RedRoja

S.O.S.: FRUGALIDAD

Este mes pasaremos de cuestiones generales a algunas cuestiones prácticas y consejos para un uso eficiente de Internet.

Uno de los peligros que nos amenaza es pasar de la desinformación a perecer ahogados por un exceso de información: la inutilidad de la censura puede dar paso a esa otra forma de hacer inútil Internet: con millones de personas incorporándose a la red, un uso incorrecto de la misma puede conducir a su colapso. Especialmente cuando se incorporan viciados por Wintel, el dúo Windows-Intel que parece conspirar para obligarnos a adquirir programas más gordos y ordenadores más potentes para hacer las mismas cosas que podíamos seguir haciendo con menor coste de memoria. Acostumbrados a moverse entre Gigas, parece que los Megas no son nada.

He comentado en alguna ocasión la necesidad de evitar el abuso de programas de Java y grandes imágenes en páginas web, dificultando disuasoriamente su carga. Pero el peligro más inmediato, por la inmediatez de su producción masiva, nos acecha en el correo electrónico. Nos amenazan los Spam, envíos masivos indiscriminados de correo, frecuentemente con fines publicitarios. Esa es, digamos, una amenaza "exterior". Pero nosotros mismos podemos contribuir, inconscientemente, a esa avalancha de información... y cuanto más novato es uno, suele enviar ficheros más gordos. Pero si se te ocurre, por ejemplo, enviar un fichero de 1 Megabyte a 100 destinatarios, piensa en lo que te pasaría si todos ellos hicieran lo mismo: 100 Megabytes bloquearían cualquier buzón, además de provocar una grave congestión de tráfico.

Una buena norma en Internet es pensar, antes de hacer algo, en lo que pasaría si todo el mundo hiciera lo mismo. Así, por ejemplo, nunca deberías enviar a una lista automatizada mensajes procedentes de otra: tales listas sirven a propósitos específicos, y si todo el mundo hiciera la mismo su contenido se desbordaría y perdería su funcionalidad. Si utilizas una lista personal, no deberías incorporar a nadie sin su autorización, y no incorporar a ella, claro, el nombre de ninguna lista automatizada. Y para hacer envíos múltiples deberías limitar drásticamente el tamaño de los mensajes: como criterio general, no deberían ser mayores de 20 o 30 Kilobytes; sólo excepcionalmente mayores de 50, y nunca mayores de 100 Kb. Y se deberían enviar preferentemente como texto simple. Si quieres utilizar distintos colores y tipos de letra, dale formato HTML (el estándard de Internet) en el cuerpo del mensaje, utilizando un programa de correo adecuado. Evita enviar adjuntos que no sean de texto simple o HTML, e incluye sólo las figuras imprescindibles en formato GIF o JPG, sin superar los tamaños indicados. Nunca adjuntes documentos de Word: pueden contener virus de macros, y además la versión 97 tiene tendencia a generar ineficientemente grandes ficheros.

Naturalmente, si envías un mensaje a una sola persona deberás adaptarte a sus requerimientos. Pero si, por ejemplo, te pide (como hace la redacción de Mundo Obrero) que le envíes algo en Word, hazlo preferente en una versión más antigua, como la 2 para Windows, o mejor en RTF, que, además de ser más estándard, al no contener macros no transmite virus.

Y recuerda: de nuestra frugalidad informativa dependerá que hagamos un uso eficiente de Internet en vez de vernos desbordados en él.
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Rafael Pla López
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