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NOTA DE PRENSA

EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA CONDENA EL SANGRIENTO ASALTO A LA EMBAJADA JAPONESA EN PERÚ

El PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA quiere expresar su condena y preocupación por el asalto a "sangre y fuego" llevado a cabo por el Ejército Peruano a la Embajada Japonesa en Lima; que se ha saldado con la muerte de 17 personas.

Esta acción militar, en opinión del Partido Comunista de España, ha supuesto un grave atentado a todos los principios y normas internacionales de negociación y humanización de conflictos armados, por cuanto el Presidente Alberto Fujimori ha estado utilizando la credibilidad de organismos como la Cruz Roja y la Iglesia Católica, además de todos los países y personalidades que integraban la denominada Comisión de Garantes, como meros elementos de despiste y engaño mientras preparaba el asalto militar.

El PCE también quiere expresar su preocupación por el papel jugado por las dos instituciones citadas y su responsabilidad como cómplices en la masacre en la medida que, mientras ellos dialogaban con el Comandante asaltante una salida pacífica, las tropas del Presidente Fujimori excavaban túneles, colocaban explosivos y planeaban el asalto. A partir de ahora cabe preguntarse qué legitimidad tendrán la Cruz Roja Internacional y la Iglesia Católica para mediar en algún otro conflicto, si mientras ellos aparentan trabajar en una salida negociada, una de las partes está preparando la acción armada y el exterminio del oponente.

Sin compartir los métodos de lucha del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, el PCE quiere destacar ante la opinión internacional el exquisito trato dado por el Comando a los retenidos en la Embajada, trato que se ha mantenido hasta el último momento con el respeto a sus vidas mientras el asalto se efectuaba. Este trato contrasta con el dado por el Gobierno Fujimori a los presos encarcelados de por vida, sin asistencia médica y sin permitir la supervisión de organismo humanitario alguno.

Con hechos como éste difícilmente América Latina podrá superar la violencia política ligada a la pobreza y violación de derechos humanos por parte de sus Gobiernos, que ha caracterizado toda su historia desde hace 500 años.

A partir de hoy, los hombres y mujeres de todo el mundo preocupados por la justicia y la pobreza en Latinoamérica quizás debamos plantearnos quiénes deben ser los destinatarios del término "Terrorista".

Gabinete de Prensa del Comité Federal del PCE
Madrid, a 23 de abril de 1997