HOJA DEL LUNES Nº 363
(24
de Abril de 2006)
LOS CAMBIOS EN EL MEC: ENTRE LA ESPERANZA Y LA INCERTIDUMBRE
Volvemos, después de las vacaciones de Semana Santa, con cambio de ministra. La nueva titular del MEC ha anunciado la permanencia del equipo de educación y no ha dicho, todavía, si va a remodelar, o no, el equipo de universidades. Las primeras intenciones sobre las universidades que ha manifestado Mercedes Cabrera, en su toma de posesión, son:
La reforma universitaria: “estoy convencida, y voy a hacer todo lo posible para que no sólo no sea traumática, sino todo lo contrario”.
El desafío de la incorporación de la Universidad española al Espacio Europeo de Educación Superior, no será un proceso rápido sino un proceso pensado, un proceso meditado que nos ayude a no perder esta oportunidad de reformar la Universidad española y ponerla a la altura de la Universidad europea.
El gran desafío de la Investigación y el Desarrollo, el famoso I+D+i, un desafío que nos afecta exactamente igual que al resto de los países europeos.
Posteriormente, se ha reunido el 20 de abril con la CRUE y ha manifestado que espera que el proyecto de Ley de reforma de la LOU sea aprobado en Consejo de Ministros el mes que viene. “La ley que vamos a hacer ahora es la ley que hace falta para reformar aquellos aspectos de la LOU que claramente no han funcionado, y una ley suficientemente abierta y flexible como para que permita que las universidades se vayan transformando sin necesidad de hacer una nueva Ley”.
No debemos olvidar que lo traumático del borrador de propuesta que conocemos es el tratamiento que se da en él al personal: extinción de cuerpos, olvido de los precarios, truncamiento curricular de quienes aspiraban a una de las categorías LOU, desregulación de la contratación laboral y ausencia de carrera profesional. Frente a esto, la reforma de los estatutos de las universidades nos parece una nimiedad. Tampoco conviene obviar que el Espacio Europeo no es algo que va a venir: ya está aquí.
CC.OO. desea que la ministra afronte con eficacia, diálogo y negociación esos retos que permitan conseguir una universidad pública y un sistema de ciencia y tecnología, de calidad y al servicio de los intereses generales de la ciudadanía.
Respecto a la reforma de la LOU, esperamos que se convoque inmediatamente la Mesa Sectorial para negociar todos los aspectos que tienen que ver con el acceso, promoción, carrera profesional y, en general, condiciones de trabajo del profesorado. Si la ministra quiere aprobar en mayo la reforma, debe saber que antes debe afrontar ese proceso de negociación con los sindicatos como legítimos representantes de los trabajadores, además de los contactos que estime pertinentes con los estudiantes, con la CRUE como representación institucional o con las Comunidades Autónomas y Grupos Parlamentarios que representan los intereses sociales. Si la celeridad que se quiere imprimir al proceso, implica que se va a partir del borrador que presentó el MEC, CC.OO. ya expresó que ese texto es inasumible y “traumático” en la redacción conocida hasta el momento presente, como puede deducirse de todas la enmiendas presentadas hace más de cuatro meses y medio, sin que exista respuesta de ningún tipo.
No obstante, estamos de acuerdo en que hay aspectos de la LOU cuya reforma no admite más dilaciones. Son precisamente algunos de los temas que motivaron una movilización sin precedentes en las universidades españolas, sobre los que hay suficiente consenso y sobre los que exigíamos una actuación urgente, en mayo de 2004, al nuevo gobierno:
Cambiar el sistema de acceso de los estudiantes evitando la “doble selectividad” garantizando el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades entre quienes provienen del sistema público y privado.
Sustituir el sistema de habilitación por un sistema de acreditación no presencial, eliminando la limitación del número de aprobados y desvinculando el procedimiento de la convocatoria de plazas.
Cambiar radicalmente la estructura de la ANECA que debe ser independiente del gobierno y regirse por el Derecho Público. Tanto en la ANECA, como en la CNEAI o en las agencias evaluadoras autonómicas los criterios y baremos de evaluación del profesorado deben ser transparentes y negociados con los sindicatos.
Eliminar la precariedad en el empleo, negociando inmediatamente con los sindicatos las medidas necesarias para la estabilidad laboral del profesorado contratado.
Contemplar la capacidad de las Comunidades Autónomas para negociar y mejorar las retribuciones del profesorado funcionario.
Pero esa reforma urgente no exime, a más largo plazo, de la reforma en profundidad de una ley que se elaboró para “meter en cintura” a una universidad que fue desprestigiada por el anterior gobierno. La nueva ley prometida por Zapatero debe ir ligada a una universidad autónoma, con vocación de servicio público e integrada en el espacio europeo. Ha de ser una ley de bases, respetuosa con la autonomía universitaria, flexible y poco reglamentista para permitir su adaptación a los cambios que genere la implantación del espacio europeo. Además, seguimos manteniendo la conveniencia de dejar el desarrollo de los temas de personal a un Estatuto que debe ser negociado con los sindicatos.
CC.OO. espera que la nueva Ministra tenga la misma rapidez en reunirse con los sindicatos, que la prevista con los Rectores.
SECRETARIA DE UNIVERSIDAD