POR UNA LUCHA ACTIVA CONTRA EL RACISMO Y LA XENOFOBIA
Las entidades, partidos políticos, instituciones y ciudadanos firmantes
condenan nuevamente, de la manera más enérgica, los atentados de
Madrid, que han afectado a personas españolas y de otras
nacionalidades. Expresamos nuestra más contundente repulsa por cada una
de las 200 muertes de personas que se dirigían a sus puestos de trabajo
o de estudio, por cada uno de los más de 1.400 heridos. Manifestamos
nuestra solidaridad más sincera con sus familias y amigos.
Los gravísimos atentados del 11 de marzo y los inesperados resultados
de las elecciones generales del 14 de marzo nos sitúan ante un nuevo
escenario. Por un lado, el cambio de gobierno abre la posibilidad de
poner fin a una injusta política migratoria que a lo largo de los
últimos años ha incrementado el número personas en situación irregular,
la explotación laboral, la vulneración de derechos y el racismo social.
Por otro lado, la posible confirmación de Al-Qaeda como autora de la
masacre del 11 de marzo – a pesar del engaño al que pretendió someter a
la opinión pública el anterior gobierno- puede provocar reacciones
racistas y xenófobas que deben frenarse activamente desde los poderes
públicos y desde la sociedad civil.
Manifestamos nuestra profunda preocupación ante el riesgo de que los
atentados del 11 de marzo puedan tener consecuencias similares a las
del 11 de septiembre de 2002: un recorte de los derechos y de las
libertades bajo el pretexto de la seguridad, una política internacional
genocida, y un aumento de la islamofobia. Tras el desprecio por la
opinión ciudadana y por los valores democráticos que hemos vivido en
los últimos tiempos, es necesario un cambio radical que ponga en el
centro de la acción política el respeto estricto por los derechos
humanos y por la democracia, tanto en el ámbito estatal como en el
internacional.
Por ello, instamos al conjunto de la sociedad, principalmente a los
poderes públicos y a los medios de comunicación, a prevenir activamente
estas posibles reacciones racistas y a denunciarlas cuando se
produzcan. Queremos impulsar un frente político y social de compromiso
activo para luchar contra el racismo y la xenofobia ante este nuevo
escenario. Están en juego la convivencia social y el respeto por los
valores democráticos. Proponemos, como primera medida, un compromiso
público en torno a los siguientes puntos:
1. Evitar la generalización y la criminalización.
De la misma manera que no se puede identificar a ETA con el pueblo
vasco, no se puede identificar a Al-Qaeda con el conjunto del colectivo
árabe y/o musulmán. Esto debe aplicarse tanto a los discursos públicos
como a las medidas políticas y policiales que puedan llevarse a cabo, y
debe hacerse de forma activa, es decir, no sólo evitando la
identificación, sino poniendo explícitamente de manifiesto la no
identificación.
2. No hablar de “terrorismo islámico”.
El fundamentalismo es condenable en todas sus formas, y puede existir
en cualquier religión. El integrismo de Al-Qaeda no se puede
identificar con el conjunto del Islam. No se debe hablar de “terrorismo
islámico”, del mismo modo que el IRA irlandés no fue calificado en su
día como “terrorismo católico”.
3. No reducir el análisis a elementos religiosos y culturales.
El contexto en el que se inscriben los atentados del 11 de marzo es de
política internacional. Las interpretaciones culturalistas pueden
conducir a una fractura social, si plantean un supuesto enfrentamiento
del Islam con la sociedad española o con el mundo occidental. Hay que
reconocer, además, la pluralidad del mundo árabe, y la diferencia entre
mundo árabe e Islam.
4. Preservar el estado democrático de derecho.
La lucha contra el terrorismo no debe ser utilizada, bajo ninguna
circunstancia, como pretexto para llevar a cabo un recorte de derechos
y libertades, como sucedió en Estados Unidos con la “Patriot Act”
promulgada tras los atentados del 11-S.
5. Condenar explícitamente cualquier manifestación de racismo y xenofobia que pueda producirse como consecuencia de los gravísimos atentados del 11 de marzo.
Llamamos a la máxima responsabilidad a las instituciones,a todos los
partidos políticos y a los medios de comunicación, en el tratamiento de
este tema. Sería lamentable que nuestra sociedad tuviera que sumar a la
tragedia del 11 de marzo un brote racista y xenófobo que ponga en
peligro la convivencia social. Tenemos la oportunidad y la
responsabilidad ,de frenar el racismo y de construir una sociedad en la
que todas las personas sean consideradas ciudadanas y gocen de los
mismos derechos.
Federación de Asociaciones de SOS Racismo del Estado español
Adhesiones al manifiesto