POR LA LEY ANTI-INMIGRACION EXPULSAN A UNA ABUELA ARGENTINA DE 88 AÑOS QUE IBA A VISITAR A SU FAMILIA
El 6 de julio de 2010
Denuncia de su hijo, periodista que vive desde hace años en España
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El Movimiento Argentinos en el exterior denuncia la detención y
expulsión de España de la abuela argentina de 88 años.
Hugo Rodriguez, periodista, director de Globatium.com, argentino
nacionalizado español, denuncia cómo su anciana madre es expulsada de
España sin permitirle salir del aeropuerto.
Aún sin dar crédito a lo sucedido, me pongo a hacer estas líneas a ver
si puedo hacer la digestión de lo sucedido y quizás así,
compartiéndolo, pueda resolver con la ayuda de ustedes, lo que hay que
hacer en una situación como esta.
Aeropuerto de Barajas, terminal 1, 14,20 horas, vuelo procedente de
Buenos Aires, voy con mi hermana a recoger a mi madre, que llega otra
vez como lo hace todos los años desde hace 33.
Siempre, y como si fuera la primera vez, el encontrarnos, el abrazo
entrañable, y esa alegría del tiempo que vamos a compartir, así frente
a la puerta de la Sala 1, los dos mirando unos y otros los pasajeros
que van llegando, siempre esperando ver la silueta de mamá que nos mira
y nos une… va pasando el tiempo, ya son las 15,30 horas y nos
comenzamos a preocupar, de repente la llamada de mi otra hermana,
afortunada compañera en esta situación, nos pone sobre aviso, mamá esta
retenida en inmigración, no la dejan pasar… rápidamente me voy al coche
a buscar mi documentación, quizás cuando vean que soy su hijo, que soy
español, que sus nietos son españoles, que vive mucho tiempo con
nosotros todos los años… mis pensamientos se agitan mientras acelero mi
andar bajo el calor aplastante del parking del aeropuerto… llego a la
puerta de la Sala 1, me acerco al guardia civil, le digo: Mi madre está
adentro, tiene 88 años, déjeme pasar, el hombre me mira y con un gesto
me dice adelante, pensando quizás que se trataba de ir ayudarla con el
equipaje.
Otro guardia civil me para, ¿adonde va usted? El anterior sale de su
silencio y dice, déjalo, yo le autorizo… entro, me dirijo sin
vacilaciones al sector de los pasaportes, me acerco a un funcionario de
la policía, (esta vez nacional)… mire han detenido a mi madre, quiero
saber donde está… ¿Que hace Usted aquí?. Usted no puede estar aquí,…
repito mi demanda, el tipo se violenta y debo ponerme serio. Le estoy
hablando con respeto, ¿donde esta mi madre?… afloja y me dice, vaya a
la primera planta, ahí está la comisaría, pregunte allí y le darán un
número de teléfono para que se informe. Me doy media vuelta y
rápidamente me dirijo a la comisaría, ya había estado allí en otras
oportunidades y los agentes siempre se habían mostrado amables, así que
casi con mayor tranquilidad veía que comenzaban a aclararse las cosas…
Buenas tardes, mi madre ha sido detenida en inmigración, tiene 88 años,
siempre viaja y nunca a pasado esto, como puedo aclarar las cosas…
Mire, solo le puedo dejar un teléfono, no es nuestra competencia, pero
Usted llame y le informarán… oiga… me interpone, tenga paciencia porque
tienen mucho trabajo, así que insista hasta que le atiendan.. muy bien,
muchas gracias agente, muy amable… Salgo casi corriendo y comienzo a
llamar, una, otra, hasta casi 20 veces… le paso a mi hermana otro
número alternativo, ella repite la operación, con la misma sensación de
fracaso…
Pasado un tiempo alguien descuelga el teléfono, una voz que no se
identifica, y un tono de funcionario aburrido me pregunta que quiero,
le explico la situación dándole los mayores detalles posibles, el
interlocutor me pregunta el nombre, para mas tarde decirme que allí se
encontraba, que tendría una entrevista y aportará toda su documentación
y que en función de eso se determinaría si puede entrar o no, entonces,
le digo, ¿Que hago entonces?, ¿Como podemos ayudar para aclarar esto?,
¿Con quien puedo hablar?, a lo cual, con toda la frialdad del mundo me
dice… está hablando conmigo, …me quedo como paralizado por la
impotencia… ¿Como puedo saber como está? Usted no puede acceder, en
todo caso, apunte este teléfono, es el de la sala donde se encuentra,
si llama podrá hablar con ella…
¡Estela! Tengo un teléfono para que podamos hablar, ¡llamemos!…
comunica, una y otra vez, comunica… seguimos insistiendo mientras el
tiempo comienza a comprimirse y expandirse… ¡Ya esta! Hola, ¿Como
estás? Escucho que mi hermana habla con las dos, tranquilizando,
tratando de poner confianza, y viendo que es lo que realmente está
pasando… parece que mamá tiene un pasaporte nuevo, no han visto los
viajes anteriores, y su billete está por 5 meses, y dicen que no se
puede arreglar, no puede tener un billete por 5 meses… luego habla con
la mamá, ella llora, dice que esta muy mal y Estela intenta calmarla.
Le dice que se tranquilice, que seguramente todo se arreglara, que
seguramente habrá alguna manera de solucionarlo…la llamada se corta, no
puedo hablar con ellas, entonces, decidimos esperar los
acontecimientos, algo pasará, no creo que por una cuestión
administrativa vayan a hacer algo contra de ella, que podemos hacer…
comenzamos a llamar a amigos, a mover nuestros contactos, a ver que
podemos hacer, alguien que conozca a algún funcionario de inmigración
que nos cuente que pasa exactamente, quizás un abogado, algún amigo de
Convergencia que tenga contactos, vamos moviendo todas las
posibilidades y nuestros amigos comienzan a ponerse en marcha, siempre
dándonos ánimo, pero también con la preocupación de no saber
exactamente que hacer… Va pasando el eterno tiempo de espera, llegan
nuestros amigos Carlos y Josefina, movemos más posibilidades,
nuevamente nos logramos conectar.
Hablo con mi hermana secuestrada… noto su preocupación, mamá la esta
viendo un médico, está descompuesta, nos han dicho que tendremos una
entrevista, que ahí se ve nuestra situación, escucho su llanto, mi
tensión aumenta, así como mi impotencia, nuevamente me dirijo a la
policía, seguimos intentando. El agente es un muro, justifica su
situación al tiempo que dice que comprende, y que nada puede hacer por
nosotros, le pido el teléfono de la embajada argentina, se que ya no
puedo llamar, pero de todas maneras lo tengo por si hace falta,
Josefina calienta motores, ella encarará posteriormente a su superior.
Queremos saber el nombre del abogado de oficio que nos dicen que la
atendió y no hay forma de conseguirlo.
Llega otra afectada, su madre viene para su boda, no trae la
invitación, tampoco la dejan entrar, ni como turista, nos dice, parece
que las van a deportar, de todas maneras puede ser que después de las
entrevistas las dejen salir, pero le dijeron a los de la sala, que fue
un oficial quien informó a todos que van a ser expulsados. Nuestra
frustración aumenta, no podemos creer lo que está sucediendo. A todo
esto, nos vamos a la puerta de salida con la esperanza de que aparezca
por ahí, seguimos un rato, ya no logramos comunicar con la sala donde
estaban, así que ya no pudimos hablar mas con ellas…
Vamos hasta las aerolíneas, contamos el caso, nadie quiere dar
información y nos remiten a la policía, todo es increíble, pero se va
materializando lo inimaginable. Están deportando a una señora de 88
años las fuerzas de seguridad del estado en cumplimiento con las leyes
establecidas y cumpliendo con el cupo de expulsiones que seguramente
tienen.
Y la edad? Y los antecedentes? Y los vínculos familiares? Todo eso no
importaba nada, la ley es la ley, vaya ¡COBARDES! Incapaces de mostrar
su rostro, incapaces de sentir o asumir su responsabilidad, un cupo a
cubrir, que vergüenza e inmoralidad. Esto no quedará así. A estos
señores les ha salido un callo, aunque todavía no se enteraron.
Sabemos que esto pasa todos los días, que todos los días son muchos los
que son regresados a sus países. Y las justificaciones son varias: no
tiene carta de invitación…Viene por más tiempo del exigido…no tiene esa
reserva de hotel reglamentaria… Yo me pregunto: ¿Cuanta insensibilidad
tiene que tener ese funcionario? Y ya no es uno, son todos, el agente
de policía, el que les hace la entrevista, el abogado que supuestamente
las defiende… todos encajonados en una función especifica para no
sentir, ni ver, ni oír lo que todos juntos hacen, un sistema diseñado
para ser para la ejecución aséptica, hasta que alguien toma la decisión
final… violencia sorda y encubierta, vaya los civilizados, menudos
monstruos.
A los funcionarios del cuerpo de seguridad del estado, más
concretamente a los del turno tarde, del martes 6 de julio de 2010, de
la puerta 1, de la Terminal 1 del aeropuerto de Barajas decirles: que
no vamos a parar hasta que esta denuncia llegue lejos, hasta saber
quienes son (nombres y apellidos) y que toda España, al igual que
nosotros, se entere de lo que esta pasando, y se avergüence de que haya
gente haciendo en nombre de todos estas cosas. No podemos permitirlo
mas.