¿Qué hacen por nosotros/as?

Juanjo Llorente (*)

Cada cuatro años les votamos, mediante un sistema electoral que favorece mucho a los partidos con más recursos: PSOE y PP. Cada año, llenamos las arcas públicas que se encargan de gestionar estos electos/as con parte de nuestro sueldo y pagando los impuestos que gravan el consumo diario. Cabe preguntarse, entonces, qué hacen a cambio por nosotros/as estos gobernantes.

Casi al inicio de la legislatura, una de las primeras actuaciones del gobierno socialista de Zapatero fue derivar muchos miles de millones para sanear las cuentas de las entidades bancarias, al tiempo que abría una escalada de recortes en infraestructuras, servicios y prestaciones sociales públicas. Esta escalada continúa hasta el presente con más recortes y nuevas restricciones de derechos laborales y sociales (pensionazo, reforma laboral, plan de ajuste presupuestario..). Consecuencias de todo ello: pingües beneficios de la banca y de las multinacionales junto con graves incrementos del paro, la precariedad laboral y el deterioro de la calidad de vida de la gran mayoría de la población: trabajadores/as, jóvenes, mayores, inmigrantes...

Desde la Generalitat Valenciana, en manos del PP, también se viene ejerciendo similar orientación. Bajo la excusa de los recortes estatales del PSOE y de la crisis, la derechona autóctona ha ido recortando el gasto en materia de servicios públicos de salud, educación, servicios sociales e infraestructuras estratégicas, disfrazando estos recortes con propaganda institucional, con privatizaciones y con unas políticas de escaparate basadas en grandes eventos y realizaciones que nos han llevado a ser la autonomía con mayor endeudamiento público (15% PIB). Resultados: mayor empobrecimiento absoluto y relativo de los valencianos/as, enriquecimiento desmedido de unos pocos e incremento exponencial de las imputaciones a cargos públicos por corrupción, desvió de fondos públicos y financiación ilegal de su partido.

En el caso de los ayuntamientos, un ejemplo de lo que ocurre sería Aldaia. Después de décadas de gobierno municipal socialista y de los años de bonanza económica transcurridos, el municipio todavía padece carencias básicas de infraestructuras (comunicaciones y transporte, residuos, urbanismo y medio ambiente…) y de servicios públicos (sanidad, educación…) que, a su vez, inciden negativamente sobre las posibilidades de promoción económica y el desarrollo sostenible y equilibrado del territorio. De esta forma, siendo un municipio con una mayoría de población menor de 50 años, hoy es el tercero de la provincia con más paro registrado, presenta unos niveles de precariedad laboral estratosféricos y reúne a un colectivo creciente de pensionistas con muchas dificultades incluso para la mera subsistencia.

Sin embargo, como muestran con claridad los hechos, ninguna de las administraciones mencionadas considera este tipo de problemas una prioridad y se siguen limitando a pasarse la pelota entre ellas y a echar balones fuera. Conclusión: necesitamos gobiernos de izquierdas que defiendan a los trabajadores/as y a la población más vulnerable por encima de cualesquiera otros intereses y presiones. Y necesitamos, también, de la ciudadanía más consciente que en lugar de limitarse a votar concediendo un cheque en blanco a los gobernantes de turno, se implique en la movilización sostenida por el mantenimiento y mejora de unas condiciones de vida dignas y justas para todos/as.

 

(*) candidato de EU de Aldaia a las próximas municipales)