiquismo, en él los científicos sociales tampoco somos expertos. Las normas y la moral a que se refieren las identificaciones o proyecciones del sujeto nos interesan en tanto explican, e incluso predicen, la interacción social real. Desde este nivel podemos completar el ciclo que iniciamos, retrotrayendo las normas y la moral a su nivel institucional, en el cual fundamentan la recurrencia de los usos de los que partimos inicialmente. Cuando un objeto específico aparece en el discurso con una imagen definida y cumpliendo una función interactiva a través de usos concretos más o menos repetidos, entonces hemos encontrado uno de los elementos del problema que investigábamos. Al nivel de los objetos sencillo de que tratamos, si nuestro material es suficientemente amplio, el conjunto de

los elementos que encontramos significativos son los que definen el objeto para la muestra que hemos usado.

 

La unidad mínima de análisis para encontrar unos resultados aceptables con este método serían entre cuatro y seis grupos de discusión, o bien diez o doce entrevistas individuales. O una composición proporcional mixta de unos y otras. Con ello se tiene el suficiente material para obtener un espectro de respuestas suficientemente amplio como para que los usos reales en torno al objeto que investigamos, sus funciones e imágenes, queden perfectamente definidos y ,con ellos, los elementos sociales claves para entender el problema e incluso la sintaxis con que funciona la situación social y que permite al actor calcular su acción individual.

 

Estos resultados permiten ya identificar tipos de actores y estimulaciones que les son propias, con vistas a construir cuestionarios que intenten cuantificar las respuestas. Proporciona la ventaja de tener los campos semánticos donde buscar las preguntas que pueden resultar significativas, descritos en el propio lenguaje ordinario en el que se producen.

 

En este punto queda también desvelada la traducción que hemos realizado de los significados ordinarios a conceptos científicos que utilizamos cotidianamente los sociólogos. A través de los contenidos más descriptivos del discurso, llegamos a los explicativo-funcionales y a los valorativos, para volver a recorrer el camino inverso en la nueva síntesis con la descripción en conceptos científicos del entramado de interrelaciones que describimos como conjuntos de roles, tipos de expectativas suscitados en otros y que los definen, formas del control institucional, la trama , en fin, de relaciones personales que constituye a la institución misma.

 

 

4.- ALGUNAS PRECISIONES.

 

He presentado este archivador básico de discurso ordinario como un instrumento de análisis sociológico. Sin embargo, una vez que este esquema se utiliza contamina la misma técnica de entrevista. La entrevista ideal para esta técnica es aquella en la que en cuanto el investigador define su rol y presenta el problema a estudiar, se crea una relación discursiva en el grupo en la que casi no hace falta volver a intervenir a no ser que se pare el discurso, (entonces intenta relanzarlo, si es posible con motivo de las dudas, los temas pendientes) la conversación se desvie del tema (otro tanto) , o bien haya que interrumpir conversaciones paralelas. Si no hay dudas ni temas pendientes y el discurso decae ,vale aplicar el esquema propuesto y preguntar por los ciclos de las actividades que hayan surgido , o sus espacios, o por las personas asociadas a ellos, etc. En este caso conviene observar el orden de prelación, empezando por lo más descriptivo para intentar que los restantes niveles surjan en forma espontánea.

 

En el caso de la entrevista individual el investigador tiene que intervenir mucho más. Lo ideal es recurrir a las preguntas espejo, a los temas que se quedan pendientes a medida que avanza la conversación, a las dudas...pero, en fin , esto se produce casi naturalmente si el entrevistador tiene una buena disposición de escucha. A la gente que se siente escuchada le encanta hablar.

De nuestro esquema pueden obtenerse formas adicionales de relanzar la conversación sin influirla demasiado. Conviene huir siempre, sobre todo , de contestar a las propias preguntas. Si detectamos que hemos caído en este error y el entrevistado nos da la razón , debemos eliminar los fragmentos con dichas respuestas.

 

En otras ocasiones hay que incluir en las entrevistas preguntas específicas que no pueden ser eludidas. Lo ideal, entonces , es suscitar la conversación espontánea ,( en el grupo, por ejemplo, el mismo discurso se autoalimenta con las intervenciones de unos y otros) y estar atento por si en esta conversación se contestaran algunas de nuestras preguntas , sin necesidad de plantearlas. Al final de la reunión se plantean las que no han sido contestadas y la respuesta se analiza de la misma manera, La prevalencia que concedo a la información espontánea se justifica porque entonces sabemos que la pregunta es pertinente. En el caso contrario siempre queda la duda de si nuestra pregunta era clave para entender la forma en que los propios sujetos piensan los temas.

 

En un caso y en otro este esquema puede ser usado como medida de la mayor o menor riqueza de la información que vamos obteniendo. Conforme se nos van llenando casillas vamos llegando a la convicción de tener un nivel de información más o menos suficiente, de acuerdo con nuestras expectativas anteriores a la entrevista o el grupo de discusión. Esta percepción del "provecho" del grupo o la entrevista es importante a la hora de decidir dar por terminada la sesión.

 

En la última síntesis del material que hemos analizado podemos identificar los elementos integrantes de los objetos estudiados, para el universo constituido por nuestra muestra. Son todos aquellos que han resultado significativos a nivel de usos y a nivel funcional y tienen imagen. Estas dimensiones bastan para la descripción de objetos sociales sencillos, p.e.: un producto en el mercado, una actitud hacia cualquier objeto, un anuncio, una profesión , etc. Escapan a esta técnica, no obstante, objetos más complejos, por ejemplo, la intervención del poder en la promoción de determinadas imágenes o la plasmación cultural de estas imágenes a través del trabajo de otras instituciones educativas o culturales. O dichas complejísimas instituciones, p.e.: el sistema educativo. Es obvio que para investigar objetos de este tipo hay que recurrir a materiales empíricos de otro orden, lo que no significa que esta técnica no pueda ser también útil en algunas partes del proceso.

 

 

BIBLIOGRAFIA.

 

B. Bernstein (1977) "Class, Codes and Control" (2ª Ed.) Routledge & Keegan Paul, Londres. Hay traducción española de los dos primeros tomos en Akal, Madrid, 1984.

 

A. Giddens (1984) "Las nuevas reglas del método sociológico" Amorrortu, Buenos Aires.

 

A. J. Greimas (1966) "Semantique Structurale, Larousse ", Paris

 

J. Ibáñez (1979) "Mas allá de la sociología" S. XXI, Madrid.

 

K. L. Pike (1971) "Language in Relation to a unified Theory of the Structure of Human Behavior" , The Hague, Mouton.

 

A. Tornos (1979) "Semiología religiosa de la canción española" Tesis de Licenciatura presentada en la Universidad Complutense de Madrid.