Al leer el Mundo Obrero de Junio me invadió una sensación contradictoria: por un lado, la constatación de que me era conocido buena parte del material que contenía; por otro lado, la conciencia de que dicho material era en buena medida inédito. La solución de esa aparente paradoja era, claro, que era conocido en Internet, pero inédito en los medios masivos de comunicación (TV, prensa diaria...). Y lo escribo con precisión: Internet es, cada vez más un medio de comunicación "de masas", pero no un medio "masivo" (según la terminología del camarada Vicente Romano), sino personalizado.

Lo cierto es que nuestra conexión con las redes mundiales alternativas de comunicación, de las que hemos escrito con frecuencia en esta sección, proporciona al Mundo Obrero valiosísimas fuentes de información que aventajan notablemente a las de las agencias "establecidas". Y permiten, al mismo tiempo, que el Mundo Obrero sea una ventana de dichas redes al mundo de la prensa impresa.

Por ejemplo, a primeros de junio conocemos por Internet las grandes movilizaciones del pueblo de Paraguay que han forzado a su Gobierno y a su Parlamento a detener las privatizaciones en marcha, movilizaciones sobre las que los mencionados medios "masivos" han guardado silencio. No sé si de aquí a julio, cuando esto se publique, dichas noticias se habrán abierto paso en dichos medios. Pero estoy seguro de que nuestro Mundo Obrero se hará eco de ellas.

Todo ello hace del Mundo Obrero una publicación tremendamente útil para la gente alternativa, o que simplemente desea acceder a las noticias censuradas en otros medios, permitiéndole incluso "competir" ventajosamente con dichos medios en ese terreno. No por su agilidad, claro, con una periodicidad mensual que publica las noticias con más de un mes de retraso: la agilidad informativa es el terreno del ciberespacio. Pero incluso para quienes nos movemos en Internet resulta útil contar con un "depositario" mensual que recapitula lo más relevante del mar de información en que navegamos, permitiendo un análisis más reposado sin la urgencia del día a día. Y, naturalmente, a quienes aún no tienen acceso a Internet les permite acceder a una información que de otro modo quedaría fuera de su alcance.

La limitación de dicho papel de Mundo Obrero, todo hay que decirlo, radica en su escasa difusión. Pero ello ya escapa a la capacidad de quienes desde el ciberespacio lo alimentamos de noticias, y remite a la responsabilidad del conjunto del Partido, que está infrautilizando un valioso medio para la lucha ideológica contra el pensamiento único de los poderosos.

Rafael Pla-Lopez