FE DE ERRATAS 7 (en el Mundo Obrero de marzo 2019)

Rafael Pla López (suplente del Comité Central del PCE)

1. En portada / El feminismo da la vuelta al mundo (página 2).

Dice el texto “la Huelga Laboral, de Consumo, de Cuidados y Trabajo Doméstico”. Bueno, la convocatoria era de Huelga Laboral, de Consumo, de Cuidados y de Estudio. El Trabajo Doméstico estaría incluído en los ámbitos Laboral y de Cuidados.

2. Construyendo el 8M, por Cristina Simó (página 3).

Dice el texto “si las mujeres paramos, explota el mundo”. Bueno, el lema de la convocatoria era “si las mujeres paramos, se para el mundo”. Lo que puede hacer que explote el mundo son actuaciones belicistas y de agresión al medio ambiente, que pueden llevar a la extinción de la humanidad. Y ciertamente ello no era el objetivo de la Huelga Feminista.

La otra cuestión a reseñar es una falta de precisión más que una errata. El texto plantea correctamente que la Huelga de Cuidados era “no mixta”, eufemismo que se utiliza para indicar que era exclusivamente de mujeres: lógicamente, alguien tenía que cuidar a las personas en su infancia, ancianas o enfermas, y lo razonable era que se responsabilizaran los hombres, aunque en muchos casos para ello tendrían que hacer Huelga Laboral. Pero debería especificarse que la Huelga de Estudios debía ser mixta: cuando dice “Como estudiante apoya a tus compañeras” debía precisarse que para ello había de sumarse a la huelga, pues en caso contrario podría producirse discriminación contra las mujeres estudiantes: imaginad lo que pasaría si en un examen sale un tema explicado el día de la huelga.

3. Feminismo ¿baluarte contra el fascismo?, por Paula Garvín (página 4).

Dice el texto “Si el Estado es un actor que se define por su punto de vista masculino y la masculinidad se define, a su vez, por la violencia que puede ejercer sobre el cuerpo de las mujeres, entonces, no hay opción y la única respuesta posible es la destrucción del Estado. Aquí la errata está en la palabra “única. Ciertamente, el Estado es esencialmente masculino (ver mi artículo “El sistema sexo-género, el patriarcado y la liberación de la mujer, donde en dos páginas se resume la historia de la humanidad), y la plena liberación de la mujer sólo puede alcanzarse con la eliminación del Estado en el comunismo. Pero ello no implica que no sean posibles respuestas parciales para hacer retroceder el patriarcado estatal, combatiendo “las formas del Estado que se apoyan en la subordinación, aunque dichas formas sean esenciales a la naturaleza patriarcal del Estado.

4. La brecha salarial: otra forma de dominación incompatible con la democracia, por Anabel Segado (página 6).

En este artículo encuentro únicamente lo que parece ser una errata mecanográfica: al final aparece “¿Juntas, somos más fuertes!”. Supongo que la autora quiere plantearlo como una afirmación rotunda y no como una interrogación, y que simplemente al pulsar la tecla de mayúsculas para escribir la “J” le ha salido “¿” en vez de “¡”.

5. Nuevos retos, por Patricia Castro (página 6).

El texto afirma “hay que construir la utopía” para después declarar que “no nos movemos sobre ideales abstractos sino sobre realidades materiales”. Pero entonces lo que hay que construir es la alternativa, no la “utopía”.

Más adelante afirma “El feminismo, como cualquier otro movimiento político emancipatorio, necesita un sujeto al que emancipar. Sería absurdo decir que el movimiento obrero no necesita a los trabajadores para librar su batalla contra el capitalismo”. Pero del mismo modo que Marx y Engels señalaron en su día que la clase trabajadora sólo puede emanciparse emancipando al conjunto de la humanidad, puede afirmarse también que las mujeres sólo puede emanciparse emancipando al conjunto de la humanidad del patriarcado. Eso sí, naturalmente las mujeres han de encabezar la lucha feminista contra el patriarcado, del mismo modo que la clase trabajadora ha de encabezar la lucha anticapitalista.

6. Soy machista, por J.M. Mariscal Cifuentes (página 7).

El texto del artículo contradice su título, que se justifica únicamente en la aserción de que “He nacido en una sociedad en la que el patriarcado es más que hegemónico, forma parte de de su estructura cultural, del mapa de significados con el que nos movemos en la colectividad”. Pero en la medida en que haya un dominio del machismo patriarcal, éste afecta tanto a hombres como a mujeres, en tanto que éstas puedan infravalorarse. Pero el éxito de la convocatoria del 8M muestra que dicho dominio se está resquebrajando. Y no deberíamos propiciar la confusión en un contexto en el que el machismo organizado, que defiende la desigualdad y la discriminación contra las mujeres, amenaza con ocupar las instituciones del Estado.

7. El reto político que enfrenta el PCE en el inminente ciclo electoral, por Enrique Santiago Romero (página 10).

En este caso no se trata de erratas anecdóticas, sino de profundos errores en el fundamento del artículo.

Afirma así que “la ofensiva conservadora y autoritaria mundial” tiene la “finalidad de implantar férreamente las reglas económicas neoliberales”. Pero las reglas económicas neoliberales requieren la libre circulación sin restricciones de mercancías y capitales. Y es ello precisamente lo que está en una profunda crisis. Si el Brexit ya supuso una ruptura de dichas reglas, también lo hace la utilización extensiva de sanciones económicas comerciales, contra Irán, Rusia o Venezuela, situación agravada por la imposición de tarifas al comercio exterior de los Estados Unidos con la Unión Europea, Canadá y China. Actualmente se da la situación paradógica de que el principal abanderado mundial del libre comercio es el gobierno de China. Y aunque ciertamente la política económica del gobierno de Trump defiende la explotación capitalista, lo hace vulnerando las “reglas económicas neoliberales”.

Afirma también que “el discurso político de la derecha reaccionaria y franquista es hegemónico en la sociedad española”. No sé si con ello pretende justificar con antelación una derrota electoral, pero dicha afirmación no está justificada. Precisamente la masividad de las movilizaciones feministas del 8M apunta en sentido contrario. Y las victorias electorales locales de la derecha no se han producido por un apoyo mayoritario a sus propuestas, sino por la irresponsable abstención de parte del electorado de izquierdas, como analiza lúcidamente Pascual Serrano en la página 7. Y desde luego no hemos de resignarnos a la victoria de la derecha reaccionaria y franquista, sino luchar decididamente para impedirla.

8. “La Huelga feminista del 8 de Marzo ha conseguido que el feminismo irrumpa en la vida parlamentaria, entrevista a Isabel Salud (página11).

En este caso parece tratarse de un lapsus de redacción o de maquetación. Hablando de la Proposición de Ley sobre el amianto afirma que las mutuas “actúan de forma sistemática contra los trabajadores, con sus buenos abogados, sin piedad, y por el propio.” ¿Por el propio qué? ¿Por el propio interés, quizá? Quizá parte de la frase se haya perdido al copiar y pegar.

9. 8 novelas y un ensayo de cabecera para el 8M, por Natalia Carrero (El Mono Azul, página 2).

Leo “Jaen Eyre” en el titular de una reseña y me sorprendo. Pero en el texto figura correctamente “Jane Eyre”: era sólo una errata mecanográfica.

10. Guerra, por Felipe Alcaraz (El Mono Azul, página 7).

Estando de acuerdo con la crítica que realiza al inadmisible posicionamiento pro-golpista de Pedro Sánchez respecto a Venezuela, no puede afirmarse que “La apuesta de Sánchez contra la legalidad venezolana no sólo es grave, sino que política y éticamente no tiene vuelta atrás”. Claro que tiene vuelta atrás. Hay que exigir al Gobierno de España que rectifique y restaure el reconocimiento del gobierno legítimo de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro. De hecho, no sólo en España sino en la Unión Europea ya se están dando cuenta de que metieron la pata con su seguidismo del fascista Trump, y están haciendo cabriolas intentando distanciarse oponiéndose a una intervención militar.

Y es correcto haber apoyado una propuesta de Presupuestos Generales que, con sus limitaciones, era favorable a la clase trabajadora. Y tras las próximas elecciones generales habrá que unir fuerzas con el PSOE frente a la amenaza franquista, sin dejar de criticar sus inconsecuencias.

11. Dos generaciones de sindicalistas hablan del papel de la mujer en el sindicato, por Gema Delgado (página 15).

Susana López afirma “El feminismo es una ideología”. Bueno, ciertamente no lo es en el sentido marxista del término como falsa conciencia. Y en el sentido de “sistema de ideas”, el feminismo es un movimiento social dentro del cual hay distintas ideologías, como reconoce más adelante señalando que “no se puede hablar, ni está en la mesa, de temas como la prostitución o los vientres de alquiler. El sindicato da una de cal y otra de arena, dicen. Y eso mismo ocurre en el movimiento feminista”.

12. El asalto del totalitarismo religioso y el imperialismo a los derechos de la mujer, por Nazanin Armanian (página 18).

Afirma que “El “feminismo islámico” es la feminización del fundamentalismo”. Ello parece reduccionista: hay mujeres musulmanas que cuestionan la interpretación patriarcal del Corán (ver al respecto https://es.wikipedia.org/wiki/Feminismo_islámico).

Pero lo que no tiene fundamento es la afirmación de que “Siria, el último estado semilaico de la zona, espera su fatal destino”. De fatalidad, nada: los terroristas yihadistas están perdiendo la guerra.

13. Una historia con más de mil motivos, por N. Llabina (página 24).

En este caso se trata simplemente de una errata aritmética-cronológica. Tras leer “Nos acercamos a la segunda década del siglo XXI” pensé que estaba hablando de 2009. Pero por una cita, sin nombrarlo, de Pablo Casado como “líder de la oposición”, constaté que hablaba de 2019. Pero en 2019 estamos ya en la segunda década y nos acercamos a la tercera. La primera década del siglo XXI fue la de 2000 a 2009, la segunda la de 2010 a 2019, la tercera será la de 2020 a 2029…